Nacen las mejores historias de los encuentros y desencuentros. Sientes cada año parece más corto que el otro, sabes por qué.  Pues porque ganaste en experiencia y por la vertiginosa vida en esta Sociedad globalizada gracias al culpable de Facebook. El trabajo trabaja para pagar facturas que no paran, Facebook ata y desatada amores y matrimonios, pero al menos a algunos les ha servido, o al menos, creen ellos, para afirmar su estúpido ego de conquistadores, sin apenas saber pensar y escribir bien el español.  Otros ya no utilizan las redes para hacer amistades sino sexo y mercadear sus negocios y sus cuerpos. ¡Qué horror! Los medios de difusión esnobistas propugnan el terror y la banalidad.

Otros, añorando y soñando llegar a la tierra prometida que desde el 1776 dejó de ser Jerusalén o al bien llamado País de las oportunidades, pero ojalá un buen por ciento de esos 6,000 cubanos pasando las de Caín en Costa Rica, sepan que los Estados Unidos de América es para los responsables y emprendedores, no para estafadores, y los que quieren hacerse los “vivos” y terminan muertos en Hialeah, enrolados en asuntos de drogas y asaltos.  Estados Unidos abre puertas a los que no temen al sacrificio, para los que saben colgar títulos y limpiar pisos para pagar “billes” y salir adelante, muy lejos de lo que vocifera el extremista derechista y neofascista de Donald Trump, que no mira a sus homeless nativos americanos que con sus manos y pies sanos vagos, andan los miserables descarados en los semáforos mientras los mexicanos y latinos trabajan como animales para que sus familias puedan tener regalos en navidades y un mejor 2016.

Los padres de familia se ven obligados a permanecer interminables horas fuera de su hogar, los hijos son víctimas de los equipos electrónicos, los vídeos juegos vician a los niños y adolescentes y los educan en una cultura de  violencia y de terror. El televisor se convierte en el miembro más importante de la familia, y no siempre los mensajes trasmitidos, son didácticos. La mujer que trabaja, la mujer que tiene otro rol social, ya no es la esclava doméstica y criadora de hijos como en siglos anteriores, ahora pasa a tener un rol social y permanece menos horas para el cuidado de sus hijos y las labores domésticas que empiezan a tener que ser compartidas con los otros miembros de la familia y esto genera conflictos intrafamiliares, pero que con el tiempo y un  despliegue de acciones educativas conjuntas, el hombre se verá obligado a tener mucha más participación y a compartir las tareas del hogar en una relación de equilibrio de género,  comienzan a desmontarse ancestrales modelos machistas y esto genera conflictos de pareja, intrafamiliares y sociales. Son muchas ya las mujeres que sienten en sí mismas la necesidad de realización social.

Pero…. Hay un país en el mundo… Ese mí amado país, donde verdaderamente “la vida no vale nada”, se asesina un Alcalde con frialdad espantosa y una bala perdida pone fin al canto de una niñez recién crecida. Vagan los niños y adolescentes sin saber mucho más que la vida no es rapear vulgaridades, pandillas o irse a las cabañas a las entradas y salidas de los pueblos, el sexo por el sexo, derrumba las ilusiones y al amor, eso dicta las  letras de las mal llamadas canciones de esos aberrantes dembow  que dan nauseas.  Y la politiquería barata hunde a pobres niños que no saben que bocado van a llevarse a la boca ese día porque subieron los costos de los productos de la canasta básica pero el Pai no puede dejar de darse un jumo en el Colmadón de la esquina, o anda con una peladruja pegándole los mil cuernos a la mai sufrida y maltratada. La buena educación y la justicia son para quienes pueden pagarla, mientras que la lucha de partidos en un año eleccionario es una jauría de depredadores  por el poder, para buscar muchos más beneficios personales que el desarrollo del país. La educación como los alcantarillados no se ven, y la cultura eventista, y de proyectos culturales que nadie sabe de sus resultados evaluados, por tanto de dinero desvirtuado, la cultura semeja estribillo de canción trasnochada.

Hay un país en el mundo al que amo y quiero cambiar, no desde lejos, sino desde el Estar. Cualquier proyecto honesto de cambio cultural sepa que conmigo para el 2016 puede contar, y no hasta dos ni hasta tres, como bien dijo el poeta, sino, simplemente: PUEDE CONTAR. Porque en este año la vida tiene que cambiar para mejorar.

Feliz 2016 amiga(o)s todos!