El pasado 30 de julio se celebró el día mundial contra la Trata de personas. Un delito que todavía en nuestro país esta normalizado e invisibilizado en muchos ámbitos de la vida social.
Los datos del estudio cualitativo sobre la trata interna en República Dominicana que hicimos para OBMICA (Vargas T y Maldonado S. / OBMICA 2019) muestran la complejidad y diversidad del fenómeno. Esta complejidad y diversidad genera que su prevención apunte en distintas direcciones tomando en cuenta que la trata no solo afecta a los grupos más vulnerables.
La prevención de la trata debe ser multidimensional dirigiéndose a distintos actores como son: familias, centros educativos, comunidades e instituciones gubernamentales.
Para todos los actores recomendamos que se desarrollen campañas de prevención en las que se le dé peso a las dimensiones afectivas y subjetivas como eje fundamental de bienestar y felicidad y contrarrestar el peso que tiene la lógica del “dinero” como fuente de bienestar y en consecuencia el dinero fácil.
Una excelente herramienta de prevención son los cortos elaborados en el marco del “Festival del Minuto y Medio Trata de Personas” organizado por el Ministerio de la Mujer con apoyo de la Agencia de la Cooperación Internacional para el Desarrollo. Este concurso de cortometrajes de 90 segundos mostro la existencia de múltiples talentos en el país en el área cinematográfica, pues quienes concursaron fueron estudiantes de Cinematografía y Audiovisuales del país.
Los 33 cortos mostrados en el acto de premiación el pasado 26 de julio, así como los tres cortos ganadores deben ser tomados en cuenta en la prevención de la trata desde campañas en Centros Educativos, Comunidades y Familias.
En los diferentes cortos presentados encontramos un abordaje de la problemática de la Trata desde sus causas y sus distintas modalidades. La presencia de situaciones de explotación sexual comercial que afecta a niños, niñas y adolescentes desde las familias, personas cercanas y desde el “enamoramiento” de supuestas parejas, asi como la trata para el trabajo doméstico, para comercio de órganos, se muestran gráficamente y con el dramatismo que caracteriza esta realidad.
La prevención de la trata debe partir así de casos específicos (como se muestra en los cortos) acompañados de relatos (que se documentan en el estudio citado) para que las personas puedan identificar las situaciones de riesgos de trata que conviven en la cotidianidad en forma aparentemente natural y normal en nuestra sociedad.
El abordaje de la Trata en términos preventivos debe estar acompañado de procesos educativos desde la educación formal y no-formal en temas de equidad de género, derechos de la niñez y adolescencia, derechos sexuales y reproductivos y nuevas masculinidades. Las personas sobrevivientes de trata interna que entrevistamos en el estudio no tenían conciencia sobre estos temas y no habían recibido ningún tipo de orientación sobre educación sexual y mucho menos sobre sus derechos.
En el estudio de Trata Interna (como hemos presentado en otros artículos) se muestra que la Familia es uno de los escenarios principales donde se producen situaciones de riesgo y practicas de trata para explotación sexual, explotación laboral y trabajo doméstico. El trabajo educativo y socio-cultural de prevención debe dirigirse hacia familias y centros educativos de forma paralela para lograr su erradicación de nuestra vida social.
La Trata es un grave problema que genera efectos psicosociales profundos en las personas víctimas y sobrevivientes. Su prevención debe sostenerse en lograr el empoderamiento de niñas, niños, adolescentes y mujeres en su autoestima y su afectividad para lo que se necesita la integración de manifestaciones artístico-musicales dirigidas a su desarrollo integral.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY