Toda actividad productiva remunerada debe tener su justificación en la satisfacción -para quien la ejecuta- no solo de sus necesidades básicas personales, sino que debe perseguir lograr el mayor grado de felicidad posible tanto del trabajador como de su familia, que se traduzca en bienestar para la sociedad en sentido general.
Pero toda actividad laboral implica factores de riesgos presentes en el ambiente, que de no ser eliminados o controlados podrían terminar afectando la salud de los trabajadores y provocar pérdidas materiales que terminan disminuyendo el patrimonio de los empleadores.
La prevención de los accidentes de trabajo requiere de inversión de recursos por parte del empleador y la participación activa de los trabajadores. Los estudios demuestran que la inversión en prevención equivale a una parte mínima de los costos que resultan como consecuencia de los accidentes consumados.
Quienes han estudiado a profundidad los accidentes de trabajo expresan que conllevan costos económicos directos para el trabajador, empleador, la familia y la sociedad, pero también costos encubiertos y subjetivos de dolor y sufrimiento para el trabajador y su familia.
Costos para el empleador:
1.- Tiempo perdido por el trabajador lesionado.
2.- Tiempo perdido por los trabajadores que observan o intervienen en las labores de auxilio del lesionado.
3.- Tiempo perdido por los supervisores y personal administrativo en diligencias de asistencia al trabajador lesionado y los arreglos para la continuidad de las labores.
4.- Costos por los daños a instalaciones, materiales, maquinarias, equipos y herramientas, etc.
5.- Pagos de indemnizaciones y gastos médicos no cubiertos por la Seguridad Social.
6.- Pérdida e incumplimiento de entrega de productos terminados.
7.- Inversión en contratación y capacitación del trabajador sustituto.
8.- Disminución de la imagen de la empresa que podría traducirse en pérdida de clientes.
Costos para el trabajador:
1.- Dolor y sufrimiento por la lesión causada por el accidente.
2.- Disminución del salario base y de los beneficios y compensaciones dejados de percibir.
3.- Gastos para la atención médica no contemplados por la Seguridad Social.
4.- Disminución de ingresos por retorno a trabajo limitado por disminución de las capacidades físicas o mentales.
5.- Disminución de la probabilidades para su desarrollo personal y profesional que afecta negativamente su calidad de vida.
Costos para la familia:
1.- Disminución de ingresos y aumento de gastos en atenciones médicas y de rehabilitación adicionales del trabajador lesionado.
2.- Sufrimiento por las lesiones o pérdida del trabajador afectado.
Costos para la sociedad:
La sociedad también se ve afectada con cada accidente de trabajo que ocurre, con los gastos en que se carga al Estado, la pérdida o disminución de la productividad, muertes prematuras; discriminación laboral, entre otros.
Ya lo hemos dicho, todo lo que se haga por la promoción de salud y la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales más que un gasto es una inversión rentable.