Bien en muchas cosas mal en otras. Veamos las que ven bien.
El manejo presupuestario muestra que la austeridad va en serio y con superávit fiscal al mes de abril, lo que muy pocos hubieran pensando. Pero esto tienen sentido solo si se mejora la calidad del gasto.
La negociación del contrato con Barrick Gold fue un logro del Presidente Medina, que se jugó su prestigio, aunque las conquistas no satisfacen a todos. Mientras tanto, el precio del oro se derrumba.
Las frecuentes visitas del Presidente a varias comunidades del interior del país, con promesas de otorgarle apoyo financiero, alegran la vida de mucha gente, aunque el dinero no siempre llega como se prometió.
Profamilia está haciendo muy bien su trabajo. Felicidades.
Las medidas del Banco Central para aumentar la liquidez de la economía era necesaria para retomar el crecimiento y bajar las tasas de interés aunque fue el mismo Banco que la desmonetizó aumentando fuertemente la emisión de certificados en los últimos meses. Y a que tasas.
La compra de nuevas plantas por parte del gobierno puede ser vista por muchos como oportuna y necesaria, pero eso no resolverá el problema energético del país, ni ahora ni en el 2016. Las grandes pérdidas en la transmisión, el robo masivo de energía y un subsidio sangriento e indiscriminado, hundirán por siempre a este sector.
Buena decisión de la DGII de mantener las exenciones fiscales al sector agropecuario y negociar con los hoteles todo incluido el sistema de liquidar impuestos.
La actuación de la fiscalía en los casos de abusos contra las mujeres es sobresaliente y ojalá haga lo mismo con los casos de corrupción.
La actuación del Procurador General de la Republica, también es vista con buenos ojos, por la integridad que lo precede como hombre público.
Lo mismo puede decirse de los que dirigen las instituciones recaudadoras (aduanas y DGII), que dan informaciones que antes eran secretos de estado. La trasparencia siempre es buena y paga cualquier costo.
Los ingresos adicionales que generaría el nuevo contrato con la Barrick deben incluirse en un presupuesto complementario, indicando su uso, como bien dijo su director Luis Reyes.
El gobierno muestra real interés en promover el sector turístico, lo que está muy bien, pero debe esforzarse para cumplir con todas las promesas que por años han hecho los gobiernos, pero que no se concretan. El turismo es el alma de nuestra economía.
La colocación de los bonos soberanos fue exitosa desde todo punto de vista, excepto que una parte importante del dinero se usará para pagarle a los generadores, ahora y después.
La Dirección de Aduanas jugó muy bien su papel reteniendo los embarques de la Barrick y justificándole con cualquier historia. Ahí estuvo el detalle, como diría Cantinflas.
Danilo Medina, con su forma sencilla de actuar y de hablar, ha conseguido un gran apoyo de la ciudadanía, pero más importante aún, logró levantar un muro divisorio con el estilo de gobernar de su predecesor Leonel Fernández, amante del culto a la personalidad y defensor ferviente de la corrupción y la mentira como arma política.
Felicidades al Congreso por la atinada selección de Zoila Martínez Guante como Defensora del Pueblo, una mujer excepcional, que le sobran meritos para el cargo.
Esperamos que el plan de alfabetización este funcionando y dando resultados porque en este país casi todo termina en fracaso. Es bueno publicar sus primeros resultados.
Muy bien por el Congreso de formar una comisión para investigar el lio de la JCE.
Pero no todo es color de rosa. Hay también cosas que andan mal o muy mal.
Lo malo de la austeridad es que se hace a costa de sacrificar el gasto de capital y acumulando atrasos en las asignaciones presupuestarias a sectores estratégicos, como salud, educación y la seguridad social, mientras las nominas siguen creciendo y elefantismo estatal se infla. Así no vale.
El sector salud está en crisis y no hay en el horizonte un plan de emergencia para rescatar la maltrecha infraestructura hospitalaria. Quizás se salve el Darío Contreras, que conmovió el alma del Presidente cuando lo visitó.
La educación no muestra nada nuevo después del 4%, excepto la construcción de varias escuelas y un pírrico aumento salarial, lo que no representa el problema mayor de este sector. Hay que atacar a fondo la calidad de la enseñanza y la alta deserción.
El sector energético sigue desplomándose y la deuda con los generadores aumentando geométricamente.
La competitividad de nuestras empresas también sigue desplomándose con apagones a granel, más impuestos, alto costo del transporte y atraso tecnológico. Hay que revertir esta tendencia si queremos salvar al país y generar empleos productivos.
El gobierno debe hacer algo rápido para corregir la injusticia y el abuso que se comete con miles de dominicanos de ascendencia haitiana que están indocumentados. Algunos hasta nacieron aquí. Si fueran suizos hace rato el problema se hubiera resuelto.
La delincuencia sigue por sus fueron y el plan anunciado por el gobierno se diluye rápidamente, comenzando con el malestar generado en la Policía Nacional debido a los aumentos selectivos de salarios. Eso induce a los afectados aliarse con los malhechores.
Con la Policía Nacional hay que hacer una cirugía de corazón abierto. De lo contrario la delincuencia seguirá por sus fueros
La economía se estancó en el primer cuatrimestre lo que se debió a la austeridad, el paquetazo fiscal y a la recogida de dinero por parte del Banco Central. Ahora el gobierno despierta y quiere tirar todo el dinero a la calle, lo que también requiere prudencia.
Eso que anunció la Cámara de Cuentas, amerita una acción legal contra los responsables de hacer desaparecer por arte de magia RD$80,000 mil millones del presupuesto del 2012. Y no es que no se hicieran libramientos para esas erogaciones, es que el dinero se gastó en cosas totalmente diferentes a las que fueron asignados, comenzando con las comisiones multimillonarias que se cobraron en las grandes obras y en comprar hasta un lápiz y terminado con el desvío de fondos a otros fines, como el caso Funglode. Ahí hay de todo y eso jamás puede tener comprobantes de gastos.
El combate a la pobreza sigue en la penumbra, mientras el grueso de los subsidios del gobiernos a los pobres se queda en manos del clientelismo político y en la burocracia que lo administra. Esa estrategia polítiquera es lo que ha llevado a Venezuela al abismo económico, donde escasea hasta el papel sanitario.
Hay que aplicarle todo el peso de la ley a los centros de diversión que discriminan clientes por el color de la piel. En este país, los negros y mulatos son el 80% de la población.
Lo del alza salarial se ha convertido en un relajo y eso crea mucha incertidumbre entre trabajadores y patronos. Resuelvan eso ya porque los precios de todos los bienes y servicios siguen subiendo, empobreciendo más a los pobres y al grueso de la clase media.
Finalmente, miren lo que pasa en Estados Unidos cuando el gobierno quiere meter su mano en los medios de comunicación o reprime fiscalmente a los opositores.