Los datos hasta el mes de abril muestran que el déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) estimado de 1.7% del PIB para el 2019, no se cumplirá. Tampoco la meta de endeudamiento.
A pesar de los grandes esfuerzos de la DGII para mejorar las recaudaciones y reducir la evasión y el fraude fiscal, el gasto publico en un año preelectoral tiende a dispararse por el intenso nivel de proselitismo para promover la reelección del presidente Medina.
Las cifras muestran que al mes de abril el déficit era casi cero, mejorando respecto a marzo que cerró en 0.025 del PIB. Pero eso fue por la fuerte caída en los gastos de capital, menores pagos de intereses y una recaudación alta, superando en unos 14 mil millones la del mes de marzo, debido a las declaraciones de ISR.
Pero ese comportamiento es circunstancial y a partir de mayo el déficit volverá a crecer y a mayor velocidad que en los primeros 3 meses del año sí hay una vía de escape para legitimar la reelección. Estimamos que al cierre del 2019 este indicador rondará entre 2.5% y 3.5% del PIB. El déficit consolidado podría acercarse al 5% del PIB, reeditando el desastre del 2012.
Sin embargo, si la reelección no va entonces es probable que el déficit del SPNF se amortigüe y termine en alrededor del 2% del PIB, ligeramente por encima de la meta.
Lo mismo sucederá con el endeudamiento interno y externo. La meta US$4,443 millones (5.4% del PIB), se quedará corta si hay reelección, porque el afán de gastar y hacer obras con fines proselitistas va a generar grandes cantidades de recursos que el gobierno no tiene. Reiteramos que podría repetirse el escenario del 2012, porque el presidente Medina bajo ninguna circunstancia perdería unas elecciones siendo presidente aun el PLD se debilite por una crisis interna.
Ya el Banco Central soltó dinero para reanimar la economía que mostraba signos de ralentización. Otra señal de que nada puede manchar el buen rostro del crecimiento en un año en que se decide la suerte del primer mandatario.
O sea, la economía durante el resto del año y mediados del 2020, dependerá fundamentalmente de lo que pase en el ámbito político.
Es la realidad en un país donde casi todo gira alrededor del gobierno. Un gobierno que gasta mal, que funciona mal, que administra mal y promueve el mal. El mal de la corrupción.
Este es un mensaje claro a los agentes económicos, empresarios, entidades financieras y consumidores, estén o no a favor de la reelección, sobre lo que pasaría si se modifica la Constitución para permitirla.
Nos conduciría a una debacle que desestabilizaría la economía y pondría en riesgo la gobernabilidad.
Y esto es lo predominante a la hora de decidir sobre el tema, porque la mayoría de la gente (especialmente la facción del PLD ligada a Danilo Medina) apenas percibe estos riesgos porque su interés fundamental es permanecer en el poder, aunque la isla se hunda.
Como me dijo un amigo danilista “Malkun, esa crisis de la que tu hablas puede ser cierta y de hecho lo es, pero seguir en el poder es lo primero y después arreglamos el desastre CON UNA REFORMA FISCAL”. Aja