Según la teoría marxista, la conciencia de clase es el reconocimiento de los miembros de una clase social determinada (i) de que se es miembro de dicha clase; que la misma tiene ciertos intereses; (ii) que la sociedad esta compuesta por varias clases con intereses a veces opuestos; y que cada una actúa acorde a los mismos, chocando entre ellas. Este es el fundamento de la teoría del materialismo dialectico, y según su autor es lo que gobierna las relaciones sociales.
En consecuencia, de acuerdo a los autores de dicha escuela, todos lo que dependen de los medios de producción preferirán un sistema socialista, mientras que los propietarios de la producción preferirán el capitalismo no regulado. De nuestra parte, no compartimos dicha conclusión, porque, en nuestra opinión, hay muchos factores a considerar al estudiar las preferencias políticas de las personas.
Si fuera absolutamente correcta dicha teoría ¿no significaría que los partidos políticos socialistas deberían ser los más numerosos siendo sus propuestas y postulados acordes con los intereses de la mayoría dependiente?
La sociedad dominicana ha demostrado ser terreno fértil para el clientelismo, y esto se evidencia en la compra y venta de voluntades durante las campañas electorales. Acción perniciosa para el desarrollo, pues ayuda a perpetuar la miseria como medio de obtener poder político. También ilegal, autocrática, y fomenta el paternalismo como mecanismo de alivio a los problemas sociales.
Es importante preguntarse, si quienes se constituyen en materia prima del clientelismo están conscientes de su clase, o simplemente las crueles necesidades en las que se ven envueltos los obligan a venderse en las elecciones.
Se afirma que la miseria y la falta de educación, característica que hace posible la transacción político-comercial, es la razón del desarrollo clientelista. Pero, ¿no será que el pueblo ha comprobado que su utilidad se limita a las épocas electorales, y que sólo en ellas puede obtener algo de lo que se le ha negado? Un accionar pragmático con características dialécticas que bordea la conciencia de clase.
Es decir, conscientes de constituir una clase dependiente de los medios de producción, carentes de recompensas por sus esfuerzos, dan así razón a las aseveraciones de Evelina, en sus cartas redactadas por el Dr. Moscoso Puello, cuando decide circunscribir sus esfuerzos y lucha a los momentos en que el clientelismo recobra su accionar y el voto adquiere valor material.
Entonces, el Pesimismo se constituye en un mecanismo pragmático materialista de lucha de clases, y mantiene en el poder al que pude pagar. De esta forma se eliminan los esfuerzos para lograr políticas públicas que desemboquen en el adecentamiento de la vida del dominicano y de sus descendientes.