"El arribo de la máquina marcó el hito más importante del proyecto desde que el Departamento de Transporte de la Florida y el CONCESIONARIO privado que construirá el túnel llegaron a un acuerdo definitivo a finales del 2009."
Los dominicanos -con raras excepciones- saben lo que es un concesionario. Por antonomasia apuntan hacia el distribuidor de vehículos automotores que tiene el permiso o licencia para vender determinadas marcas de vehículos, así hacen tangible la figura jurídica que este contrato representa.
Es fácil adivinar que en esta sección se trata de estudiar lo que es un concesionario. Como sucede muchas veces en el examen de estos significados no se puede dirigir la mirada hacia el tema de manera directa sin pasar antes por el verbo y otras palabras relacionadas. Eso se hará en esta sección.
El verbo en sí mismo conduce a la idea de dar, otorgar merced y gracia. Es en materia de argumentos convenir en algún extremo con los argumentos que se oponen. Por último es atribuir –reconocer, diría yo- cualidad o condición a algo a alguien.
En ningún diccionario de sinónimos se ha conseguido encontrar que concesión sea sinónimo de contrato. Cuando se trata de una obra, especialmente de gran importancia o gran presupuesto la obra se otorga mediante concurso abierto al público y se materializa mediante un contrato. El contrato es el documento en el cual se estipulan las condiciones.
Durante largo tiempo en República Dominicana a los contratos de obras públicas que el gobierno otorgaba se les conocía como "contratas". El femenino en este caso establecía la diferencia entre el convenido entre el gobierno y un particular del que los individuos celebraban entre ellos.
El sustantivo concesión se refiere a dos asuntos principales que guardan relación con lo sustentado aquí. El primero es entre particulares cuando una parte otorga a otra el permiso de vender y administrar sus productos en una localidad determinada. El segundo es cuando interviene lo que la Academia llama Administración -gobierno, entidad pública podría llamarse- y cede a una persona o empresa -persona jurídica privada, diríase mejor- y cede el uso privativo de una pertenencia del dominio público o servicio.
Si se compara ahora lo que es la concesión según lo estipulan el uso y los tratados de la lengua, hay que convenir en que esa figura jurídica está muy lejos de ser lo que ampara a la parte que ejecuta la obra que se menciona en el texto citado.
Por fortuna todos los hablantes y escribientes incurren en errores al redactar. Nadie se salva de este pecado. Como consecuencia de lo anterior hasta los académicos recurren a los correctores de estilo para que le "pasen el lápiz rojo" a lo que redactan para publicación. No obstante lo citado aquí eso no exonera de culpa a quienes no ponen todo su empeño por emplear el mejor español y utilizar los términos más precisos en sus composiciones.
MANEJO
Bombas de insulina, plumas de insulina y monitores de azúcar en sangre son algunos de los dispositivos más recientes que facilitan el MANEJO de la enfermedad a los millones de personas."
En ocasiones anteriores se ha reflexionado acerca del verbo manejar con los "estirones" que el uso diario le da. En esta sección se contrae al sustantivo correspondiente al verbo ya estudiado. La dilatación de los campos semánticos de "manejo" van más allá de lo que puede tolerarse. Aquí se analizará lo que entiende el español aceptado por todos y reconocido por las autoridades como las acepciones pertinentes a manejo. Al final se propondrán algunas soluciones para no tener que exagerar con relación al uso exorbitante del vocablo.
Para comenzar piénsese solo por un instante si las enfermedades "se manejan". Hay que convenir de inmediato en que eso no es correcto. El manejo es la utilización de algo, especialmente si se hace con las manos. Cuando se trata de un asunto, no una enfermedad, es la dirección de este. El uso cotidiano ha generalizado la voz asunto para "treta, intriga o enredo", lo que la RAE llama maquinación. En algunos países manejo es sinónimo de conducción o dirección para los vehículos automotores, aunque la Academia lo mantenga para la dirección y gobierno de los caballos y negocios.
Una vez que se revisan las acepciones de los diccionarios y del español común echa de verse que en nada aparece cosa parecida a lo que se hace con una enfermedad que "se sobrelleva". Con las enfermedades "se lidia" cuando son crónicas. En otros casos "se enfrentan". Esto para evitar tener que escribir que algunas de ellas en realidad se padecen.
En el mejor de los casos en un ejemplo como el de la cita se puede decir y escribir que la enfermedad "se controla". Se favorece este verbo porque se trata de una enfermedad cuya cura se desconoce aún. Como no se puede curar todavía, lo que se hace con la ayuda de los instrumentos que se mencionan en el pasaje es que se controla el nivel del azúcar en la sangre.
Se hace necesario una vez más colocar el acento invisible sobre los hechos de la lengua. Nada más apetitoso para la lectura que una redacción clara, precisa y coherente. Estas cualidades se logran con el cultivo de la disciplina en la redacción con la selección de los términos más precisos y comunes.
MÁRMARA
Los sentimientos son contradictorios cuando una persona que estudia la lengua de su país encuentra que hay una voz que ha pasado inadvertida para los estudiosos de la lengua y, por ende, no consta en los diccionarios.
El vocablo del título se trae como testimonio de un uso que de este se hizo de modo repetido y de los recuerdos de utilización de parte de otros. El hecho de haber sido testigo del empleo de la voz se considera suficiente para introducirla en estos comentarios acerca de la lengua.
En la literatura acerca de la lengua vernácula dominicana solo aparece una referencia a una palabra que puede considerarse relacionada con la del título. Consta la voz parecida en la obra "De nuestro lenguaje y costumbres, de Consuelo Olivier, 1967. Maimará es la voz recogida por la autora de la obra y asienta que significa "gran cantidad".
Se considera que la relación entre esta voz -mentada en el párrafo anterior- y la que se somete a estudio aquí viene por el parentesco de la escritura. No hay que sorprenderse acerca de esta aseveración porque la forma en cómo la recopiladora escribe la voz corresponde a la pronunciación propia de la región del Cibao en República Dominicana. En otra región se pronunciaría marmará.
Las dos voces difieren con respecto al contenido. Mármara es una treta, jugarreta. En la forma en que se la oyó utilizada se la hacía acompañar del verbo hacer: "Le hizo una mármara". En frases exclamativas se la oyó de este modo: ¡Qué mármara le armaron! En este caso debe aceptarse con el valor de estratagema, trampa. "Me vino con una mármara", es otra de las frases comunes que se recuerdan.
Por medio de esta sección se persigue sacar del olvido la voz del título. Ojalá otras personas puedan dar testimonio de la existencia y uso que se hizo o se hace del vocablo estudiado.
ISLETA
". . .analiza a través de un microscopio, un ejemplo de células isletas utilizadas en trasplantes para pacientes con diabetes tipo 1."
Si se revisa el diccionario oficial de le lengua común se topa uno con la triste realidad de que en ese diccionario solo aparece una isleta reconocida e inventariada. Se trata del grupo de árboles aislados en medio de la llanura.
Después del encuentro anterior si se recurre al "Diccionario Clave" puede constatarse que la isleta que este diccionario conoce es una que corresponde a las vías de tránsito. La define ese diccionario en español peninsular de acuerdo con el sitio que ocupa en las vías públicas y las funciones que desempeña.
El "Diccionario de americanismos" de las Academias (DAA) recoge como propio para Panamá la isleta en las avenidas y lo que ofrece es una descripción que trae hasta una frase en letra cursiva. El elemento común a las dos definiciones antes mencionadas son "que deslinda los dos sentidos de circulación de la avenida o calle ancha y que es elevada con relación a la avenida misma.
Cabe aquí que uno se pregunte adónde fue a parar la isleta que se sitúa en medio de las aguas, en el mar, en el océano o, en un río ancho. No sobra que se pregunte el dominicano qué sucedió son el diminutivo -eta que es una terminación conocida en el español corriente que se utiliza mayormente para sustantivos.
Entre los ejemplos de palabras de rancio abolengo están: aleta, avioneta, cajeta, caseta, cuchareta, historieta, lengüeta, libreta, paleta, papeleta, peineta, tarjeta y voltereta. Los dominicanos conocen varias islas pequeñas (isletas) que forman parte del territorio nacional. Hay otra en medio de un lago que debería ser denominada isleta, pero por prurito patriótico recibe el nombre de isla, así se le confiere mayor categoría.
Después de todo este recuento de la isleta hay que volver al punto de partida y señalar que en el texto citado no se trata de nada de este tipo de isla o isleta sobre los que se ha escrito aquí, sino de otra cosa.
Aquí se usa el vocablo como un neologismo científico para llenar un vacío de la lengua española. Es una traducción del inglés "islet" que en anatomía es un pequeño grupo de células que son estructuralmente diferentes de las demás células que las rodean. Hay que detenerse aquí porque de lo contrario sería invadir el terreno de la Medicina.
BANDA
". . .que podía adelgazar sin necesidad de cirugía de baipás gástrico o de BANDA en el estómago."
En una ocasión anterior se centró el interés en el término del título. Esta vez recibirá un tratamiento diferente porque el uso que aquí se hace de la palabra difiere del correspondiente a aquella ocasión.
Aquí se trata de una banda nueva. Es una intervención quirúrgica nueva que coloca una "banda" en el estómago. Para los legos en asuntos médicos esto parece más bien un recurso combinado que ayuda a adelgazar. Se tilda de combinado porque no consiste en cortar partes, sino en atar el estómago con estas dichosas bandas de las cuales hay que ocuparse.
La banda académica no es tan elástica como para llegar hasta este uso. Pero el uso estira las palabras, a pesar de la oposición de la práctica culta. En el caso específico se utiliza banda en el texto citado y le faltó un modificador. En realidad es una "banda elástica" que es una cinta (¿?) elástica, de forma redonda, que se utiliza para sujetar diferentes cosas. En otras ocasiones llaman "tira" a esta forma del material elástico.
En el DAA hay dos omisiones con respecto a banda. Una es la de incluir la RD en la que se refiere a cada una de las dos partes en que se divide longitudinalmente a la res o a un cerdo, cuando se sacrifica. La omisión es que no consta la marca RD para destacar que es de uso en la República Dominicana.
La otra omisión es la banda del pelo que es una cinta que usan las mujeres en la cabeza que generalmente atraviesa la cabeza de lado a lado detrás de las orejas. En el DAA solo consta Puerto Rico con este uso. Se omiten las dos letras RD para denotar que es de uso en dominicano.
Todo el alboroto que se hace en esta sección se contrae a lo que los dominicanos llaman "gomita". En el DAA no se asienta la RD como país en que se usa la voz recién mentada para tira o banda elástica, generalmente circular.
Como puede ya escribirse, el interés en esta sección era destacar las definiciones, los elementos que la componen y las omisiones que existen en el DAA.