El FMI anuncia que la economía mundial se recupera, pero su impulso se demora por los rebrotes del virus que se registran en los países desarrollados. Aquí tenemos una situación similar en tanto la economía y la industria turística muestran inicios de recuperación, aunque en el caso de esta ultima la señal es débil. No debe extrañar que nuestro competidor turístico principal, Cancún, este experimentando una evolución similar. En ambos destinos las perspectivas de las vacunas y las terapias contra el coronavirus prometen restablecer el auge turístico, pero no parece que eso sucederá tan pronto.
A pesar de que en este año nuestra economía ha caído un 8% y la afluencia de turistas un 65%, el gobernador del Banco Central ha dicho recientemente que la recuperación económica esta “caminando a pasos firmes”. Predice inclusive un robusto crecimiento de la economía en un 6% en el 2021. Esa optimista predicción no parece tener un firme asidero precisamente porque el mismo gobernador admite que el turístico es el principal sector de la economía. Faltan algunos meses todavía para que la vacunación masiva reviva el flujo turístico desde nuestros mercados emisores y se restablezca la confianza sanitaria entre los potenciales turistas.
Los gráficos adjuntos muestran las tendencias detrás de la realidad. Nuestro país cerró sus fronteras desde marzo a junio y, por supuesto, las llegadas de turistas en esos meses fueron nulas. Pero aun después de haber abierto la afluencia de extranjeros fue mínima. El primer grafico muestra que, aunque la afluencia de visitantes extranjeros de vía aérea fue de más de 54,000 en julio, ese volumen cayó los dos meses siguientes. Es solo en octubre que, tal vez como resultado de los estímulos provistos por el gobierno y los hoteleros, se registra un aumento de unos 23,000 turistas. (Los cruceristas no se cuentan porque los barcos no operan desde que comenzó la pandemia.) Ese es un repunte vigoroso en comparación con los tres meses anteriores, pero todavía ínfimo respecto a las llegadas regulares de años anteriores.
Los gráficos muestran además la distribución de las llegadas de extranjeros de vía aérea por mercado emisor. Esta distribución es cónsona con la de años anteriores, aunque en 2019 los procedentes de Norteamérica (EEUU, Canadá y México) fueron una menor proporción, posiblemente por efecto de la campana de descredito contra el destino. Según un reporte del Banco Central: “En octubre habían llegado 39,398 turistas desde Estados Unidos y en total 42,574 de América del Norte. Desde América del Sur se reporta un crecimiento significativo de 2,517 visitantes extranjeros solo en septiembre, mientras que ya en octubre la cifra pasa de los 5,970 turistas.” Además de registrar un ligero mejoramiento de la ocupación hotelera, Octubre marco el reinicio de las operaciones de varias líneas aéreas hacia el país, además de que un grupo de hoteles comenzaron a operar. En noviembre esos aprestos han seguido su curso.
Según el MITUR, “en el país existen unos 810 hoteles con aprox. 84 mil habitaciones, de estas habitaciones unas 71,000 pertenecen a grandes cadenas internacionales de diferentes países, como España, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, México, entre otros. La tasa de ocupación promedio del año 2020 se ubica en 22.5%, tomando en cuenta todas las habitaciones existentes. En el mes de agosto esta tasa se ubicó en 2.4%, pero si tomamos solamente las habitaciones disponibles la tasa fue de 22%.” Estos datos, sin embargo, no aportan mucho porque no reportan el número de habitaciones abiertas sobre el cual se calculó la tasa de ocupación.
Por su lado, Cancún tuvo un verano turístico raquítico como se esperaba. Pero a partir del otoño el flujo de turista comenzó a mejorar e inclusive se llegó a predecir que en el otoño las reservas hoteleras se dispararían para llevar la tasa de ocupación a un 60%. De hecho, se reportó que en octubre Cancún recuperó el 73% de turismo nacional pero solo un 35% del turismo extranjero, señalando que la caída del flujo de extranjeros hasta septiembre de este ano ha sido de un 60%. Para Cancún y Riviera Maya el presidente Lopez Obrador ha anticipado que para finales de año habrán recobrado sus niveles de operación previos a la pandemia y que la tasa de ocupación podría estar entre “el 60,6% y el 57,4%, respectivamente.” Mucho dependerá del impacto sobre la imagen del destino que habrán tenido los incidentes de violencia que se han registrado últimamente en Cancún.
Es difícil predecir el mejoramiento de la ocupación hotelera en la RD y Cancún porque los datos que se reportan solo aplican a los hoteles que están operando. En Cancún supuestamente se han abierto 146 hoteles y en nuestro país ASONAHORES dice que 50, pero ambas cifras están lejos del total en inventario. Tanto la predicción del presidente de México respecto a los niveles de ocupación hotelera de Cancún al finalizar el año como los proyectados por ASONAHORES para nuestro destino (50% en los hoteles abiertos) parecen demasiado optimistas, especialmente porque los principales mercados emisores están registrando un vigoroso rebrote de la pandemia. El Departamento de Estado de EEUU ha rebajado el nivel de sus Alertas de Viaje en favor de nuestro destino, pero el rebrote en ese país es el más escandaloso.
Hay que admitir que el gobierno dominicano ha desplegado un gran esfuerzo de recuperación turística y que el MITUR trabaja en un plan de ordenamiento territorial para reglamentar la inversión turística. Como ha sido el caso en otros destinos similares, sin embargo, el esfuerzo no ha dado los pródigos frutos esperados. Ni los incentivos para el turismo interno, ni el seguro sanitario para los extranjeros, ni la garantía de ocupación mínima para las líneas aéreas, ni los US$28 millones que se han destinado al Plan de Recuperación Turística Responsable han logrado catapultar el flujo a los niveles del pasado año. Si bien es dable argumentar que el 51% de aumento en octubre en las llegadas de visitantes extranjeros de vía aérea es un indicio de recuperación, las cantidades son tan ínfimas que el dato solo sirve para no perder impulso y continuar la batalla por la recuperación.
ASONAHORES se ha fijado la ambiciosa meta de que el país reciba unos 400,000 turistas en los meses de noviembre y diciembre de este ano. Pero de la única forma que eso seria posible es si entre los turistas se cuentan los dominicanos no residentes. Basados en las llegadas de octubre los extranjeros no residentes de vía aérea no llegarían a 150,000. Los rebrotes de contagios tanto en EEUU, nuestro principal mercado, como en Europa podrían inclusive disminuir esa expectativa aun más. De manera que las proyecciones optimistas para lo que resta del año deben temperarse.
La luz al final del túnel la proveen las buenas nuevas relativas a las vacunas y las terapias contra la pandemia. Las farmacéuticas Pfizer y Moderna solo esperan la autorización de urgencia de la Food and Drug Administration (FDA) para que sus hasta ahora exitosas vacunas puedan comenzar a aplicarse. Aunque la aplicación comenzaría en diciembre en EEUU, nuestro principal mercado, ya se ha anunciado que la prioridad la tendrán el personal de salud que brega con los pacientes del Covid-19 y los envejecientes y estos comenzarían a vacunarse al final de diciembre. Aun si se atendiera ese segmento de la población en diciembre y enero, el mismo no sería propenso a viajar en el corto plazo. De ahí que el verdadero repunte del flujo de turistas estadounidenses hacia nuestro destino comenzaría en abril, el mes en que se espera que comience una vacunación masiva de la población.
La vacuna de AstraZeneca/Oxford, la cual será la que recibirán los dominicanos, no estará disponible hasta el mes de marzo. Su aplicación a la población entonces coincidiría con la vacunación en los EEUU. Ya que se admite que la tarea de vacunación masiva es engorrosa y tomara tiempo, resulta lógico suponer que un vigoroso repunte del flujo de visitantes extranjeros hacia nuestro país no se estaría materializando hasta el segundo trimestre del 2021. Las perspectivas son de que el mercado europeo se dilate mas en vista de que, a pesar de que hay varios proyectos de vacuna en el viejo continente, las mismas no están tan avanzadas como las estadounidenses. Los hoteleros y líneas aéreas están muy inquietos y muchos de ellos prometen retomar sus operaciones en las próximas semanas. Veremos si los rebrotes en EEUU y Europa se lo permiten.