En conmemoración al Día Internacional del Derecho a la Verdad, con relación a las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, es preciso recordar que la historia de los países del Hemisferio Occidental se han caracterizado por múltiples y reiteradas rupturas con el orden democrático e institucional, tales como situaciones de conflicto armado de carácter no internacional, guerras civiles, dictaduras y situaciones de violencia generalizada. En esas circunstancias, ha sido frecuente la violación masiva y sistemática de derechos humanos.

La falta de información completa, objetiva y cierta sobre los hechos sucedidos en esos períodos han sido una constante en las políticas de los Estados. Es por estas razones, que ha surgido el derecho a la verdad, con el propósito de obtener respuestas frente a la falta de esclarecimiento, investigación, juzgamiento y sanción de los casos de graves violaciones de derechos humanos. Asimismo, el derecho a la verdad constituye uno de los pilares de los mecanismos de justicia transicional.

El derecho a la verdad no se encuentra de manera explícita en los instrumentos interamericanos. Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  y la Corte Interamericana han determinado el contenido del derecho a la verdad, y las consecuentes obligaciones de los Estados a través del análisis de una serie de derechos establecidos tanto en la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre como en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

En República Dominicana, a diferencia de otros países de la región, se ha ignorado las diferentes peticiones que han surgido con respecto a la creación de una Comisión de la Verdad que investigue los crímenes y todas las violaciones graves a los derechos humanos cometidos durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, ¿y por qué no? a las controversias suscitadas en los gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer Ricardo. Estas comisiones son creadas con el objetivo de investigar y aclarar los actos de violencia y desapariciones forzadas ocurridos en un país durante un tiempo determinado.

En el año 2011 se elaboró una propuesta para la creación de una Comisión de la Verdad, sin embargo, no tuvo éxito su formalización. Tiempo más adelante, la Federación de Fundaciones Patrióticas, el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana y notables historiadores y juristas han llamado la atención de la necesidad de una Comisión Oficial de la Verdad en nuestro país, pero no se ha tenido una propuesta concreta por parte del Poder Ejecutivo o de algún legislador del Congreso Nacional.

En la actualidad, existe mucho desconocimiento respecto a hechos históricos que ocurrieron en nuestro país, como la matanza de los haitianos en el año 1937, desapariciones forzadas, una de ellas, es el caso Narciso González Medina, el cual fue conocido por ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos; así como otros múltiples hechos y crímenes que no han sido aclarados a la población dominicana.

Se entiende que en estos momentos el Poder Ejecutivo debe concentrarse en el proceso de vacunación contra la COVID-19 y en buscar soluciones a las secuelas económicas de la pandemia. Por consiguiente, es razonable que este Poder del Estado se encuentre enfocado en los temas prioritarios de la salud y la recuperación de la crisis económica del país..

No obstante, se espera una propuesta de una Comisión de la Verdad, que pueda ser realizada a través del Poder Ejecutivo, o de algún legislador. Es imprescindible que los dominicanos conozcamos nuestra historia, y que pueda obtenerse respuestas a las violaciones de derechos humanos. Un caso admirable y de ejemplo, es el de Perú, en donde se creó la Comisión de la Verdad y Reconciliación, con el fin de realizar un informe del terrorismo ocurrido entre los años 1980 y 2000, y culminó con la realización del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social, un espacio de conmemoración a las víctimas.