La resistencia a la atención primaria, tiene una larga historia, la misma de la mercantilización de la atención médica, que mantiene un sistema curativo altamente ineficiente, sin impacto en la salud, y con un costo multimillonario en copagos y gasto de bolsillo, a expensas de las familias más pobres y vulnerables.
Tras 12 años de dilación, la SISALRIL entregó una propuesta sobre atención primaria que abarca a todos los afiliados al sistema, de los regímenes Contributivo y Subsidiado, centrada en garantizar mayores coberturas para toda la población y en reducir el gasto de bolsillo.
De inmediato la medicina privada mercantil rechazó abiertamente la propuesta, señalando que se opondrá por todos los medios a su aplicación al Régimen Contributivo, bajo el pretexto de que “la propuesta de la SSISALRIL lo que quiere es entregarle la salud pública al sector financiero”.
Si bien la salud pública no debe estar en manos del sector financiero, tampoco debe ser secuestrada por la medicina privada. En materia de salud, no puede haber privatizadores preferidos, ni proveedores públicos ineficientes.
El CMD y ANDECLIP argumentan que con la atención primaria los afiliados perderían la libre elección. En realidad, lo que se pretende es privar a los contributivos de los beneficios de la atención primaria, una discriminación inaceptable, ya que atentaría contra el derecho a la igualdad que establece la Constitución y la propia Ley de Seguridad Social.
Carentes de argumentos válidos y tratando de confundir a la opinión pública, señalan que el aumento de la cápita mensual es para las ARS”. Nada más falso. Ese aumento es, precisamente, para que las ARS contraten y paguen a las PSS por la atención primaria que solo ellas pueden ofertar y brindar. La ley no permite que las ARS presten ningún servicio.
Se multiplican los apoyos al inicio de la atención primaria
Estos argumentos falsos sólo intentan ocultar el verdadero interés mercantil para continuar haciendo jugosos negocios con las enfermedades evitables de los dominicanos. Han multiplicado las expresiones de apoyo de los diferentes sectores de la vida nacional, y de la opinión pública.
El periódico HOY editorializó señalando que “las contradicciones deben ser superadas sin demandas radicales que den a entender que el aporte en cotizaciones obrero-patronales sólo vale como beneficio mercantil”. Y ayer reiteró la “inviabilidad de un sistema de Seguridad Social que carezca de atención primaria”.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que “la implementación de una atención primaria costo-efectiva se ha vuelto primordial para América Latina y el Caribe”, para reconfigurar el sistema y brindar una atención sanitaria eficiente y de calidad”.
La Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), y la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), demandaron la pronta intervención del gobierno para que sean implementadas, una vez por todas, las unidades de atención primaria en todo el territorio nacional.
Igualmente, la Unión Nacional de Trabajadores Dominicanos, la Confederación de Trabajadores Unitaria (CTU) y la Central Institucional de Trabajadores Autónomos (CITA), se pronunciaron a favor de la entrada del primer nivel de atención para todos los dominicanos.
Por su parte, Joel Rodríguez, presidente de la Asociación de Usuarios de la Seguridad Social, apoyó la propuesta de SISALRIL, porque significa un ahorro de los afiliados contributivos, ya que la mayoría gana menos de 18,000 pesos al mes, y el gasto de bolsillo es muy alto.
Finalmente, no puedo ocultar mi asombro ante el silencio prolongado de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS/OMS) paladín, durante décadas, de la atención primaria como el eje del cuidado de la salud. , y gracias a la cual valoré sus ventajas, al constatar su impacto bienhechor en muchos países de América Latina y del mundo.