En este mismo medio ha salido publicada la noticia, de que, el Consejo del Poder Judicial, mediante su resolución número 003-2020 ha dispuesto la designación de comisiones compuestas por jueces y servidores judiciales para la transformación del sistema de justicia. Esta medida, la cual considero muy loable, recomendable y necesaria, sin embargo, incompleta. Me explico.
El sistema de justicia no lo componen sola y exclusivamente los jueces y los servidores judiciales, quien así piense, siembra sobre bases insostenibles en el tiempo y sobre todo, sin fundamento ni cimientos que la harán caer como ídolo con pies de barro; el sistema de justicia, lo componen obviamente los usuarios, los miembros del Ministerio Público y sobre todos los abogados, incluidos aquellos que forman parte de la defensoría publica, quienes tenemos, de una manera u otra, el monopolio de la interacción entre la sociedad y este sistema.
Esto quiere decir, sin temor a equivocarnos, que cualquier comisión designada para revisión, reformación y mejora del sistema de justicia, de la cual no formen parte los abogados, a través de las instituciones legales que los representan, y el Ministerio Público como órgano de acusación estatal, y la sociedad civil misma, está trunco, y limitado en su alcance y posible búsqueda de soluciones y enfoques varios de los problemas, que obviamente, tiene el sistema como tal.
Por ejemplo: el traslado de los presos a los diferentes Palacios de Justicia, no corresponde al poder judicial, la responsabilidad de esto se encuentra en manos de la Procuraduría General de la República, a través del nuevo sistema de gestión penitenciario, y de la Dirección General de prisiones, (dicotomía absurda e inentendible), toda vez que múltiples audiencias son aplazadas como consecuencia del tardío o inexistente traslado, a veces interesado, de muchos presos preventivos, quienes incluso, pagan en ocasiones, para no ser trasladados o no ser montados en los vehículos de prisiones, porque no les interesa ser juzgados por la composición del tribunal en ese momento.
Así las cosas, es imposible que, sin el procesado presente, pueda conocerse la audiencia, luego entonces, no sería pertinente, coordinar de manera efectiva con la Procuraduría, Prisiones o el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, la efectiva presencia del interno en la sala de audiencias a una hora determinada, sin falta, para evitar aplazamientos y consecuente mora judicial, entre otros puntos de discusión.
Los abogados somos, aunque despreciados de manera constante, como apestados, (ha sido prohibido incluso que hablemos con los jueces), entes sin los cuales la justicia no puede avanzar, somos la materia prima de esta, y sus auxiliares, así las cosas, debemos participar ineludiblemente, aunque esto haga crispar algunas epidermis judiciales, en cualquier tema en el cual se hable de renovación del sistema de justicia, ya que somos, además de los procesados, quienes lo padecemos diariamente. Habida cuenta de que al final de la jornada, los jueces son también abogados sublimados por el sistema.
La sociedad ni se diga, ya que los agentes pasivos y activos del delito, surgen de ella, y por ello deben ser designados iglesias, clubes, fundaciones que indiquen cómo es posible mejorar este sistema, puede el sistema de justicia, funcionar sin sociedad, que es la parte transversal de este.
Aprovechar este tiempo de España Boba del Covid-19 para mirar más allá de la curva, reiteramos, no solo es loable y necesario, sino que, también, habla muy bien del Consejo del Poder Judicial que preside el Magistrado Juez Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Lic. Luis Henry Molina, quien en su momento fue abogado en ejercicio, por lo que no entendemos, como es posible, que consideren que los abogados no podemos aportar al mejoramiento de un sistema, que tiene oscuridades y luces, pero que juntos podemos adecentar.