Repetiremos que el primer error de la pasada Presidencia fue la injusticia ejecutada contra la Corporación Portuaria del Atlántico, entidad que debiera ser reorganizada con apoyo de la actual Presidencia. Darle coherencia a su ejercicio, acorde con las leyes de asociaciones sin fines de lucro (122-05), contrataciones públicas (340-06) y alianzas públicas y privadas (47-20). Las experiencias de esta entidad, son muy valiosas.

Se sabe que el Presidente Fernández (2004-2012), dejó iniciativas encausadas en el Puerto de Manzanillo. Pero surgió su “némesis” en la presidencia siguiente, que descompuso lo edificado. A la Corporación Portuaria del Atlántico, le fue revocada, la dirección técnica, administrativa y operacional del Área Internacional de Libre Comercio de Manzanillo. Varios abogados de alta calidad y transparencia, demostraron los errores jurídicos de esa Presidencia.

Se adujo incumplimiento de obligaciones puestas a cargo de esta corporación. Un desacato de las pasadas autoridades, pues en los hechos se sabía, que este organismo tenía concluido el Plan Maestro del Puerto de Manzanillo. Herramienta visionaria, gestada a la par del plan estratégico de desarrollo de Pepillo Salcedo, con activa participación de sectores públicos y sociales representativos.

El actual Gobierno, justamente, anunció que resolverá los puntos críticos. Es coherente con lo que fue una promesa de campaña, presente en el programa de gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM): rehabilitar, ampliar y modernizar, el puerto de Manzanillo. Los servicios portuarios se consolidaron al sur la isla con 93% de las importaciones. La simetría exportadora equitativamente, la aporta el norte con zonas francas, agroindustria y agropecuaria, cuyo principal mercado es EUA (82%).

El segundo error es la excesiva centralización de las decisiones sobre el Puerto de Manzanillo. El Cibao y Santiago tienen que ser parte activa del proceso. Sugerimos auspiciar por Decreto Presidencial, un cambio institucional que desde hoy, le aporte voz y voto, al Cibao en el Consejo de Autoridad Portuaria Dominicana. Un órgano, que se encuentra cooptado por las mismas manos inicuas y parciales de los más abiertos rivales a la renovación de Manzanillo.

La coyuntura es propicia para que este Gobierno, liderado por Luis Abinader, asuma con fuerza, el compromiso de relanzar el Puerto de Manzanillo. Incluso, en esta pandemia, la República Dominicana, experimenta crecimiento económico sostenido, resultado de una activa estrategia basada en masificar la vacunación, controlar la pandemia, aportar inversión, promover el turismo saludable y seguro, el comercio y las remesas.

Manzanillo modernizado, aporta la pieza para lograr una centralidad regional articulada. Multiplica ventajas comparativas del Cibao con un microclima y territorio apto para la producción agropecuaria exportadora, comercio transfronterizo y turismo inclusivo. El sistema de puertos del norte, fortalece la costa atlántica como ente geográfico cohesionador del desarrollo sostenible.