Me llamaba la atención la iglesia episcopal San Andrés, ubicada en la calle Marcos Ruiz  (La 20) cerca de la avenida Duarte. Pasaba frecuentemente frente al edificio cuando iba camino a donde mi tía Carmita o a la sede de la CASC, ambas en la calle Juan Erazo de Villa Juana. Aquel templo, erigido a finales de los 60, tenía una arquitectura que descollaba en su entorno,con una cita de la Biblia en letras enormes.

También tenía interésen conocer de cerca a los episcopales, una iglesia tan parecida a la católica. Desde  pequeño me había fijado en la iglesia episcopal de San Esteban, en la avenida Independencia, pero nunca había entrado. Como católico recelaba de todo lo que dijera ser o pareciera protestante. Me recordaba un canto anti-protestante que nos ponían a cantar en los días finales de la dictadura: “Viva Dios que nunca muere y su  santa religión. ¡Fuera, fuera protestantes, fuera,  fuera de la Nación!”

Sin embargo, esa prédica de odio no germinó en mí. A finales de los 60 y comienzos de los 70 mi mejor amigo, Ángel Antonio Peña, era un ferviente pentecostal. Con  frecuencia lo acompañaba  a su iglesia, la Iglesia de Dios, en la calle 18 de Gualey. Allí hice amigos entrañables, como el luego pastor Andrés Eduardo Rincón y su entonces novia Nurys; Gabino y Noemí, Altagracia.

Sabía que los anglicanos tenían tener al Papa en gran aprecio. Aunque, solamente lo reconocían como primus inter pares (primero entre iguales) entre los apóstoles. Los anglicanos se considerancatólicos, pero no romanos, evangélicos, pero no protestantes.

Pues bien, un día temprano en que caminaba por la  20, para acabar con mi curiosidad entre a la  iglesia San Andrés.  En ese momento se celebraba la misa. Me sorprendió la similitud del rito con respecto a la católica, con los ornamentos verdes propios del tiempo, la casulla y todo eso. Pero, el templo estaba vacío, únicamente con el solitario celebrante. Era poco más de las 7:00 de la mañana.

Telésforo Isaac
Telésforo Isaac

Al finalizar la ceremonia, el sacerdote se dirigió rápida y directamente a mí, me imagino que movido para ver de cerca al inesperadovisitante. El sacerdote resultó ser Telésforo Isaac, quien iniciaba la que sería una  larga trayectoria como primer obispo dominicano de la iglesia Episcopal.Conversamos brevemente. Muy amable y cortés, me preguntó, obviamente, mis razones para entrar a  la  iglesia. Sin usar ningún  recurso agresivo de esos  propios de las sectas protestantes, me invitó a seguir asistiendo al templo.

Sobre la Iglesia Anglicana

La Iglesia Anglicana, a la que pertenecen los episcopales, se define como “una asociación de provincias eclesiásticas, diócesis, grupos cristianos autónomos e interdependientes, que están en plena comunión con el Arzobispo de Canterbury, el Primado de la Iglesia en Inglaterra, Reino Unido”.

Los términos anglicano y su derivado anglicanismo se originan en el latín medieval Ecclesia Anglicana, que significa Iglesia Inglesa.

El reverendo doctor  Pierre W. Whalon, en su  artículo“La Iglesia Católica Romana y la Iglesia Anglicana: Una breve reseña histórica”, explica:

“Durante el primer milenio de la existencia de la iglesia, solamente había una iglesia. La Iglesia de Inglaterra era una parte de la Iglesia Católica que había existido en la Gran Bretaña desde el segundo siglo AD. Hasta el séptimo siglo, la Iglesia en las Islas Británicas gozaba de una gran independencia de Roma.

Después de la división entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental, en el año 1054 AD, la iglesia inglesa era todavía parte de la Iglesia Occidental bajo la autoridad del Papa como obispo principaL Elprimer indicio de que los ingleses no se consideraban totalmente bajo el dominio de Roma es la famosa línea en la Carta Magna: La Iglesia Anglicana (Ecclesia Anglicana) será libre.

Lo que preparó el terreno para el desarrollo del anglicanismo fueron los problemas con la sucesión del trono inglés. Después que Enrique VII acabó con sus rivales en la sangrienta guerra civil conocida como La Guerra de las Rosas, él y sus descendientes de la familia Tudor tenían un gran temor al retorno de la inestabilidad de aquella época. Su hijo Enrique VIII contrajo matrimonio con una.  En aquel tiempo, Enrique VIII era gran partidario del papado y había proporcionado fondos monetarios al Papa y enviado tropas para ayudar la causa de Roma.

Además, Enrique VIII expresó su propia condenación del luteranismo. En el 1521, Enrique se ganó el título de Defensor de la Fe debido a sus esfuerzos. Este título lo han conservado todos los monarcas ingleses desde esa época. Cuando él determinó que su matrimonio con la viuda de su hermano era teológicamente inapropiado, le pidió al Papa que anulara el matrimonio. Desafortunadamente, el Papa Clemente VII era de la familia Médici, y había perdido una guerra contra Carlos V, que era enemigo de Enrique y sobrino de Catalina, y era su prisionero cuando le presentaron la petición de Enrique.

Los partidarios de ambos lados han tratado de presentar a Clemente o a Enrique en una forma honorable en este asunto. Los dos contribuyeron al desenlace final. Enrique se declaró la Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra en la Tierra, obtuvo la anulación de su matrimonio aprobada por Tomás Cranmer, su Arzobispo de Cantorbery y prosiguió a convertirse en un megalómano y asesino.

Habían suficientes precedentes para otorgarle la anulación que Enrique había solicitada. Clemente lo hubiera otorgado si no hubiera estado enmendado en sus propias intrigas. El hecho de que príncipes como Clemente llegaban a ser Papas es una de las razones principales que condujo a la Reforma Protestante”.

Los anglicanos en República Dominicana

Los primeros anglicanos llegaron al país a fines del siglo XIX y comenzaron a practicar su fe, posiblemente, en pequeños grupos en casas de familias y debajo de árboles en los bateyes de los ingenios del Este.  De Saint Croix, Islas Vírgenes, llegó un anglicano llamado Benjamín Isaac Wilson. Este nació en Fredriksted el 16 de abril de l853. Él mismo declaró que llegó a la República dominicana el 22 de mayo de 1891. Wilson fundó la Iglesia Holy Trinity en San Pedro de Macorís. Construyó un templo y un local para su vivienda.  También ministró en otras misiones en los bateyes de la industria azucarera. Así se inició la presencia anglicana en la República Dominicana.