Dos cosas están sucediendo. Primero, el universo del matrimonio nos ha atrapado. Segundo, casi estamos en navidad, por lo tanto, el tiempo de ver a toda la familia se está acercando. ¿Y qué implica esto? Pues que debemos tomar medidas precautorias, razón por la cual hemos comenzado una dieta severa, cocina sana y un régimen loco de ejercicios. Y que tal la experiencia?  Al principio, te golpea una emoción excitante. Te sientes como si pudieras lograr todo y como si fueras el dueño de tu destino (o al menos de tu trasero, o de  tu estómago). Luego, caes en un enorme basurero de depresión y el síndrome de anhelo de chocolates y una que otra copa de tu bebida favorita. Al final viene un momento de una especie de aceptación e incluso de disfrute de tu nuevo camino, el camino saludable. Especialmente considerando que la navidad está a la vuelta de la esquina para pronto poner fin a tu sufrimiento y llenarte de las decadentes delicateses navideñas hasta que los pantalones exploten.

Pero el tema no es el yo quejarme de la dieta. El tema es cómo auto ayudarse a disfrutarla (preferiblemente sin provocar daños a la gente que vive a tu alrededor).

Haz que el ejercicio sea divertido. Ve a bailar, ve a jugar algunos juegos como el baloncesto o el ping pong. Mézclalo un poco. No hagas lo mismo todos los días a menos que realmente lo estés disfrutando. Evita el gimnasio en horas pico, si puedes, ya que estará demasiado lleno de hombres malolientes que acaban de salir del trabajo para “darle a los hierros”.

Investiga el universo del internet para encontrar sabrosas recetas dietéticas. Hay un montón. Ve de compras y llena tu nevera de ingredientes saludables. Cocina con anticipación. Es más fácil evitar los chips con salsa o la tentación de pasta cuando tu refrigerador te ofrece una amplia selección de alimentos saludables que realmente te guste comer.

Si tu peso está vinculado a tu amor al vino consigue vino sin alcohol. Su sabor es bastante similar (sobre todo del blanco), se ve muy elegante además de que tiene todos los beneficios para la salud igual a los que tiene el vino real, sin tener los inconvenientes del alcohol, además su contenido de azúcar es casi un 75% menor que su contraparte con alcohol. Si eres una persona más de cerveza, TE FUÑISTE, la cerveza sin alcohol tiene la misma cantidad de calorías que la normal por lo tanto trata de evitarla.

Permítete un día libre con golosinas que realmente te gusten y no te culpes mientras lo haces. Al día siguiente, ve al gimnasio o a la cinta de correr con doble esfuerzo y estarás bien.

Escucha mucha música alegre y animada, preferiblemente mientras miras videos sexy llenos de gente en forma. Podría enojarte un poco, pero si estás en un buen estado de ánimo realmente te podrían motivar aun más.

Los músculos pesan más que la grasa, así que no te obsesiones con las libras. Tu ropa definitivamente te va a hacer saber que estás haciendo un buen trabajo.

Sonríe, reúnete con gente positiva. Ve comedias. No veas películas tristes que te harán querer comer tras el dolor. Evita el aburrimiento. El aburrimiento es disparador de antojos.

Y por último pero no menos importante, no importa qué tan lento creas que estás corriendo, o lo débil que pienses que estás en el gimnasio, recuerda que vas muy por delante de los ociosos que están pudriéndose en el sofá.

Si yo puedo hacerlo, créeme, tú también puedes. Animo, ánimo!!