Los trabajadores constituyen una de las piezas claves en cualquier organización, independientemente de si es una empresa privada, una institución pública o una organización social.

Por esta razón, es tan importante promover y mantener su satisfacción laboral, dada su repercusión en la cantidad y calidad de su contribución a la empresa, a través del desempeño de su trabajo.

Una relación exitosa asegura que los colaboradores estén comprometidos y se sientan realizados y felices con las funciones y el trabajo que desempeñan.

La Gestión de Recursos Humanos asesora a los altos ejecutivos, a la gerencia y a los supervisores para lograr las mejores condiciones laborales que favorezcan un clima organizacional que estimule y propicie un ambiente de satisfacción, que facilite una alta productividad en la organización.

Es por esto que la empresa busca hacer realidad una gestión del talento humano, promoviendo prácticas eficientes para asegurar una carrera laboral en la que colaborador y empresa logren una relación armoniosa, basada en la confianza mutua, la reciprocidad y la responsabilidad compartida.

La organización se convierte entonces en uno de los principales recursos con los que cuentan sus colaboradores, quienes más allá de sentirse simples trabajadores, se sienten socios, en una relación de compromisos bidireccionales.

Esta realidad es la que percibí cuando conversé con una colega y amiga, quien al saber del esfuerzo que impulsamos para que se modifiquen algunos artículos de la Ley 87-01, que creó el actual Sistema de Seguridad Social, vigente en el país desde el año 2001, que les niega derechos fundamentales a muchas de las personas al momento de pensionarse, en especial, a aquellas que al afiliarse a una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) tenían menos de 45 años de edad.

Admiré como esta Gerente de Recursos Humanos conocía la información de los empleados de su empresa a quienes esta situación les afectaba.  Me dijo que eran cuatro, aunque otros dos pronto estarían en esa situación.

Ella les ha pasado a los colaboradores de la empresa donde trabaja, los artículos que han publicado en la prensa, para que se enteraran de la situación y lo que estábamos reclamando. Incluso les suministró el enlace a través del cual podían firmar electrónicamente apoyando la petición que hacemos al Congreso Nacional: https://www.change.org/modificar_edad_de_ingreso_tardio_al_sistema_de_pensiones

Me sorprendió la variedad de las informaciones que ella tenía de sus compañeros:

  • Sus edades.
  • Las edades que tenían al afiliarse a una AFP.
  • Si habían investigado sus derechos en la AFP.
  • Las alternativas que les ofrecieron en la AFP.
  • Si habían trabajado en el Estado y qué tiempo habían trabajado en él.

Fue ella quien me sugirió hacer un registro de las personas afiliadas que son excluidas del Ingreso Tardío, y cuando le comenté que ya había creado el registro a través de un formulario electrónico, me pidió el enlace para que sus colaboradores lo llenaran.  No sé quiénes son, pero sé que todos están registrados en el enlace que le envié: https://forms.gle/e78NQ4FircPwXZ5F6

Pienso que esta colega es el tipo de líder que cualquier trabajador quisiera tener como empresario, como ejecutivo, gerente o supervisor.

Lo mejor, es que con la profesionalidad con la que ella apoya la gestión de sus colaboradores en la empresa donde labora, ella no solo está impactando la vida de esos pocos que hoy están próximos a pensionar, me imagino lo orgullosos que se deberán sentir todos aquellos colaboradores que aún sin estar en situación de pensionarse, están viendo el apoyo que la empresa les da a aquellos que están en condiciones de obtener su pensión.

Cualquiera quisiera trabajar en una empresa como esa en la que trabaja mi colega y disfrutar del apoyo que les ofrecen a sus colaboradores, con acompañamiento y orientaciones certeras sobre sus derechos y las opciones de reclamo que pueden y deben hacer.  Ojalá tener muchas empresas, instituciones y organizaciones como esa.