Las autoridades y representantes de la Asociación de Bancos de la República Dominicana arribaron a un acuerdo a principios de la tarde hoy en relación al cobro del 1% sobre los activos bancarios contenido en el paquete fiscal.

Con este acuerdo se excluyen del activo bancario el encaje legal (en efectivo)que mantienen los bancos en sus cajas y las inversiones bancarias. El impuesto tal y como se propuso, afectaba directamente la rentabilidad de las organizaciones financieras; ahora se reduce la base imponible del impuesto tal y como inicialmente propusieron las autoridades gubernamentales, y el impuesto sólo recae sobre RD$450,000 millones en lugar de RD$775,000 millones del activo que contemplaba originalmente el paquete fiscal; considerando las informaciones financieras dela Superintendencia de Bancos a diciembre del 2010 y asumiendo que estos activos se mantienen en el mismo nivel alcanzado en ese año.

El efecto inmediato de este acuerdoimplica una reducción  de RD$2,700 millones aproximadamente respecto al monto original previsto en el paquete fiscal. Si con el monto original contemplado en el paquete impositivo se corregía el déficit fiscal según la estimación del acuerdo Stand-By(ascendente a RD$33,600 millones para el 2011), entonces es preciso completar el financiamiento del desequilibrio fiscal del paquete en discusión dado el resultado de la negociación del gobierno y los banqueros.

Queda claro a partir de estos acuerdos que los usuarios de los servicios de crédito serán quienes paguenel costo del ajuste fiscal, ya que el crédito resultaría más caro. El acuerdo logra trasladar el impuesto sobre la cartera de los bancos (préstamos) y evita pagar impuestos por sus inversiones y el encaje legal; en otras palabras la carga fiscal se traslada enteramente a los usuarios del crédito y el ajuste fiscal distorsiona el mercado de dinero, cuestión que viola los principios básicos de una política fiscal racional.

Se espera que la inversión y el consumo duradero que se financian con crédito se reduzcan (financiamiento de automóviles y de vivienda).Obviamente, el ajuste de los niveles de inversión y consumodisminuiría la demanda de crédito y se contraería la cartera de los bancos. Podría incluso aumentar el riesgo de su cartera de crédito, aumentando los requerimientos de provisión para cubrirlo. Se estima que los ingresos públicos estimados por la aplicación de este gravamen podrían reducirse, planteando nuevos ajustes a las autoridades para cerrar la brecha fiscal.

Pero al caer la demanda global (inversión, consumo duradero y el gasto público), la oferta tendería a contraerse, afectando de manera general el aumento de las recaudaciones de impuestos, limitando el efecto anti-cíclico de la política fiscal.

Las autoridades gubernamentales aún no comprenden el problema fiscal que enfrentan. En el 2010, el gasto público representó 128% de los ingresos tributarios. Es decir, que existe una brecha de 28% entre ingresos tributarios y el gasto de gobierno en relación a los ingresos por impuestos; lo que significa aproximadamente de RD$68,040 millones. El esfuerzo fiscal equivale a la mitad del monto para resolver las discrepancias entre ingresos y gastos planteado que asciende a RD$33,000 millones. Pero la situación financiera es aúnmás difícil. En efecto, en el presupuesto del 2011 el balance primario solamente cubre los intereses de la deuda externa (RD$12,000 millones), de manera que se presume que losRD$22,000 millones de intereses de la deuda interna se pagarían con  nuevos créditos.

Los gastos recurrentes del gobierno contienen elevados subsidios, transferencias a individuos y a empresas públicas cuyo valor es de RD$82,561 millones para el 2010. Este monto conjuntamente con la amortización de la deuda pública (RD$88,824.9 millones para el 2010) representa el 71% de los ingresos tributarios y la remuneración a empleados (RD$72,254millones) representó 30% de los ingresos tributarios para ese mismo año. Estas partidas consumen la totalidad de los ingresos tributariosdel 2010, de manera que para invertir y poner en marcha una política fiscal anti-cíclica es preciso endeudarse.

Esta situación financiera es insostenible, pero sobre todo compromete el bienestar de las generaciones futuras y coloca asimismo pesados fardos en los hombros de las nuevas autoridades, independientemente de litoral político del que provengan. Pareciera que el gobiernotrata con la misma hostilidad estratégica tanto al candidato oficial como al de la oposición, pero afectando seriamente el bienestar de los dominicanos.