Hasta que participé en la conferencia magistral del profesor Roberto Cassá no había caído en cuenta en por qué son casi inexistentes las documentaciones del gobierno colonial haitiano de 22 años en República Dominicana. Los textos históricos se limitan a la Independencia Efímera proclamada por José Núñez de Cáceres y la llegada del ejército invasor. Después hay un vacío como si todo se lo tragara la tierra. Vuelven a aparecer informaciones un poco antes de la proclama independentista, pero imprecisas. El director del Archivo General de la Nación (AGN) dedicó parte de la exposición a explicar que a pesar del largo tiempo que los dominicanos fueron colonia haitiana, un hecho de esa naturaleza no dejó testimonios. “Los documentos son mínimos, hay mucha oscuridad”, puntualiza el historiador. La conferencia “Duarte y la Independencia Nacional de 1844”, se realizó en la sede del AGN.
Cassá atribuye la falta de documentos a que el gobierno haitiano aplicó la censura y no permitió la publicación de periódicos o revistas, que es una forma de registrar los acontecimientos de los pueblos. Son escasas las documentaciones tanto de cronistas dominicanos como haitianos. El historiador que mejor registra algunos hechos sobre la época colonial es el haitiano Thomás Madiu (hijo) (Histoired’Haïti, Années 1843-1846), pero su libro está en francés, no ha sido traducido al español. El texto es poco conocido por los dominicanos. Existe “Un recuento” de Manuel Dolores Galván, secretario de Francisco del Rosario Sánchez, una especie de diario en retrospectiva que da cuenta de todo lo que pasaba en términos políticos del año 1838 en adelante. El historiador dominicano que más ha escrito del tema es José Gabriel García, pero basándose en testimonios orales, es decir, entrevistando a gente que vivió la época colonial. Para el grito de independencia García tenía 10 años, no tenía conciencia de los hechos.
Roberto Cassá está en desacuerdo con “la trilogía” de padres de la Patria, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella. Dijo que la idea “de tres” fue cerrar el paso a los que impulsaban al general Pedro Santana como único padre de la Patria.
Santana era uno de los favoritos para ser padre de la Patria y los demás, que también son meritorios, como héroes de la Guerra de Independencia. Los santanistas decían que los ideólogos son importantes en cualquier proceso, pero las guerras se ganan peleando (la pelea es peleando) en el campo de batalla. Afirmaban que Santana fue el indiscutido paladín de la Independencia: Sus proezas lo elevan al olimpo de los grandes guerreros americanos donde están George Washington, Simón Bolívar, José de San Martín, Máximo Gómez… Esas fueron parte de las motivaciones del expresidente Joaquín Balaguer para llevar al general seibano al Panteón Nacional en el 172 aniversario de la Independencia.
Cassá se opone a la existencia de tres padres de la Patria, pero no deja claro a quien prefiere, aunque indicó que el “más capaz, en término práctico, fue Sánchez”. Sin embargo, aclara que el primero en enarbolar la propuesta de crear un estado soberano fue Duarte, eso no estaba ni remotamente en la mente de los intelectuales ni de la población. Algunos planteaban el regreso al coloniaje de Francia, otros a España. Explica que la llegada de las tropas haitianas contó con el apoyo de la población o no hubiese tenido éxito; pues la propuesta de independencia tardo mucho en incubarse.
Yo agrego, por lo que se puede colegir, que los dominicanos eran felices siendo colonia haitiana y acogieron con beneplácito las reformas que trajeron sus gobernadores, incluyendo la abolición de la esclavitud. Hubo una convivencia pacifica entre dos pueblos hermanos, se desmorona la tesis de los “nacionalistas” que utilizan el cliché de “yugo haitiano” para referirse a la época en que fuimos una provincia de Haití.