Como si fuese Espada de Damocles pende de continuo la de FENATRADO sobre el país cada vez que sus dirigentes encuentran excusa por cualquier motivo para apelar a la huelga como medida de presión, sin importar las consecuencias negativas que pueda acarrear al interés colectivo, y de manera particularmente especial a la economía nacional.
Los motivos que aducen los dirigentes de la Federación que agrupa a los 80 mil camioneros supuestamente afiliados a la misma van desde pretender mantener el monopolio en el transporte de mercancías desde y hacia los muelles aduciendo alegados “derechos adquiridos”, hasta oponerse a que empresas privadas puedan disponer de vehículos propios para mover sus envíos.
En cada ocasión sus demandas van acompañadas del arbitrario bloqueo de los muelles impidiendo la entrada y salida de la carga contando con la por lo general tradicional actitud tímida que muestran las autoridades frente a sus desmanes.
Todavía persisten en el recuerdo los cuantiosos daños ocasionados por la huelga que mantuvo paralizado el transporte de carga a nivel nacional por espacio de tres días. Los perjuicios derivados en aquella ocasión fueron estimados en cien millones de dólares, una cifra que para una economía como la nuestra representa un daño considerable.
Ahora a la ya consabida y permanente demanda de la rebaja de los combustibles, apelan a la insólita de protestar por la justa disposición del INTRANT de regular el uso de los neumáticos a fin de garantizar que se encuentren en condiciones adecuadas para transitar con seguridad. Esto implica la prohibición de hacerlo con gomas lisas.
A la DIGESSET que viene a ser como el brazo ejecutor de las medidas que adopta el INTRANT le corresponde la misión de dar cumplimiento a esta disposición para lo cual cuenta con los equipos requeridos. Es otro paso adicional que vale aplaudir y apoyar en el muy complejo propósito de tratar de poner un poco de orden en nuestro caótico tránsito y reducir el elevado número de accidentes vehiculares, en los cuales los camiones y equipos pesados presentan una elevada incidencia.
Resulta a todas luces insólito que los dirigentes de FENATRADO tomen esa normativa como excusa para amenazar con un nuevo paro del transporte de carga. Ninguna razón válida justifica que por encima del valor de las vidas humanas que pudieran perderse, los camioneros pretendan circular sus vehículos con gomas lisas o defectos mecánicos con elevado riesgo de provocar accidentes fatales.
Si el gobierno está empeñado realmente en dar un mínimo sentido de organización y seguridad al tránsito vehicular lo que motivó la creación del INTRANT tiene que prestar a este todo el apoyo necesario, comenzando por poner freno a los desmanes y exigencias inadmisibles de los transportistas que a través de tantos años y bajo todo los gobiernos, se han manejado como verdaderos “chivos sin ley”.