El jueves 15 de junio de este año 2016, Julio Gabriel Peguero Moreno nos ha entregado con excelencia, su título de cardiólogo. Un resultado histórico que toda familia espera de sus hijos, sobre todo si se ha tenido nobleza, integridad y compromiso para formar un nuevo ser humano para este complejo siglo XXI. En una espléndida tarde revestida de una ceremonia solemne “Julito” obtuvo los máximos honores posibles en Cardiología del Mount Sinaí Medical Center de Miami Beach Florida. Un emblemático y prestigioso hospital privado ubicado en la bellísima ribera atlántica del sur de la ciudad del sol de los Estados Unidos de América (EUA).

Además del certificado académico de Cardiología de Florida, la dirección científica de esa institución le entregó por cuarto año consecutivo, una Placa contentiva del Premio “Solomón Klausner” del Mount Sinaí Medical Center, por haber concebido, formulado y ejecutado, la mejor investigación cardiológica del año 2015-2016. El “Galardón Klausner” es un honor científico dedicado a la Memoria del ciudadano judío Solomón Klausner, profesional, filántropo y paciente que entregó una significativa donación financiera para institucionalizar este premio de investigación.

Para la ocasión acompañamos a Julio Peguero en Miami Beach Florida, su esposa la doctora Aseret Medina, médico especialista en Medicina Interna del mismo hospital, sus hijos, nuestros nietos, Julián y Gabriel Peguero; su hermanita y magister en derechos humanos y empresariales de las Universidades de Alcalá, España y UNAM, México, Mariana Teresa Peguero y su esposo Gustavo Jiménez, titulado máster en derecho electoral y político de la Universidad Complutense de Madrid. Su madre Mariana Moreno García, actual decana de Ciencias de la Salud de la PUCMM y su orgulloso, inspirado y feliz padre, Reynaldo Antonio Peguero y Gómez, quien suscribe.

Con mucha humildad, innovación y laboriosidad nuestro hijo Julio Gabriel, ha logrado casi todas sus metas familiares, científicas y humanas. Haciendo sus premios casi una costumbre en la familia. Lo hizo en el Colegio D’Vinci, en el movimiento de los Boys Scouts, en el Departamento de Medicina de la PUCMM, en la unidad de investigación científica del Hospital Regional Universitario “José María Cabral y Báez” y ahora en el Mount Sinaí durante sus estudios de especialización en Medicina Interna, Cardiología, Electrofisiología y Ecocardiografía.

JULIO LOPRESTI 1
Julio G. Peguero y Saberio Lo-Presti

Su nueva, creativa y concluyente investigación (2016) comparó de forma innovadora las características gráficas de los electrocardiogramas de pacientes con riesgo de desarrollar una hipertrofia o aumento del tamaño del corazón, como resultado de la hipertensión arterial así como de otras patologías. En las personas hipertensas el corazón adquiere mayor tamaño por la excesiva contracción de las fibras musculares o “cardiomiocitos”.

El estudio Peguero y Lopresti de casos y controles con poblaciones bien delimitadas, el nobel cardiólogo Julio Peguero aportó un criterio técnico nuevo al calcular las diferencias de las ondas electrocardiográficas de los casos y controles estudiados, demostrando que en el complejo QRS, la Onda S es más sensible que la Onda R para diagnosticar la hipertrofia ventricular asociada a hipertensión o asimismo a cualquier otra patología precipitante. El complejo electrocardiográfico QRS  es la expresión impresa en el papel que manifiesta la despolarización de los ventrículos derechos e izquierdos del corazón, formando una estructura picuda en el electrocardiograma. Por la gran masa ventricular a contraer, el complejo QRS aparece después de la Onda P, asegurando así la lógica y la secuencia exacta de las contracciones auriculares y ventriculares.

Julio G. Peguero y Saberio Lo-Presti  en más de 200 casos, demuestran que la sensibilidad diagnóstica aumenta un 30% cuando se utiliza el criterio de valorar con mayor sobriedad la Onda S más que la Onda R, para diagnosticar hipertrofia cardíaca. Los resultados fueron tan axiomáticos, concluyentes y efectivos que los maestros de cardiología y jefes de investigación del Mount Sinaí, bautizan este criterio diagnóstico como Criterio Peguero-Lopresti. La comunidad científica de cardiología en los Estados Unidos, cuando se publique oficialmente en el Journal de Cardiología, el estudio de Julio y su buen amigo venezolano Saberio, certificará formalmente dicho discernimiento técnico como un punto decisivo en el mejor manejo de los casos de pacientes afectados de hipertrofia cardiovascular.

Julito siempre ha sido muy creativo, acucioso e investigador en diversas áreas del saber y de la vida misma. En el colegio Leonardo D’Vinci diseñaba programas software que le ganaron varios reconocimientos, incluso delineó el primer software de registro de casos de anatomía patológica en el laboratorio de Patología de la doctora Argelia Aybar y de su madre Mariana Moreno. En los Boy Scout se inventaba muchísimas estratagemas, tretas y artificios territoriales para obtener los mejores resultados, lograba no sólo destacarse él como guía scout, sino que toda su patrulla Gavilán resultara victoriosa en los diversos campamentos y competencias de exploración. En la universidad PUCMM hizo lo mismo y esa misma fórmula aplicó al llegar a los Estados Unidos de América (EUA).

Al felicitar a Julio, Aseret, Julián y Gabriel, concluyo con tres frases dedicadas al éxito. La primera anónima, pero la había escuchado en Asia: “el éxito perdurable se logra no cuando se comienza, sino cuando se termina”. Asimismo de Colin Powell, político y militar norteamericano USA afirma: “No hay secretos para el éxito, éste se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo de los errores”. Finalmente, la paradigmática oración de Albert Einstein: “si A es el éxito en la vida, entonces A= X+Y+Z. Donde X es trabajar duro, Y es la alegría al trabajar, y Z mantener la boca cerrada”.