La naturaleza de los hombres es
Siempre la misma; lo que les
Diferencia, son los solo sus hábitos.
Confucio
Más que país esto parece más bien un enorme basurero. Las leyes son interpretativas a las conveniencias políticas o a quien se le va aplicar. Aquí se cambian las reglas del juego como se cambia la ropa interior. Todo es al capricho del político-funcionario-juez que se encuentre a la cabeza del organismo.
Si tratásemos de explicar algo así, como si estuviésemos rezando con un Rosario en las manos, no hay uno que contenga los suficientes misterios con los cuales se puedan ir describiendo, misterio por misterio, para enumerar algunos de los hechos que a diario suceden con las leyes, con su interpretación y su aplicación abusiva. Principalmente, contra los más pendejos y desposeídos del favor de algún político que le indique al responsable de la acción el camino que debe tomar. Haría falta en verdad, todo un conjunto de Rosarios unidos y aun así, resultaría difícil poder explicarlo.
Y no solo es la ley de combustibles, son todas. No hay comerciante o empresario que pueda seguir las reglas, porque desconoce en cual momento las mismas serán condicionadas o interpretadas al capricho de cualquier nuevo funcionario.
Si se habla de pagar impuestos y sin haber cambiado la ley, no espere que al año siguiente será lo mismo, y esa es la mejor razón por la cual las evasiones fiscales crecen de manera increíble y el rejuego para evadir los impuestos se convierte en la regla. Convierten al ciudadano en un evasor, en un empresario clandestino, porque de lo contrario le hacen la vida imposible si pretende ser honesto, serio y cumplir tal y como establecen las leyes.
Ahora una de las Altísimas Cortes, dictamina que un cobro es inconstitucional, pero, que su inconstitucionalidad continuara hasta el 2017. No ¡j..ombe! Vamos a pasar dos años en la inconstitucionalidad, es decir, en la ilegalidad autorizada. En verdad, esto hiede.
Pero todo, como la verdad, sale a relucir y los trapos sucios en algún momento comienzan a salir como una venganza del destino ante los atropellos e indelicadezas cometidas. Por eso, a los “críticos” y las bocinas pagadas que todo lo quieren limpiar y hacer parecer normales, la mejor respuesta es que nosotros actuemos, como en su momento expreso Ernest Hemingway; “…tratar de esforzarnos en vivir con decencia y dejar a los murmuradores que digan lo que les plazca”.
Sí, porque de algún modo resulta doloroso tener la razón en muchas cosas que hoy padecemos y que en su momento nos opusimos, exponiendo que más tarde o más temprano habría que arrepentirse de tal o cual acción.
Ejemplos nos sobran y ahora es propicio hacer referencia sobre algunos de ellos. Uno de estos fue la fantasiosa, corrupta e ineficiente “adquisición” indelicada de los “SuperTruhanes”, cogiendo como excusa el combate contra el narcotráfico; la presión por toda una camada policial corrupta, ambiciosa y asesina para agenciarse la Autoridad Metropolitana del Transporte, en su momento AMET y hoy llamados por el pueblo “Amemaos”.
Y, la razón era lógica porque se había demostrado que de pasar Amet a la Policía, se volvería a convertir en el mismo fracaso de los llamados “Tráficos”, de muy triste recordación. Todo esto, porque deseaban tener el control para hacer lo que mejor han hecho durante toda su existencia, es decir, corruptos, abusadores, macuteadores e ineptos.
Pero, hay más y peor con esa institución, que usando los mismos procedimientos, pretendió adherirse la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en contubernio con determinados funcionarios y “representantes” que, al no lograrlo, cabildearon junto a determinados políticos y contra toda argumentación expuesta, a crear su propio elemento antidrogas, al cual denominaron como DirecciónAntinarcóticos de la Policía Nacional (DICAN) y como fue producto de una trama, su final era la crónica de una muerte anunciada y hoy, que duro es reconocer que tuvimos toda la razón para oponernos a estos proyectos, máxime con este último, porque iba a resultar igual que el famoso y tristemente recordado, ex Departamento de Drogas de la P:N. ¡Así fue y así es! ¡Si señor!