Urbanismo bioclimático es un libro escrito por Esther Higueras, al que ya hemos hecho referencia anteriormente en esta serie, y que además nos está sirviendo para compartir algunos de los conceptos que hemos estado viendo en las últimas semanas.

La autora es doctora arquitecta por la ETSAM (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid) y profesora titular de urbanismo en la referida Escuela. Coordina y/o es autora de varios proyectos y publicaciones relacionados con medio ambiente y sostenibilidad en su área de conocimiento original que es el urbanismo. Hechas las presentaciones, continuamos  con los conceptos.

Planificación original

Uno de los postulados fundamentales de la arquitectura bioclimática, del urbanismo bioclimático, de la planificación bioclimática es la planificación original.

A lo que nos referimos con planificación original, no es otra cosa que a la adaptación del proyecto al medio en que será implantado y además con todas sus consecuencias, positivas por demás.

Hacer otra cosa es de necios; es decir, si nos aventuramos a planificar de espaldas al medio (natural, social, cultural, etc.), nos pasará factura como al hombre necio que su casa la construyó sobre la arena, sin tomar en cuenta el medio físico para proyectar la cimentación; contrario al hombre sabio que su casa la construyó sobre rocas y adaptó su vivienda a esta sólida base.

En urbanismo los errores, así como los aciertos,  se proyectan a escala de ciudad…nunca mejor dicho. Es por esto que al recoger las palabras de Higueras de que “a cada lugar una planificación”, encontramos el eco necesario para nuestro discurso de la planificación original y no importada desde otros medios con soluciones adaptadas al lugar de origen. 

Esto último, de adoptar y adaptar soluciones desde medios diferentes, no es un error en sí mismo, pero siempre que se haga con un criterio local, es decir planificando desde el origen de las condicionantes de diseño. Hablando en plata, planificar la circulación y el transporte para Madrid, no es igual que hacerlo para Santo Domingo, ni para Madrid es lo mismo que para  Amsterdam, Freiburg o Duvergé.

Continuando la línea argumental, veamos lo que nos plantea E. Higueras.

Los principios generadores del urbanismo bioclimático se pueden resumir del modo siguiente.

A cada lugar una planificación, mediante:

– Un trazado viario estructurante que responda a criterios de soleamiento y viento local (jerarquía y sección transversal).

– Calles adaptadas a la tipografía, buscando las orientaciones óptimas.

– Zonas verdes adecuadas a las necesidades de humedad y evaporación ambiental (en superficie, conexión y especie vegetales apropiadas).

– Morfología urbana de manzanas que generen fachadas bien orientadas y una adecuada proporción de patios de manzana según el clima.

– Parcelación que genere edificios con fachadas y patios bien orientados.

– Tipología edificatoria diversa y adecuada a las condicionantes del sol y viento del lugar.

La semana próxima continuamos con el análisis de estos principios.