Ante el relato de aquel hombre todos los presentes enmudecimos del asombro. Teníamos una imagen contraria a lo que nos a acababan de contar sobre el Juan Bosch.
Este relato tiene su origen en que el día cinco de mayo de 2010 el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, visitó el Palacio Nacional dominicano y el nombre más mencionado fue el del Profesor Bosch.
Como gobernante excesivamente populista (a veces hacía el ridículo) para recibir los honores militares, Chávez llegó a las 10 de la mañana a la explanada frontal del Palacio, el mismo conduciendo una yipeta negra.
A Chávez se veía corpulento, en salud, inquieto, contento, risueño y jactándose de que conocía la ciudad de Santo Domingo, que había vivido aquí y que conocía todos “tiguerones de los barrios”.
“¡Miguelon! (llamando a su amigo el dirigente de izquierda Miguel Mejía): Yo soy un tiguerón de aquí, desde la P hasta la O. Allá (en Venezuela), los imperialistas me acusan que soy un peleón de barrio…”, comentaba Chávez.
Entonces, Leonel Fernández recibe a Chávez y le presenta al presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez. Cuando Fernández le dice que Pared Pérez es del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Chávez respondió: “los muchachos de Juan Bosch han llegado lejos, Bosch era un político honesto fuera de serie. Yo me inclino ante él”.
A las 10: 40 minutos, al finalizar los honores militares, los dos gobernantes subieron las escalinatas del Palacio. Se dirigían al despacho presidencial. Sin embargo, alguien desde el público gritó fuertemente: “¡Presidente Chávez yo soy de la Fuerza Bochista!”.
Era un insistente viceministro de Educación, Luis de León, al que la seguridad mantenía muy alejado y que se hace llamar presidente del Movimiento Fuerza Boschista.
Con cara de asombro, Leonel Fernández, se quedó parado, sintiendo vergüenza ajena, que un funcionario suyo desluciese el evento, al romper el recio protocolo en un acto de esa naturaleza, voceando ruidosamente.
Chávez, dejando su comitiva a un lado, acudió donde Luis de León y dijo: “¡Que viva Juan Bosch, carajoooo…!”.
La reunión entre Fernández y Chávez se extendió por más de seis horas.
Para la rueda de prensa, en el Salón de Embajadores del Palacio, los gobernantes eran esperados por más de 70 reporteros, el vicepresidente de la República, Rafael
Alburquerque, el dirigente del PLD Euclides Gutiérrez Feliz y decenas de funcionarios dominicanos y venezolanos.
Cuando la reunión de Fernández y Chávez llevaba más de cuatro horas, el vicepresidente Alburquerque se acercó a un grupo de la prensa y nos decía bromeando que si en el Palacio "no nos habían dado comida".
Algunos reporteros respondieron que los peledeístas en el Gobierno, incluyendo, Leonel Fernández, “son tacaños, come solos”.
Alburquerque dijo que lo que pasa es que “Fernández heredó la excesiva tacañería y la honestidad de Bosch”. Entonces, hizo la anécdota de la insistencia de Bosch para cobrarle “la deuda” de 25 pesos a Juan de la Cruz Buré, uno de los primeros miembros del Comité Político del PLD.
“Juan de la Cruz, me debes 25 pesos, págame, le decía en toda las reuniones del Comité Político”, cuenta Alburquerque.
Después de tanta insistencia, Buré le pagó 10 pesos en una ocasión. Y después le pagó 5 pesos.
Habían pasado dos años, cuando Buré pensaba que ya el viejo caudillo del PLD se había olvidado de la deuda. Pero Bosch le insistió: “¡Juan de la Cruz págame…!”
El dirigente respondió: “pero yo le pagué”. Y Bosch ripostó: “no, no, no me debes 10 pesos todavía”.
Bosch, lleno de la creatividad y de la sabiduría de un hombre de campo, le elevó esta súplica: "Soñé que la nieve ardía y que el fuego se lavaba y para seguir soñando, soñé que tú me pagabas".
Rafael Alburquerque concluyó el cuento narrando que la deuda de los 10 pesos la pagaron entre él y Vicente Bengoa, quien era dirigente del PLD.
Así nos enteramos que lo mismo que Bosch tenía de honesto tenía de tacaño. Cosas extrañas del destino, esa anécdota se hizo durante el acto que sería la última visita de Hugo Chávez al país, falleció de cáncer el martes 5 de marzo de 2013.
Nicolás Maduro, aunque muy cuestionado por fraude en las elecciones, es hoy presidente de Venezuela, era canciller y estaba en la comitiva que acompañaba a Chávez.