Para nuestra nación promover con eficacia un mayor grado de desarrollo y paz, conforme a la visión estratégica del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD, requiere de quienes tienen el sagrado rol de ser padres y cabezas de familias, redefinir sus tareas y responsabilidades sociales, para desbloquear las barreras que obstruyen a la sociedad y al Estado cumplir con sus cometidos más esenciales, sobretodo, contrarrestar la crisis de valores y los alarmantes niveles de delincuencia que a todos por igual nos afectan y agobian.
Sobre estas directrices, prioriza a cargo de los mismos, procurar una consistente labor de saneamiento moral, no sólo para proteger a sus hijos de los serios daños causados por las enfermedades sociales que actualmente nos asechan y golpean, sino también, para lograr en ellos, una fortaleza mental que les permita su adecuada solución, mediante la construcción de ambientes que sean garantes para sustentar un mejor porvenir a las presentes y futuras generaciones.
Accionar que categoriza su relevancia, al contemplarlo como factor engendrador en los padres de una mejor forma de pensar y actuar, con el objeto de lograr en su mayor dimensión, por intermediación de su autoridad y experiencia, orientar y conducir a sus hijos hacia la práctica de la honestidad, la responsabilidad y al cumplimiento del deber, para así aunar voluntades colectivas, creadoras de conductas que armonicen con los derechos y obligaciones de cada ciudadano.
Valor que enmarca el CRD a las pautas trazadas:
Las pautas contempladas, el organismo de desarrollo que agrupa las provincias del la Región Nordeste y el Cibao Central, estima indispensable asumirlas como de un incalculable valor, al ponderarlas como columnas claves para promover la seguridad ciudadana y el bienestar integral de manera confiable
Esto así, al entender que las tareas sociales de los guías y mentores de los núcleos familiares, hoy en día, sobrepasan los objetivos de alimentar, cuidar y dar una profesión a los hijos, al tener entre sus principales exigencias, la formación de éstos para que desarrollen sus vidas sin corromperse, con el propósito innegociable, que sean mujeres y hombres de bien, dignos ejemplos de civismo y dignidad.
Proceder que enmarca como palanca principal, para impulsar los cambios que en todos los órdenes amerita nuestra nación, con el propósito de establecer las reglas en las que deben descansar la implementación de las transformaciones necesitadas por sus estamentos sociales y políticos, destinadas a vencer sus debilidades y fragilidades.
Metas éstas que al visualizarlas vitales, para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) dan razón de ser a la existencia social de cada padre y cabeza de los núcleos familiares, al conducirlos hacia un sendero de rompimiento con la indiferencia y la inercia, a fin de concentrar esfuerzos en las familias y todas nuestras instituciones, edificadores de conductas y estructuras al servicio de la solidez moral e institucional de República Dominicana y las demás naciones del mundo.