Como el pasado martes (12 de agosto) publiqué en este diario un artículo titulado: "Para los maestros no hay becas", en el que llamaba la atención sobre que el Gobierno dominicano casi no otorga becas internacionales a los maestros de educación básica, un gran amigo me hizo llegar el link con una página de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), de Chile, en la cual aparece un reportaje fechado el 14 de agosto con el siguiente título : "CONICYT y BECAS CHILE seleccionan a 60 Profesionales de la Educación para Becas de Magíster en el Extranjero".

En dicho reportaje se informaba lo siguiente:"Los seleccionados corresponden a profesionales de la educación que se desempeñan en establecimientos de educación subvencionados (municipal, particular subvencionado o liceos…)".

Y en otro párrafo agrega: "Los postulantes que accedan a este beneficio podrán iniciar estudios en universidades extranjeras en las distintas áreas de la educación, como Currículum, Evaluación, Gestión Escolar, Aprendizaje, Profundización de Áreas Disciplinarias, Pedagogía Didáctica, Convivencia Escolar, Formación Valórica, Enseñanza del Inglés, entre otras)".

Este programa de becas para  maestros tiene varios años funcionando en Chile y su alcance es más amplio de lo indicado, puesto que aparte  CONICYT y el programa BECAS CHILE, también se ofrecen decenas de otras becas anuales a cuenta de la cooperación de gobiernos amigos y organizaciones internacionales independientes.

Más aun, con el objetivo de crear capacidad endógena para formar localmente a sus maestros, el Gobierno chileno también financia  la formación de doctores en diferentes áreas de ciencias de la educación en universidades de los Estados Unidos, Canadá y Europa.

Este tema es de gran actualidad en nuestro país, porque se tiene claro que una debilidad principal de nuestro sistema educativo es la pobrísima preparación del maestro, lo cual, de paso, evidencia el fracaso de los programas de formación de maestros que prevalecen en nuestras universidades e institutos, porque "por sus frutos lo conoceréis".

Entonces, las becas que otorga el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) constituyen una ventana que debería aprovechar el Gobierno a través del Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) para formar maestros en ejercicio y a los futuros  maestros de los maestros.

Es simple, a través del programa de  becas internacionales que dirige el MESCyT desde hace más de una década, el país debió ya haber recibido a cientos o miles de maestros titulados con maestrías o diplomados de universidades extranjeras y, también, a cientos con doctorado en ciencias de la educación.

Jóvenes especialistas,  con intelecto fresco y entrenado por la ciencia rigurosa y actualizada. Libres de prejuicios ideológicos e intelectuales, capaces de dedicarse a la delicada tarea de formar a las nuevas generaciones de maestros y, de paso, sacudir hasta la quiebra los anquilosados paradigmas pedagogicistas que durante décadas han dominado la rutina de nuestras facultades e institutos.

Porque, como reza un proverbio chino: "Para salir del hoyo, lo primero es dejar de cavar hacia abajo".