Desde antes de cumplir la mayoría de edad me atrajo la política, en 1979 me uní al Partido Reformista, luego Social Cristiano, atraído por la figura seductora de Joaquín Balaguer. En el trayecto hasta 1986 recorrí varias veces el país y deje en carreteras nacionales dos vehículos, al ganar las elecciones asumí puestos públicos y en ellos me vi en la obligación de enfrentar a dos poderosos del circulo mas intimo del Presidente, uno de ellos me bloqueo un ascenso y mas tarde me hizo saltar del puesto. Ambos querían manejar la comercialización y distribución del azúcar a lo que yo me opuse.

Luego de la salida del PRSC del poder, asumí de nuevo el mismo puesto que tuve con mi presidente y de nuevo tuve que enfrentar a un favorito del entorno presidencial prácticamente por el mismo tema. Varias veces he decidido tirar la toalla y dedicarme a mis negocios privados, han sido épocas de tranquilidad para mi familia pero cada vez que veo las acciones de nuestros gobernantes y la forma burda como enfrentan los males que afectan a los dominicanos me pica el gusanito de la política, mas cuando veo a políticos que durante sus largos anos de oposición predicaban rabiosamente en contra de la corrupción y la incapacidad de los gobernantes de turno para luego de alcanzar el poder superar con creces los males a los que combatían.

Tengo varios años en receso, hace poco decidí expresar mis opiniones a través de la prensa gracias a la generosidad de algunos amigos que me han dado la posibilidad de hacerlo en sus medios y en vista de la situación a la que han sido llevados los partidos políticos, con la complicidad de muchos de sus dirigentes, he decidido volver de nuevo a tratar de aportar lo poco o mucho que pueda en pos de lograr mejores épocas para nuestro pueblo, pero desde donde podría hacerlo si el partido al que pertenecí durante mas de treinta anos prácticamente no existe y sus mas conspicuos dirigentes lo han convertido en una bisagra engrasada del partido gobernante?.

Lo lógico hubiera sido hacerlo a través del que se supone sea el principal partido de oposición, al que combatí durante mis años en el PRSC, pero al que hay que tratar de preservar para bien de la democracia, pero resulta que ese partido transita el mismo camino del PRSC y va convirtiéndose en la otra bisagra que mantiene batiendo la puerta para que pasen los peledeistas. Ese partido, el PRD, va camino a la extinción dirigido por una persona sin carisma y altamente cuestionada, con tratos económicos con instituciones estatales que en cualquier otro país le habrían costado por lo menos la renuncia de su cargo partidario, pero que aquí parece no importarle a nadie, empezando por el propio cuestionado.

Ante tal panorama el único camino que nos queda a los que deseamos cambiar el rumbo de inseguridad, desempleo, miseria, hambre y endeudamiento que lleva el país, es sumarnos a la Convergencia de partidos que se gesta como valladar para enfrentar a un todopoderoso PLD.

Ya yo me decidí y estaré en el lugar que me asignen para cumplir modestamente con mis tareas, espero por el bien de la Nación que todos los que están preocupados ante el porvenir desolador que nos aguarda den el paso al frente y se unan también a la tarea de desplazar del poder a la logia embebecida de poder y de recursos obtenidos fraudulentamente al amparo del poder.