A propósito del inicio de clases se hace relevante el compartir los consejos siguientes: Según la Organización Mundial de la Salud, el cuarenta por ciento de la población mundial sufre algún tipo de problema a la hora de dormir.
Expertos afirman que el sueño contribuye para nuestra salud física y psicológica. Uno de los beneficios del sueño es el descanso para un buen funcionamiento cerebral y su contribución en la recuperación de la salud en casos de enfermedades, ya que el dormir bien proporciona la regeneración celular y contribuye para el buen estado del sistema inmunológico previniendo enfermedades.
Dormir apropiadamente contribuye para el bienestar mental y emocional. Personas que consiguen un sueño satisfactorio poseen una mayor capacidad de concentración, autocontroles y realización de tareas personales y profesionales.
Diferentes estudios han demostrado que un adolescente debe dormir ocho horas diarias corridas sin interrupción y que el 90% de ellos no cumplen con este periodo de sueño. Para los menores de 12 años el periodo debe ser mayor, de 9 a 11 horas mínimo. Para lograr con este cometido los padres deben disciplinar a los menores acostándolos temprano y organizando una rutina diaria con persistencia y perseverancia.
La UNICEF advierte que la nutrición es aun más importante en el desarrollo integral del niño. La falta de vitaminas, proteínas y minerales produce deficiencias en el crecimiento y reduce el coeficiente intelectual, además de causar ceguera y baja inmunidad a las enfermedades, principalmente a las diarreas.
La mala alimentación también disminuye la motivación y la curiosidad del menor, reduce el nivel de juego y de actividades de exploración e investigación, efectos que limitan su desarrollo mental y cognoscitivo por la falta de interacción con el medio ambiente.
La alimentación balanceada debe estar basada principalmente en vegetales, frutas, cereales, carnes, pescado, lácteos y derivados. En especial el desayuno como la comida más importante del día.
Parte del requerimiento de la seguridad social de los países avanzados es hacerse un examen médico dos veces por año de los oídos y de los ojos de cada estudiante. El ministerio de salud pública debe integrarse como parte de los programas de prevención y ponerlo en práctica en el país ya que cualquier problema auditivo o de la vista dificultará el aprendizaje a los estudiantes.
La responsabilidad de padres, maestros, funcionarios de la educación y de la salud pública en estos temas debe ser obligatoria y no es correcto delegarla, pues el futuro de cada niño depende de ello, y por consecuencia el futuro de la sociedad y del Estado.
Esta situación debe de preocupar a los padres para poner mayor atención en ayudar a organizar y establecer horarios adecuados que permitan prevenir y corregir estas malas prácticas de los menores.
Un periodo de sueño adecuado y alimentación balanceada, especialmente el desayuno; de igual manera vista y oídos sin afecciones, son imprescindibles para la salud y desarrollo integral de todo ser humano; además, de un rendimiento óptimo en los estudios por parte de niños y adolescentes. De no tenerlos sería como querer arrancar un carro sin combustible y el motor con desperfecto.