El conflicto de Israel con los árabes empezó a desarrollarse a principios del siglo XX, obedeciendo su conformación a factores diversos, entre los que podríamos señalar, decisiones tomadas a lo largo de este tiempo por actores internos y externos en donde han primado sus distintas visiones, sus aspiraciones encontradas, así como enconos acumulados durante todo este tiempo de guerras y hostilidades, que han asignado a cada una de las partes importantes responsabilidades para convertir a este en uno de los conflictos más intratables de la historia.

 

Con el Acuerdo Sykes-Picot, en mayo de 1916 el Reino Unido y la Tercera República Francesa buscaban definir las esferas de influencia y control de ambos en Medio Oriente en caso de que el Imperio otomano fuera derrotado en la Primera Guerra Mundial. Como efectivamente ocurrió. Los británicos tomarían el control desde la costa del mar Mediterráneo, hasta el rio Jordán, Jordania, el sur de Irak y el área de los puertos de Haifa y Acre (en el actual Israel) lo que daría acceso al Mediterráneo. Los franceses tomaron bajo su control Siria, Líbano, el sureste de Turquía y el norte de Irak.​ Estas potencias eran libres de decidir las fronteras dentro de sus propias áreas de influencia.

 

Al Imperio ruso le tocaba Estambul, Armenia y los Estrechos Turcos (esto es, el estrecho de Bósforo y el de los Dardanelos, que conectan el Mar de Mármara con el Mar Negro, por un lado, y el Mar Egeo con el Mar de Mármara, por el otro). Pero esto no se materializó con el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y el surgimiento de la figura de Mustafa Kemal “el Ataturk” que dirigió la Guerra de Independencia Turca y libró a ese país del control que pretendían las potencias extranjeras al finalizar la guerra.

 

La Declaración Balfour de noviembre de 1917 fue una manifestación pública del gobierno británico en el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, donde se anunciaba el apoyo para establecer lo que llamaban un hogar nacional para los judíos en Palestina, parte entonces del Imperio otomano. La Declaración fue incluida en una carta del ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Arthur James Balfour al barón Lionel Walter Rothschild, líder de la comunidad judía en Gran Bretaña, para que lo comunicara a la Federación Sionista del Reino Unido.

 

A pesar de que la declaración era el primer apoyo público al sionismo (derecho a establecerse en la tierra de Israel), esta comunicación era muy ambigua en cuanto a si contemplaba un Estado judío. No especificaba los límites de Palestina y más tarde el Gobierno británico confirmó que tampoco significaba que la totalidad de Palestina estaba destinada a ser el hogar nacional judío.

 

Mientras la declaración buscaba proporcionar la autodeterminación en Palestina para los judíos de todo el mundo, exceptuaba de la regla de la autodeterminación a los árabes palestinos parte de la gran mayoría de la población local; algo que en 2017 reconoció el Gobierno británico. Casi el 90 % de la población de Palestina, se opuso firmemente a la declaración, esto es la comunidad cristiana y musulmana.

 

El 29 de noviembre de 1947, la resolución 181, de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el plan de división de Palestina, en el que a más tardar el 1 de octubre de 1948 se estipulaba la creación de un Estado árabe y otro judío. Para cuando los líderes judíos declaran la independencia del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948, cerca de 300,000 palestinos habían huido o habían sido expulsados de sus hogares por las tropas judías en un proceso que se conoce como la Nakba, termino árabe que significa: catástrofe o desastre y que se utiliza para designar al éxodo palestino. Los palestinos conmemoran el día de la Nakba como el inicio del éxodo, y es la fecha conmemorativa más importante de su calendario que tiene lugar, un día después de la fecha de creación del Estado de Israel.

 

En 1948, ocurre la llamada guerra árabe – israelí de 1948, resultado de que al abandonar las tropas británicas el antiguo Mandato de Palestina, los ejércitos de Egipto, Transjordania, Siria e Irak se adentraron en Palestina para hacer frente a las tropas israelíes. La guerra concluyó con una victoria israelí y el asentamiento definitivo del Estado de Israel, la ocupación de Cisjordania y Jerusalén Oriental por parte de Transjordania y Egipto ocupó la Franja de Gaza. También, con la expulsión o huida de más de 700,000 palestinos que pasaron a vivir en campos de refugiados de todo Oriente Medio. El Estado árabe de Palestina que se había previsto por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución 181 nunca se concretó.

 

Entre los días 5 y 10 de mayo de 1967 una coalición árabe liderada por Egipto y Siria que en ese momento constituían la entidad política llamada República Árabe Unida, junto a Jordania e Irak enfrentaron a Israel en lo que se conoce como la Guerra de los Seis Días. Egipto desplegó sus fuerzas en la frontera con Israel y bloqueó los estratégicos estrechos de Tiran. Israel respondió con un ataque preventivo sobre la fuerza aérea egipcia. Jordania atacó las ciudades de Jerusalén y Netanya. Sin embargo, al finalizar la guerra, Israel había logrado conquistar la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Oriental con la Ciudad Vieja y los Altos del Golán.

 

Desde el punto de vista militar, Israel obtuvo por primera vez profundidad territorial, que le concedía capacidad defensiva para mantener la artillería árabe lejos de sus ciudades y evitaba así la obligación de realizar ataques preventivos ante cada amenaza, con el consiguientes alto costo de opinión pública. Ahora capitales árabes como Amán, Damasco o El Cairo quedaban al alcance de cualquier incursión rápida de las fuerzas israelíes. Con esta expansión territorial y Israel demostraba capacidad militar y la voluntad para utilizarla.

 

En el plano político la situación no alcanzo igual suerte, pues Israel se convirtió en potencia ocupante permanente de una población árabe muy agreste, lo que vino a estimular el nacionalismo palestino, creando nuevas amenazas en los territorios ocupados, alejando toda perspectiva para una solución negociada a corto plazo.

 

Otro evento antecedente, es la guerra del Yom Kipur de 1973, conflicto bélico liderado por Egipto y Siria contra Israel, con el propósito principal de recuperar el Sinaí y los Altos del Golán del poder israelí. Esta guerra también tuvo consecuencias de largo alcance. El mundo árabe, que había sido humillado por la derrota en la Guerra de los Seis Días, se sintió reivindicado en términos psicológicos por los primeros éxitos en el conflicto. En Israel, a pesar de los impresionantes logros en lo militar, esta guerra los llevó a reconocer que no había garantía de que siempre dominaría militarmente a los Estados árabes. Es esta nueva realidad la que allana el camino para el proceso de paz subsiguiente con la devolución del Sinaí a Egipto.

 

Así llegamos, a los Acuerdos de Camp David de 1978 que, con la mediación del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter firmaron el presidente egipcio Anwar el-Sadat y el primer ministro israelí Menájem Beguín con el cual firmaron la paz Egipto e Israel. Lo que vino a ser el primer reconocimiento pacífico de Israel por parte de un país árabe, dejó otras consecuencias, como el rechazo del mundo árabe, incluido los palestinos a este acuerdo. Y la fractura del mundo árabe y musulmán que se manifestó en el enfrentamiento entre Irak e Irán en 1980 y el asesinato de Anwar el-Sadat en 1981.

 

En 1993, los Acuerdos de Oslo, entre el Gobierno de Israel dirigido por Yitzhak Rabin y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), buscaban ofrecer una solución permanente en el conflicto palestino-israelí. Yasser Arafat, fue reconocido como representante del pueblo palestino y firmó la Declaración de Principios con Israel como parte del proceso de paz, en el cual se acordó la retirada de Israel de los territorios ocupados, el derecho a autogobernarse los palestinos y la renuncia al terrorismo por parte de la OLP contra Israel. Estos acuerdos se complementaron con los acuerdos de Oslo II de 1995.

 

El proceso tuvo un punto bajo con el asesinato de Yitzhak Rabin y el fracaso definitivo vino cuando Yasser Arafat y el primer ministro Ehud Barak que sustituyo a Yitzhak Rabin no llegaron a un acuerdo en Camp David en julio de 2000 sobre la propuesta, tal vez, la más seria hasta ahora. Si bien, Ehud Barak no hizo ninguna oferta formal por escrito a Arafat, los palestinos, no fueron capaces de presentar una contrapropuesta propia.

 

Con la victoria de Hamás en las elecciones parlamentarias de 2006 y arrebatarle el control a Fatah en la Franja de Gaza en junio de 2007, el territorio controlado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se ha dividido entre Fatah, también llamado Al Fatah, organización político-militar palestina de Yasser Arafat, componente principal de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en la zona ocupada de Cisjordania y la Organización Hamás en la también zona ocupada de la Franja de Gaza. Esto provocó la terminación del gobierno conjunto de la Autoridad Nacional Palestina.

 

Para el 8 de julio de 2014, estalló un conflicto de gran envergadura en la Franja de Gaza, conocido como, el conflicto entre la Franja de Gaza e Israel de 2014. Empezó con el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes en un asentamiento en Cisjordania en junio de 2014. Israel culpó a Hamás de los hechos, pero la reacción de Hamás fue ambigua, mientras unos lideres negaron la implicación, en una conferencia en Turquía, un alto líder de Hamás, habría admitido que el propósito era provocar una escalada del conflicto que condujera a un levantamiento palestino. El escenario se fue complicando, con la generación de protestas de israelíes y palestinos, disturbios y un aumento significativo en los lanzamientos de cohetes entre Israel y Gaza.

 

Finalmente, tras 50 días de combates, Israel, Hamás y los otros beligerantes aceptaron una tregua indefinida lograda por mediación egipcia el 26 de agosto. El alto el fuego se basaba en la apertura de todos los pasos fronterizos y la rápida entrada de ayuda humanitaria y de medios para la reconstrucción, pero, esto no ocurrió. Del lado palestino hubo poco más de 2,000 muertos y más de 10,000 heridos. Así como más de 400,000 desplazados. Por su parte, del lado israelí hubo 71 muertos entre ellos 5 civiles y 1306 heridos, entre ellos 837 civiles.

 

En la más reciente versión, del conflicto palestino-israelí en este 2021, el mundo estuvo mirando el intercambio de misiles entre israelíes y los palestinos que gobiernan en la Franja de Gaza: las milicias de Ezzeldin Al-Qassam, brazo armado de la organización Hamás y la Yihad Islámica palestina. Pero esto lo veremos en la entrega de la próxima semana.