Tres cosas hacían de los militantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) una diferencia del cielo a la tierra, en comparación con los miembros de otras agrupaciones políticas.

1. Principios morales. 2. Educación (para ser miembro del PLD había que estudiar). 3. Organización (disciplina).

El ex presidente Bosch quiso llevar al PLD lo que había sido su hoja de vida y comportamiento en el gobierno de 1962.

Vean esta frase  de Bosch: “Este gobierno en ningún caso ordenará ni protegerá  ni encubrirá una inmoralidad, maldad o un crimen”.

Un informe secreto de la embajada de EE.UU. dice: “El gobierno de Bosch es uno de los más honrados de toda la historia. Si descubre alguno que roba, o abusa de su autoridad lo hecha al instante”.

Juan Bosch instituyó  que en el PLD la categoría más alta era ser miembro del partido. Para conseguir ese privilegio era necesario estudiar libros,  folletos y demás materiales educativos.

El método de enseñanza y evaluación para los aspirantes a miembro era digno de ser imitado por cualquier universidad. Fue  tan efectivo que muchos iletrados aprendieron a dominar y contextualizar los temas nacionales.

Los instructivos fueron ideados mucho antes de la fundación del PLD en 1973 por educadores, historiadores, economistas y otros profesionales.

Bosch fue un gran organizador. Decía que el PLD era su obra maestra. Se le consideraba como el partido más organizado de América, con técnicas de los marxistas, la organización y métodos similares a los de la Iglesia Católica

El profesor Bosch declaró al semanario Vanguardia del Pueblo que era marxista, pero no leninista. Es decir, partidario de la doctrina del alemán Carlos Marx y no de  Vladimir Lenin, líder de la Revolución Rusa.

Todo cambió en el 200I. El “VI Congreso Profesor Bosch” aprobó la “masificación” del partido. Destruyó de un tirón lo que a Bosch le costó toda una vida construir.

Ahora lo que importa es ganar elecciones, no importa cómo y con quién. Los intermedios (locales) eran el vínculo con las bases peledeístas y la población. Hoy la mayoría de estos locales están cerrados. El PLD sólo se moviliza en elecciones.

Antes el brazo operativo del día a día era el secretario general del partido. Fue así hasta que dejó la Secretaría General José Tomás Pérez, quien aún mantenía el dinamismo, despachando diariamente  con los militantes de todo el país.

Por sus ocupaciones de senador de la capital  y presidente del Senado, el sustituto de José Tomás, Reinaldo Pared Pérez, nunca ha hecho vida en la Casa Nacional del PLD.

Uno de los dirigentes más criticados en el “Congreso Ordinario Norge Botello” ha sido Pared Pérez, al que acusan de dejar huérfano o acéfalo al PLD.

Dicen con ironía que Reinaldo olvidó la ubicación de la sede principal del PLD, por el tiempo que dura sin ir al lugar. Él no asume sus funciones de secretario general, pero recibe los beneficios y privilegios  que el cargo  otorga.

Califican de “irritantes” los privilegios que tiene Pared Pérez al ocupar varios cargos a la vez. Creen que debe renunciar de la Secretaría General para dar paso a un dirigente que se pueda ocupar de las actividades diarias del PLD.

Las ácidas críticas no sólo han sido contra Reinaldo (precandidato presidencial), mas eso será material de otro artículo. Si Bosch revive se muere de nuevo…