Las lecciones del pasado y del presente muestran nuevos retos y perspectivas para los servicios policiales del siglo XXI.

Con el actual debate de reforma y modernización policial sería interesante que el Gobierno se disponga a seguir el ejemplo de Sir Robert Peel, Ministro de Interior de Reino Unido, Inglaterra en 1829, quien al crear la Policía Metropolitana de Londres se convirtió en el propulsor de la policía moderna o policía comunitaria, es así que surgen los famosos Bobbies, (de bob, boby apodo de Robert Peel) desde entonces ha mantenido vigencia e influencia en todo el mundo, logros que lo convirtieron en Primer Ministro inglés en dos ocasiones.

De un encuentro con personalidades estudiosas del tema policial, surgió un proceso interesantísimo que ha llamado poderosamente nuestra atención, estudiosos en la materia, intelectuales y científicos de su país se habían propuesto construir el perfil y requisitos de un policía ideal y anhelado, para sustituir o cambiar la policía tradicional, corrupta, atrasada e ineficiente de aquel momento; Rechazada y odiada por los habitantes a la sazón.

Peel estableció que los policías forman parte integral de la sociedad y que son ciudadanos que están al servicio de la comunidad a la cual pertenecen. Su visión del trabajo policial demostró que los agentes no pueden hacer solos el trabajo, pues para tener éxito se debe contar con la participación de la comunidad, pues son los ojos y oídos de la Policía. Obviamente, en la selección de recursos humanos, que es el recurso más importante de toda organización, se impone una oferta laboral atractiva y motivadora, que permita seleccionar los mejores candidatos; por el contrario, si hay poco que ofrecer no se podrá exigir un perfil óptimo de los candidatos.

La Educación es la vía por excelencia que puede convertir al ciudadano común de cada localidad en un policía comunitario

Sobresale el caso: Federal Bureau of Investigation, considerada la Agencia de mayor prestigio en el mundo: ‘‘El FBI se construyó a través de una campaña apoyada por el gobierno para que jóvenes egresados de las mejores universidades de ese país se entrenan y forman parte del organismo. Esto se logró ya que el FBI fue dotado de un aura de honor y sacrificio que prestigian a sus miembros y al mismo tiempo se produjeron planes de incentivos salariales que llevó a lo mejor de la juventud estadounidense a integrarse a los federales’’. Sanz Lovatón, Eduardo (yayo); Relatos desde París.

Este planteamiento es recomendable para llevarlo a cabo en este momento en el país, a través de concursos que sirvan de estímulo a los jóvenes egresados y estudiantes en términos universitarios para ingresar a las filas policiales como forma de renovar e integrar recursos humanos especializados en pos de mejorar y eficientizar la función policial para hacer de esta una carrera profesional competitiva, fortaleciendo la institucionalidad.

La Educación es la vía por excelencia que puede convertir al ciudadano común de cada localidad en un policía comunitario comprometido con su vecindad, que trabaje con ella, por ella y para ella.

La sociedad está y estará siempre llamada a intervenir e involucrarse directa y permanentemente, desde la selección, pasando por todo el proceso de vida funcional del policía, hasta su último día de servicio, debiendo terminar con una jubilación digna (Que todos vivan en júbilo, pues, tristemente, hoy la gran mayoría de pensionados o retirados han cocinado el sinónimo retirado a lo peor: desuso o desecho); debe formarse una especie de compromiso, de matrimonio canónico de por vida entre la Policía y la sociedad. Sólo y únicamente así se puede alcanzar que el Estado, con el apoyo de sus mejores habitantes, garanticen la seguridad pública y ciudadana.

Hoy tenemos la oportunidad, la necesidad, el derecho, el deber y la obligación de consolidar la creación de esa Policía anhelada y moderna que demanda la sociedad y ha prometido el Presidente, Luís Abinader.

Dios bendiga siempre al pueblo dominicano. Todo por la patria.

*El autor es político Duartiano independiente, mayor general retirado PN, periodista, activista social, miembro fundador y vocero de la Asociación de Policías y Militares Activos y Jubilados Dominicanos, APODOM, Pro Dignidad y Derechos. Incluye a todos los veteranos.