De la mejor forma, que entiendo puedo mostrar los niveles de entusiasmo electoral de los electores en este proceso, es haciéndolo a través de la presentación de la siguiente tabla, ya que esta nos muestra los números relacionados con las abstenciones electorales de este largo espacio de las elecciones en el país.

A partir del 1978 se puede apreciar, que a pesar del gran entusiasmo mostrado por la simpatía despertada a favor de un ¨cambio¨, incluso con el Dr. Balaguer virtualmente descalificado políticamente, donde primaba una gran ansia de cambio,  la abstención fue de un 22% de, notándose que en este recorrido histórico electoral, no fue el más bajo, debiendo serlo, a juzgar los niveles de empatía despertada por el retorno del PRD que aún el electorado tenía  secuelas de deudas histórica por el asunto de la frustrada reposición de Juan Bosch tras la Revolución de abril del 1965.

Sobre el 1982, con la llegada de uno de los candidatos que más ha penetrado en la psiquis del electorado, por el asunto de las expectativas que creó la figura de Salvador Jorge Blanco, el porcentaje de abstención se incrementó en un 6%, cuestión que se pudiera explicar en algunos niveles de desencanto del cuerpo electoral.

En 1986, se aprecia, que el descontento del cuerpo electoral con los dos gobiernos del PRD, fue de tal magnitud, que el Dr. Joaquín Balaguer, cuando nadie creía que podía ganarle a Jacobo Majluta, no solo gana estas elecciones, sino, le reduce un 3% al abstencionismo.  Pero, más allá del 1986,  en las elecciones del 1990, el cuerpo electoral da un viraje, y se abstiene un 40%, cuestión que pudiera explicar por el clivaje del liderazgo del Dr. Balaguer. Pero, resulta que en las elecciones del 1994, cuando todos los cartuchos de presidente Balaguer, lucían ya vacío, por cuestiones de imagen de ilegitimidad que se desarrolló debido a las protestas del Profesor Juan, etc., este candidato concita el menor nivel de abstención de todo este trayecto, dado que apenas fue de un 18%. Significando que un 82% del cuerpo electoral inscrito en el padrón se movilizó a ejercer el voto. Lo cual significa las propuestas electorales concitaron mucho mayor entusiasmo que todas las anteriores, incluso, las posteriores.

Como se ha podido apreciar, aunque el nivel de abstención de las elecciones de 1996, aún con todo el entusiasmo desbordante en torno a la figura, del Dr. José Francisco Peña Gómez, al lado de Jacinto Peynado, incluso con Partido Reformista rezagado, que no votó en masa por su propio candidato, quien apenas obtuvo un 17% de un padrón de 3, 750,502 electores, alcanzando este candidato, 286,353, de puede colegir que los electores del Partido Reformista al tiempo que una parte se quedó en su casa, una buena matricula votó PLD, dado que alcanzó una cifra desorbitante de 567,909, igual a un 35%, respecto a las elecciones  anteriores.

Es importante destacar, el nivel de abstención de estas elecciones, no lo trato en el cuadro anterior, debido a que tomamos la segunda vuelta del mismo año como referencia. Sin embargo, -la abstención-, fue de un 21 %, cuestión que nos indica el alto nivel de entusiasmo que se despertó en el cuerpo electoral respecto a la polarización de las elecciones. El más significativo fenómeno de las elecciones en ese proceso, volviendo a recalcar el Dr. Balaguer, en dicho cuadrante 1978-2016, es el que ha concitado menos abstención.

Dándole un vistazo a las elecciones del 2000, la abstención fue de un 24%, podríamos  decir, que el mayor entusiasmo lo concito la figura de Hipólito Mejía, debido que en ese proceso, el Ángel de Danilo no había descollado, a juzgar por los acontecimientos del futuro, aparenta que el Dr. Leonel Fernández, si se montó a la camiona, no hizo los esfuerzos del 2012.

Concretizando, obviando el análisis de los niveles de abstencionismo en las elecciones, 2004, 2008, 2012, 2016, la más alta de estas tres elecciones, lo constituye las del 2016 con  un 30%  de abstención, el presidente Danilo Medina, incluso en su reelección un poco forzada, gana con un 61.74, contra un 34.98 de Luis Abinader.

Como colofón, muy bien cabe destacar, que de ese 30% de abstención, la mayor cantidad de rezagado, lo aportó el PRM, pudiéndose asociar, que se debe a la propia secuela de división PRD-PRM, sin embargo, cabe inducir, que estos votos, no fueron tampoco al PRD, ya que solo alcanzó 336,201 votos.