I.- Mi posición ante la Revolución Cubana
1.- En todo el curso de mi existencia, con más de ochenta años de edad, he actuado apegado a lo que son mis convicciones filosóficas, creencias políticas e ideales. He accionado apegado a lo que creo, sin escepticismo alguno.
2.- No tengo ninguna duda de que durante el proceso revolucionario cubano, se han cometido errores, y de seguro se incurran en otros más, porque quienes lo dirigen son seres humanos llamados a equivocarse. Ellos no son infalibles, pueden fallar.
3.- Pero, por encima de sus desaciertos, valoro positivamente la Revolución Cubana, por estar impregnada de amor al ser humano; a su dignidad y preocupación por el bienestar e integral desarrollo material y espiritual.
4.- La Revolución Cubana, ha alcanzado para el pueblo cubano, logros que bajo el capitalismo ningún país ha obtenido, a pesar del bloqueo económico, financiero, marítimo, aéreo y diplomático, que Estados Unidos, le ha impuesto por más de 60 años.
5.- Cualquier persona bien nacida, decente y con sano juicio, tiene posibilidad de conocer lo que la Revolución Cubana, ha hecho en educación y salud para el pueblo. Ningún otro país está en condiciones en tan corto tiempo de exhibir los logros como Cuba.
6.- No estoy obligado a convertirme en un estúpido para creer que el modelo económico que predomina en Cuba, es el causante de la escasez, de las dificultades que afectan a la población cubana.
7.- La persona de pensamiento libre, no condicionada por los ideólogos del imperio, sabe que los problemas que lesionan al pueblo de Cuba, no son sistémicos, sino creados por el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
8.- Todo pueblo de América Latina y el Caribe, que decida liberarse de las cadenas oprobiosas del colonialismo, el subdesarrollo y la dependencia, será golpeado por el imperio, de la misma forma que lo ha sido Cuba.
9.- Los intereses monopolistas norteamericanos, no van a cesar en su empeño de que desaparezca la Revolución Cubana, y para tal fin aplicarán los métodos y medios más despreciables.
II.- Para defender su Revolución, el pueblo cubano tiene: Estado, Gobierno, Partido y Organizaciones de masas
10.- En Cuba, durante muchos años, el Estado y el Gobierno de las minorías, siempre fueron utilizados para acallar, aplastar y oprimir a las grandes mayorías, a los trabajadores, a los campesinos sin tierra, en sentido general, a las masas populares cubanas.
11.-El Estado de nuevo contenido social, y el Gobierno integrado por fuerzas políticas que en Cuba nunca habían estado en el poder, tienen hoy auténtico carácter popular y el legítimo derecho de defender al pueblo.
12.- Los Partidos políticos, son asociaciones que expresan y defienden intereses de determinadas clases. El Partido Comunista de Cuba, está integrado por trabajadores y su objetivo es defender a sus representados y a todo el pueblo. Por su naturaleza, esencia y composición, los partidos comunistas, ya en el poder, son instrumentos de lucha para abogar, proteger y, en todo caso, salvaguardar lo que es favorable para la mayoría de la población.
III.- Ante los provocadores, accionar en firme
13.- En Cuba, el Estado, el Gobierno y el Partido, tienen como misión mantenerse en pleno desvelo. Cuidar con suma vigilancia, y no abandonar en ningún momento la defensa del pueblo cubano, sus intereses cardinales, la soberanía e independencia.
14.- En ejecución de la Doctrina Guerra de Baja Intensidad, el imperio, nuevamente, y en su continuidad desestabilizadora, procura indisponer, desunir, emponzoñar a cubanos contra cubanos y, a la vez, desnaturalizar y hacer confuso el claro proceso revolucionario que se desarrolla en Cuba.
15.- Hay que enfrentar sin contemplación a los antisociales, espías, saboteadores y conspiradores, que actúan como quinta columna, listos para colaborar con los enemigos de la revolución.
16.- Mi identificación con la Revolución Cubana, no tiene nada de fanatismo, entusiasmo de senectud, ni intransigencia trasnochada. Trato de ser un ser humano ecuánime y sereno en mis razonamientos. No me creo portador de la verdad absoluta.
17.- Hago la observación de que este artículo lo he escrito al momento de partir hacia el extranjero, en procura de determinar la certeza de mi estado de salud.