El cambio del modelo económico de la República Dominicana es un tema que siempre ha estado en el centro del debate económico en los últimos años. Desde de la década de los 80, impera en el país el modelo de una economía de servicios, dejando de lado el modelo de Industrialización de Sustitución de Importaciones (ISI), que no alcanzó el desarrollo esperado, debido a la personalización del dictador, que no permitió un desarrollo sostenido de la acumulación de capital para de esta forma expandir el desarrollo industrial del país de forma granular.

El modelo de una economía de servicios fue implementado en una economía con una base industrial débil. Por tal razón, debido a las diferentes mutaciones que ha sufrido el modelo como, por ejemplo, una economía de servicios basada en las exportaciones quedó desgastado por varios choques externos importantes. Y, la siguiente mutación de un modelo de economía de servicios basado en el consumo, auspiciado por el alto nivel de apalancamiento tanto público como privado ha quedado seriamente debilitado por la crisis financiera de 2008 y la pandemia del Coronavirus.

  Sin dudas, la economía dominicana se verá fuertemente golpeada por el impacto de este evento de cisne negro, que es el Coronavirus, que amenaza de manera latente el aparato productivo. Y, la mejor forma de contrarrestar los efectos devastadores de esta crisis es impulsando el sector agropecuario, a través de la producción de productos de ciclo cortos, tales como vegetales, frutas, granos y algunas carnes (carne de pollo), no solo para abastecer el mercado sino para exportar a los distintos mercados, como los Estados Unidos y Europa.

Vegetales: Debido a la caída del consumo de vegetales por parte de los hoteles, fruto del colapso del turismo por la pandemia del Coronavirus, la República Dominicana tendrá vegetales suficientes para abastecer el mercado interno y exportar a su mercado más importante que son los Estados Unidos. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ese país importó solamente en vegetales US$ 12,743 millones en 2017. Después de México y Canadá, China fue el tercer país que más vegetales le vendió a los Estados Unidos con US$ 736 millones. Como sabemos, estamos geográficamente más cerca de los Estados Unidos que China, por ende, podríamos aprovechar e ir reemplazando a ese país en ese producto.

Frutas: como la lechosa, fresas, entre otras. Aunque, los Estados Unidos produce el 70% de la lechosa que consume, solo en el 2015, los Estados Unidos importó unos 1,500 millones de libras de lechosa, lo que representa una cifra récord para este producto. En el 2017, los Estados Unidos en frutas importó US$ 18,383.1 millones, siendo después de México, Chile y Guatemala los países que más exportaron frutas a los Estados Unidos ese año por un valor de US$ 2,037. 7 y US$ 1,221.9 millones, respectivamente.

Carnes: La producción de pollo con vocación exportadora sería de gran ayuda para el país.  Los Estados Unidos importó en carnes, US$7,522.7 millones en 2017, después de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, fueron los países que más exportaron carnes a los Estados Unidos durante ese año, para un total de US$ 2, 064.8 y US$ 1,118.3 millones, respectivamente. 

Granos: El país cuenta con el potencial de producir granos de ciclo costo como habichuelas y guandules, que no solo servirán para abastecer el mercado interno sino también para exportar a nuestro principal mercado, que son los Estados Unidos. Solo en 2017, los Estados Unidos importó en granos US$10,860.8 millones, siendo Tailandia el país que más exportó granos a los Estados Unidos, después de México y Canadá, por un valor de US$ 589.6 millones.

Solamente, en estos cuatros rubros los Estados Unidos importó productos, por un valor de US$49,509.6 millones en 2017. El crecimiento promedio de importación de estos cuatro rubros en los últimos 10 años es de un 7.1%. Supongamos, que, la República Dominicana logre conquistar un 10% del mercado de esos rubros, y que el crecimiento se mantenga constante en ese rango, a pesar de la situación económica, fruto de la crisis y de la disrupción en la cadena de suministro. El país por concepto de exportación de esos cuatro rubros estaría generando divisas en el rango de los US$ 6,000 millones, que, de cierta forma, compensarían las pérdidas por remesas y turismo, esto sería solamente exportando a nuestro principal mercado internacional, los Estados Unidos, que esto podría ser mucho más, si aumentamos aún más nuestra capacidad exportadora a otros mercados importantes en Europa y América Latina.

Sin dudas, el sector agropecuario será el catalizador que impulsará el crecimiento económico del país para superar esta crisis. Es menester, iniciar a impulsar las políticas públicas necesarias para apuntalar este sector, que ha de ser la matriz para cambiar nuestro modelo económico basado en una economía de servicios a uno basado en la economía real.