—# Dímelo Danilo.
—¿Ya pensaste en mi propuesta de Gobierno Compartido de Unidad Nacional?
—Es que ya con el pacto de Leonel garantizaste la reelección de todos sus senadores, diputados, alcaldes ¿Dónde voy a meter a mi gente?
—Mmmm… Déjame pensar.
—No hay suficiente país me temo.
—¿Y que tal si nos lo inventamos?
—¿Qué quieres decir ?
— Creamos dos provincias y metemos a tu gente ahí.
—¿Y cómo se lograría eso? ¿robando territorios a Haití?
—No, eso no le gustaría a los Clinton, quizá podríamos partir a Santo Domingo en dos.
—¿Y crees que mi gente quepa en dos provincias?
—Miguelito, solo tienes un 5 % en las encuestas… y tienen un margen de error de 4.99%. Para no faltarte al respeto no los pongo en un Ministerio, ya que a Vincho le dí el de Ética, a ti te hubiera podido dar el de Vergüenza.
—También es cierto.
—Le podríamos llamar Juan Bosch y Peña Gómez. Para reivindicar sus principios.
Se miran.
—¡Ja,ja,ja,ja,ja!
—¡Waiiiiiiiiiiiiiiiii! Me gustó esa.
—Siempre funciona.
—Oye, ¿y la gente no vería mal meter a un montón de peñagomistas en una provincia en honor a Juan Bosch, su enemigo histórico?
—Si partimos de la premisa de que queda algún peñagomista contigo, si,pero ¿queda algún peñagomista contigo?
—Bueno, tengo a Tony. Supongo que eso cuenta.
—Supongo.
—Acepto.
—Pero solo pongo una condición.
—Diga.
—Que te subas a la patana conmigo.
—Esperaba que me lo pidieras.
—Alo, Abel.
—Mande, Sr. presidente.
—¿No leyó el proyecto de ley que le mandé?
— Ahora mismo no puedo.
—¿Disculpe?
—Estoy ciego, por el momento.
—Se dice no vidente, abelito, los guardianes de la moral le caerán encima, ¿Qué le pasa?
—Tengo dos pepinos en los ojos, Sr. presidente.
—Debe de haber una explicación razonable.
—Es para un calendario Sr. presidente, Mister Congresista 2015.
—Ya veo que no la hay. Quítese eso de encima inmediatamente…
—Ya estoy para usted, dígame ahora, Sr. presidente. ¿A cuál se refiere, al proyecto de reelección del 2020?
—No. Es el proyecto de ley titulado ¨Provincia Juan Bosch y Peña Gomez¨ chequeemelo.
—Ya lo tengo a mano. Es bastante largo. Un tocho. Dudo mucho que los honorables lo lean.
—Nunca fue impedimento para que aprobaran algo.
—Me está costando bastante mantener el control sobre ellos. Fíjese que la honorable asambleísta de la provincia Elías Piña se pintaba las uñas de los pies en plena sesión… voy a tener que cambiar la clave al Wifi… no valen martillazos… hay una plaga de piojos… sospecho que es culpa de Juan Hubieres.
—Bueno, usted solo encárguese de aprobármelo, ¿ok?
—Delo por hecho Sr. presidente.
—Pues me voy, que tengo otra de esas visitas sorpresas.
—No olvide su gel antibacterial Sr. presidente.