I: Sus raíces políticas.
El joven Luis Rodolfo Abinader Corona, un prominente representante de la oligarquía social y de la explotación de la industria turística y educacional dominicana, decide incursionar en la vida política, como una incidencia, lo más seguro, arrastrada por la alta vocación de poder de su padre José Rafael Abinader, quien era una digna figura de los poderes facticos, y en efecto un furibundo soñador con llegar a ser presidente de su país, la República Dominicana.
Posición que nunca logró. Sin embargo, era una figura de referencia de moralidad y excelente potabilidad para el cuerpo electoral, pero sin embargo su rol de candidato nunca caló en la preferencia electoral, quizás por la propia polarización de líderes caudillos y aglutinantes dentro y fuera del Partido Revolucionario Dominicano, PRD.
A pesar de que Abinader padre, ocupó importantes cargos en los gobiernos del PRD, no fue sino en las elecciones congresuales del 1998, cuando el síndrome del espíritu de Peña Gomez, prendió en el sentimiento de las masas, hasta el extremo que hasta quien jamás había vuelto a su pueblo natal, al ser propuesto, incluso para rellenar boletas, pasó sin arruga, producto del fenómeno político, llamado " voto sentimental por la memoria de José Peña Gómez.
Al paso del tiempo, para las elecciones del 2012, el joven Luis Rodolfo Abinader, fue llevado como candidato a la vicepresidencia como compañero de boleta de Hipólito Mejía. Luego de ese hecho, el joven político , se envuelve en la ola de nueva generacion del PRD, sin embargo, al agudizarse una de la más severa y crítica de división de dicho partido, desde los años 1970’s, la cual representó una estampida general,, tendencia que finalmente decidió, asumir la Alianza Social Dominicana, ASD, un partido patrimonio de la familia Abinader, y con el proceso electoral del 2016 encima, lanzan el PRM, como desprendimiento de una de la más aguda escisión del PRD, repito, en donde una mayoría de las grandes figuras políticas formaron fila en el recién formado partido, PRM.
II: Surgimiento de la figura Luis Abinader.
A pesar que fue quien acompañó a Hipólito en las elecciones del 2012, ya formado el PRM, en las elecciones del 2016 , dicho partidos, con él a la cabeza, obtiene 1,613, 222 (34.98), diríamos, un fenómeno político para convertirse en el primer partido, (PRM) , en alcanzar la presidencia de la República con apenas dos procesos electorales.
En las elecciones del 2020, aún al Lic. Luis Abinader, le decían la tayota,, sin embargo, el descrédito del gobierno de Danilo , más la confrontación interna dentro del PLD, y su choque de liderazgo, generó la ruptura de la cohesión de dicho partido, a lo que se sumó, principalmente, la gran oleada paradigmatica de que el gobierno del partido morado, estaba permeado por la más grande gestión de corrupción, y peor, se llegó a considerar que la impunidad era tapada por el propio gobierno.
Después de ahí, surge un fenómeno político que catapulta a Luis Abinader a ocupar la principal esperanza de cambio hasta el extremo de que en las elecciones del 2020, incluso sin contar con una estructura política formal, sino aún embrionaria, sin figura política ni intelectuales, subrepticiamente, envuelto en una ola de cambio, que hasta los muertos políticos ganaron con márgenes porcentuales y que los propios candidatos provinciales y municipales, quedaron asombrado en razón de que sin tener ninguna pegada política, incluso candidatos superpuestos y exportados para circunscripciones ajenas obtuvieron lluvias de votos jamas esperados.Y de ahí en adelante a gobernar.
III: El ejercicio de poder.
Ya en el poder, con la dirección del congreso y la del Estado, el presidente, en un absoluto control retórico, envuelto en un manejo tecnico de los temas de Estado, con una carga de seguridad y hasta convencimiento de lo que plantea como alternativa de solución, ha generado un equilibrio social de una situación catastrófica desde la perspectiva y espectativas reales de cambios como era la esperanza de las masas.
En consecuencia, a nuestro entender, sí que, no se le puede negar la gran capacidad del presidente en insuflar confianza dentro de un gobierno que aún ya en el primer año todavía patina en lograr mayor efectividad en sus decisiones y logros tangibles y reales.
Respecto a las grandes inversiones prometidas, resulta inverosímil que en un gobierno de pandemia global, economía estrangulada, procesos productivos relegados, con tendencia de problemas en la balanza de pagos, los combustibles carísimo, una canasta familiar por las nubes, etc, pueda estar real y efectivamente como artisticamente lo vende el presidente Luis Abinader. Ahora bien, cabe felicitar al presidente, que ha logrado vender una justicia independiente, unos jueces del TSE y de otras cortes tambien en la misma tesitura. Eso se llama un gran arte de administración de la política con una gran carga de seducción colectiva que le ha permitido, con todo y todo, buena gobernabilidad y equilibrio social.
Todo lo cual luce que producto de la etiqueta moral que ha impregnado a su gobierno ha logrado que los gobernados, emulen el refrán que dice " sabe a jabón, pero es queso" Y señores, si bien lo que dice Taylor, el padre de la administración de los tiempos pre modenos, pero aún vigente, de que la administración es el arte de maximizar los resultados con pocos esfuerzos e inversión, Luis Abinader es un maestro de la magia de gobernar.
Y de ahí que desde la óptica política, el presidente que es capaz de sortear un temporal crítico como el que vivimos, y mantener la paz social, ha de considerarse un artista de la administración política. Aunque de forma y fondo, de paso, se esté generando un tránsito de involución, que la clase alta sea convertida en pequeña burguesía y esta última en clase desamparada. O sea, por debajo de la pobreza. Y final, ojalá no estemos caminando hacia un barril de pólvora.
Ojalá el presidente salga bien, porque todos los dominicanos nos beneficiamos de un gobierno bien hecho. Y aunque digan que en muchas cosas la guagua va en reversa, quiera Dios que en vez de ir hacia atrás este gobierno enderece los entuertos que aún sólo están en carpetas y promesas.
Aún así, la esperanza del pueblo aún está chanceando al gobierno. Lo bueno, si es tangible, será mucho mejor para el porvenir del pueblo. Más si sólo es retorica, los sueños sólo serán pesadillas.