En nuestra primera entrega decíamos que los Laboratorios de Innovación Pública se están desarrollando de manera vertiginosa en América Latina y el mundo, como una propuesta para mejorar la costo-efectividad de las políticas públicas. Estos laboratorios están integrados por equipos multidisciplinarios y multisectoriales, quienes se encargan de proponer y evaluar (ex ante y ex post) las políticas públicas a ser diseñadas e implementadas por los distintos estamentos del Estado.

Es en Reino Unido donde se encuentran los principales antecedentes de lo que hoy se llama Laboratorios de Innovación Pública, al ser allí donde en el año 2001 surge la “Delivery Units”, para dar seguimiento a los principales objetivos del gobierno. Años después, en 2010, nace el Behavioural Insights Team (BIT), también conocida como “Nudge Unit”, como una organización del Estado que se dedica a la mejora de servicios ciudadanos mediante la realización de estudios de la conducta y comportamiento de las personas. Con pocos recursos y buenas ideas, esta unidad ha logrado hacer más eficientes, eficaces y simples algunos servicios públicos en el Reino Unido, expandiéndose en la actualidad a otras ciudades del mundo, luego de la venta de la tercera parte de sus acciones en el año 2014 a la organización sin fines de lucro Nesta (National Endowment for Science, Technology and the Arts). Las propuestas que realiza el BIT están basadas en el uso de la “Nudge theory” o teoría del impulso, la cual propone influir en la toma decisiones y el comportamiento de las personas mediante el uso de estímulos positivos y sugestiones indirectas, con base en las ciencias que estudian el comportamiento humano (psicología, antropología, etc.).

Por su parte, en la República Dominicana existen el “Sistema de Metas Presidenciales” y el “Sistema de Medición y Monitorio de la Gestión Pública”, proyectos que dan seguimiento y apoyo a las principales metas del Poder Ejecutivo, así como a la gestión de las distintas instituciones que lo componen, con el objetivo de medir avances, detectar inconvenientes y llevar un control y monitoreo que permita una mejor organización del trabajo y rendición de cuentas.

Moisés Jáquez Mota es coautor de este artículo

Un Laboratorio de Innovación Pública en República Dominicana, o unidades de innovación a lo interno de las instituciones estatales, deberían trabajar conjuntamente con el “Sistema de Metas Presidenciales” y el “Sistema de Medición y Monitorio de la Gestión Pública”, ya que además de monitorear los objetivos primordiales, ajustarlos, corregirlos, mejorarlos y rendir cuentas de los mismos, el LIP crea propuestas innovadoras de políticas públicas que contribuyen con esas metas y las prueba antes de su implementación definitiva; no se trata únicamente de una evaluación a una política ya en ejecución, sino de un examen previo que permita ajustes y mejoras para una inversión más eficiente de los fondos públicos.

Por otra parte, en organizaciones públicas de la República Dominicana se encuentran algunas iniciativas para el desarrollo de la innovación en el sector público, además del “Sistema de Metas Presidenciales” y el “Sistema de Medición y Monitorio de la Gestión Pública”, a los que ya se ha hecho referencia, están:

  • Dirección de Innovación en la Gestión, la cual forma parte del Ministerio de Administración Pública (MAP) y tiene entre sus funciones la de contribuir a la mejora y eficiencia de los servicios públicos.
  • Factoría de Innovación y Tecnológica, parte del Centro de Excelencia, Educación, Ciudadanía y Estado de Derecho que funciona dentro del Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA). Esta factoría tiene por finalidad la evaluación y optimización de los servicios públicos para una mejor administración pública.
  • Laboratorio de Innovación de Datos, una iniciativa de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), cuyo objetivo es fortalecer la información disponible de cara al desarrollo de políticas públicas que permitan lograr Objetivos de Desarrollo Sostenible.

No existe un solo modelo de laboratorio de innovación pública en el mundo, pues las configuraciones y denominaciones varían; en tal sentido, afirma Ramírez-Alujas (2016) que los LIP’s son espacios que fomentan la creatividad, la colaboración y el uso de métodos experimentales para imaginar/descubrir nuevas formas de trabajo gubernamental que ayuden a resolver problemas complejos.

Del análisis de los distintos laboratorios que funcionan hoy día en otros países, se ha podido determinar la existencia de tipos o modalidades de LIP’s, que a su vez pueden ser caracterizados en función de los siguientes rasgos:

  • Administración: Conforme a la entidad a la que pertenece el LIP, puede ser de la Administración Pública, de Administración Privada, o incluso Mixtos (Administración Público-Privada). Tanto los Privados como los Mixtos, por lo general, forman parte de centros de investigación de universidades o de organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil que trabajan en apoyo a los gobiernos para generar valor público.
  • Alcance territorial: De acuerdo con el territorio que impacta el LIP puede ser local o municipal, regional, nacional y hasta internacional como los que existen en algunos organismos internacionales.
  • Alcance sectorial: Por el tipo de políticas públicas y servicios que se trabajan en el LIP, puede ser para todos los ámbitos o para un sector o temática específica, por lo que se pueden encontrar LIP’s que pertenecen a un Ministerio en particular y desarrollan su labor únicamente en lo que atañe al mismo, o bien, LIP’s que trabajan todo tipo de política pública.

    Larissa Llibre Tejada es coautora de este artículo

Según Acevedo y Dassen (2016), los LIP’s se caracterizan por la multisectorialidad de sus miembros y el abordaje colaborativo de los problemas. Este abordaje colaborativo establecido como un espacio para que tanto ciudadanos como gobierno se abran al aporte de ideas para la mejora de los servicios públicos y de las funciones del gobierno, creando además un sentido de corresponsabilidad entre ambos sectores.

Los términos innovación y colaboración van de la mano, pues tal como establece Borins (2014), la colaboración resulta ser una característica creciente de la innovación en el sector público y una posible razón de esto es que los servidores públicos innovadores están involucrados más frecuentemente en resolver problemas difíciles, que cruzan las fronteras organizacionales. En este sentido, los LIP’s resultan entidades que promueven, coordinan y desarrollan el proceso de resolución innovadora de problemas, generando mejoras y políticas públicas concertadas y aprobadas.

Otro término muy relacionado con la innovación es “design thinking”: una forma de generar soluciones innovadoras tratando de comprender las necesidades y poniendo como centro al cliente. El design thinking surgió en la década de 1980 de la mano de David Kelley, creador del primer mouse de la empresa Apple, y uno de los fundadores de “Ideo.com” junto a Tim Brown, que fue quien en 2008 publicó un artículo en Harvard Business Review donde explicaba esta metodología de trabajo para las empresas (Coronado y Carrillo, 2014).

En la actualidad, el design thinking se ha extendido no sólo dentro del sector privado, sino que se utiliza también en muchas organizaciones del sector público. Tal como establece Junginger (2016), el Design Thinking está dando una nueva forma de comprensión (y abordaje) de políticas públicas centradas en las personas. Muchos laboratorios emplean explícitamente a diseñadores y buscan introducir el pensamiento y las prácticas del design thinking al trabajo gubernamental.

En nuestro país, un LIP o una unidad de innovación a lo interno de una institución gubernamental debería funcionar conforme a los principios y procedimientos del design thinking, una metodología que promueve la colaboración y el desarrollo de ideas con la persona como centro del problema a solucionar.

Bibliografía:

Acevedo, S. y Dassen, N. (2016). Innovando para una mejor gestión: La contribución de los Laboratorios de Innovación Pública. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ciudad S/N, Editora S/N. Recuperado de: https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/7874/Innova ndo-para-una-mejor-gestion-la-contribucion-de-los-laboratorios-deinnovacion-publica.pdf?sequence=9

Borins, S. (2014). The  Persistence of Innovation in Government: A Guide for  Innovative Public Servants. University of Toronto and Harvard University, Ciudad S/N. IBM Center for The Business of Government. Recuperado de:  http://observgo.uquebec.ca/observgo/fichiers/85195_InnovationGovern ment.pdf

Coronado, A. y Carrillo, C. (2014), Design Thinking, Pensando con las Manos. Medellín, Colombia. Recuperado de: https://es.slideshare.net/verovera78/design-thinking-pensando-conlas-manos

Junginger, S. (2013). Design and Innovation in the Public Sector: Matters of Design in Policy-Making and Policy Implementation. Annual Review of Policy Design, Vol. 1, No. 1.

Ramírez-Alujas, A. (2016). Laboratorios de Gobierno como plataforma   para la innovación pública. La Innovación en el Sector Público: Tendencias internacionales y experiencias mexicanas, pp.163-203, Instituto Nacional de Administración Pública,  Ciudad de México, Mx.

 

Sobre los autores:

  • Larissa Llibre Tejada: Licenciada en Derecho egresada de la PUCMM, Magíster en Alta Gestión Pública por l´École Nationale d’Administration (L’ÉNA) y Especialista en Cumplimiento por The George Washington University.
  • Moisés Jáquez Mota: Licenciado en Derecho egresado de la UASD,  Magíster en Políticas Públicas por la Universidad Complutense de Madrid y Magíster en Alta Gestión Pública por l´École Nationale d’Administration (L’ÉNA)