Por supuesto que el gran tema de hoy es la declarada pandemia del coronavirus. En mi condición de hombre que práctica la Ciencia y la Cultura, por supuesto que he investigado bastante sobre este asunto. Imagino que igual han hecho muchos de mis lectores. No es para menos.

Siempre recomiendo sólo hacer caso a los informes oficiales. Incluso a aquellos temas tratados por supuestos especialistas, lo mejor es tomarlos con pinza y leerlos con lupa. Ocurre que no pocos profesionales de diferentes áreas del Conocimiento, procurando sus quince minutos de gloria, tienden a decir soberbios disparates.

He respaldado las medidas de aislamiento que se han estado implementado en casi todos los países del planeta, entre estos el nuestro.

No crean que se trata de medidas inventadas en la desesperación. Claro que no.

¿Por qué quince días? Según lo que me han explicado diferentes y confiables especialistas, el virus llega a su pico de propagación en unas dos semanas. Si no encuentra la manera de propagarse desaparecería en ese lapso de tiempo.

Desde luego que para lograr el aislamiento tiene que haber una estrategia regional común. Por eso, el presidente Medina, con quien políticamente no comulgo en estos momentos, coordinó correctamente acciones con sus homólogos de la Región del Caribe.

En nuestro país, contrario a lo que cierta prensa europea ha dicho, es minúscula la incidencia del virus de moda. Apenas veinte casos y dos muertes. El contagio local ha sido escaso. El virus que nos ha llegado ha sido de turistas de Europa. Por eso la importancia de prohibir cerrar la frontera. Lo que entraña un tremendo sacrifico para un país cuya mayor fuente de divisa es el turismo.

Sin embargo, nuestras autoridades han entendido que perderíamos muchos más si se tornase calamitosa la salud del gran conglomerado.

Es muy importante entender que las medidas anunciadas serán efectivas si nosotros, en nuestra condición de ciudadanos, ponemos de nuestra parte. Nunca hacer como la señora que llegó de Italia con el virus, se fue a su casa y hasta anduvo en colmados comprando bebidas. Eso fue una tremenda irresponsabilidad que no debería ser perdonada. La salud de todo un país es algo muy serio.

El coronavirus obliga a uno a aislarse. Esto es muy importante en la guerra que debemos librar para aniquilarlo. Hay que cortar la cadena de transmisión inmediatamente.

Pero, como vamos a tener que hacer vida en nuestras respectivas casas, debemos buscar cosas que hacer para no volvernos locos en los próximos quince días.

Varios medios de comunicación han estado recomendando actividades para esta obligatoria cuarentena. Particularmente recomiendo, desde luego, ver películas y leer libros de calidad. No obstante, como dentro de la reclusión esto podría hartarnos, entonces explorar actividades en la cocina es muy conveniente. Exploren la actitud escritural que puedan tener. Mi experiencia indica que las personas tienen más actitudes para escribir de lo que podrían sospechar. Les recuerdo que ser escritor no se estudia. Simplemente se hace.

La creatividad artística ya se está manifestando. Cantantes, actores y bailarines han anunciado que harán actividades desde sus casas. ¡Perfecto!

Hablar por teléfono con allegados siempre es un buen recurso. Sobre todo en estos tiempos en los cuales las videollamadas son tan efectivas. Las Redes Sociales pueden ser de lo más entretenidas.

La reflexión es otros de los recursos de los cuales dispondremos.

Hay muchos otros. Uno de ellos es, si aún podemos, actividad amatoria. El sexo es siempre de lo más encantador en situaciones como las presentes. Por supuesto que si lo van a practicar aconsejo, para lograr la perfecta intimidad, en tu casa primero correr el…

¡Telón!03