Debido a la indecisión del Presidente Medina de apostar por un nuevo mandato cerrando el paso al ex presidente Fernández en su deseo de retornar al poder a pesar de su descreditada posición política en las calles, sus propios legisladores ya hablan de "pasar rodillo" y de un sinnúmero de calificativos para denostar un proceso de reforma constitucional que beneficiará a una parte de ellos,  y  que al fin y al cabo en sus mentes lo importante es que el partido de gobierno actual continúe en el poder. Reformar la Constitución solo para una reelección presidencial  en este país es un juego de millones de pesos para muchos.

En ese sentido, sería oportuno y reiterativo decirle a nuestros flamantes legisladores que como se enfrascarán en un nuevo capítulo de reforma a la constitución pues se aproveche también para reformar el código judicial de este país, darle nuevo aires a un Poder Judicial anticuado, viciado, relajado y comprado.

Desconozco si es mucho pedir, o si solo el hecho de este deseo es una quimera para un país como el nuestro y en un momento donde nuestros políticos solo piensan en continuar subidos al tren del poder, pero es necesario hacer algo  urgente por la inexistente justicia dominicana.

La población está harta de jueces que pertenecen y hacen militancia partidista, abogados vendidos, políticos corruptos que montan un circo en juicios inservibles y los que no, continúan con sus actos de corrupción y aquí no sucede nada.   Es inconcebible que el Poder Judicial según dicen algunos tampoco avance por falta de recursos económicos y por una débil o inexistente voluntad para reformar el código penal de todos los involucrados en el ámbito judicial. Ni el Tribunal Constitucional, ni la Suprema y tampoco el Procurador han dicho nada en este sentido, sabiendo ellos que urge un cambio.

Por cierto, tenemos un Procurador que quedó muy mal parado luego del circo de Félix Bautista, donde algunos pensamos que renunciaría  por el mal trago que le hizo pasar su propio partido y compañeros.  No hay renuncia pero tampoco voluntad de amparar y luchar por un nuevo Poder Judicial.

Estoy llena de preguntas:   ¿qué esperan para reformar también el código procesal penal? ¿A quién esperan para acabar con las mafias existentes en el sistema carcelario dominicano, también entre jueces y abogados?, etc, etc…

Los Poderes del Estado en este país están secuestrados por políticos a quienes no les importa nada, salvo reformar para continuar en el poder.