Zoylent Green es una película estadounidense de 1973, dirigida por Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson, en español se llamó “Cuando el destino nos alcance” y este título me parece apropiado para intentar describir lo que está ocurriendo en nuestro país.

En estos días la Dirección General de Aduanas retiró una querella contra  varios hijos de ex funcionarios del pasado gobierno, acusados de una estafa de más de RD$100 millones. Aquí no somos jueces para condenar a nadie pero la dirección de aduanas no tenía que retirar ninguna querella si son inocentes es solo a la justicia a la que le toca dictar sentencia.

Unos días atrás fue detenida en Miami una regidora del PRSC por supuestos vínculos con el narco, la sala capitular del Ayuntamiento de Bonao le extendió un permiso de dos meses hasta que ella “resuelva”.

Nuestro país se está deteriorando institucionalmente a gran velocidad. Se deteriora también moralmente. Los partidos políticos han sido permeados hasta el fondo por personas ajenas al quehacer político solo porque tienen el dinero para financiar las campañas de nuestros partidos.

La situación del  movimiento popular es tal que sus dirigentes “tropiezan en la oscuridad” sin poder decodificar la sociedad en la que accionan no habiendo logrado hacer causa común con los reclamos del pueblo que dicen representar.

Por otro lado la llamada clase media, que un día aportó lo mejor de su pensamiento y obras en la lucha por las libertades civiles que hemos logrado, hoy navega día a día, lucha como un capitán en una tormenta bravía, para no descender a los abismos de la pobreza y de sostener como se puede una imagen de progreso ejemplarizado en autos todo terrenos y celulares caros.

Los pobres, los de siempre, solo les queda sobrevivir, no tienen tiempo para más nada, y el poco que le queda lo llenan con cerveza, bachata y dominó tratando de engañar su destino e intentando probar las mieles de la prosperidad engañando su alma con un litro de ron.

Mientras algunos que tienen mucho que perder se preocupan y advierten “En nuestro país, de las 5.6 millones de personas dispuestas y capaces de trabajar, aproximadamente unos 4.75 millones trabajan. En Haití, de los 5 millones de personas hábiles y dispuestas solo 1.5 millones encuentran plaza. Insularmente eso quiere decir que 6.25 millones de trabajadores y el peso y el gourde hoy sostienen aproximadamente a una población, entre muy joven o desempleada, de 13.75 millones de otras personas. Dentro de 21 a 25 años, no solo entrarán a demandar oportunidad más o menos cinco millones de dominicanos y cinco millones de haitianos adicionales, sino que, además, se espera que la población total en la isla alcance los casi 40 millones de habitantes dentro de los próximos 35 años.” Ser y dejar ser. Juan Vicini. Listín Diario. 16 Nov 2013.

O sea que nuestro país está sin dirección, cada clase intenta sobrevivir como puede y los políticos quieren perpetuarse, los que ya están, y los que no, están dispuestos a venderse a quien sea con tal de llegar al poder  mientras nuestras calles se llenan de adolescentes embarazadas, de los famosos delincuentes llamados “menores” y de una migración haitiana que cada vez ejerce más presión política y social.

Estas variables lamentablemente van a coincidir todas en un punto de no retorno y ese era el día en que el destino nos alcance.