Confieso que no estoy conforme con lo que ocurre con el Colegio de Abogados de la Republica Dominicana. No veo que tenga sentido mantener una institución de tanto interés para la profesión jurídica en el estado de arrabalizacion ética e intelectual en que se encuentra desde hace un largo tiempo el CARD.

Los colegios profesionales no han sido concebidos para que sean piñatas de los partidos políticos. Son o deben ser entidades principalmente de carácter científico que en el caso de los abogados deben tener entre sus objetivos involucrarse en las grandes discusiones sobre temas legales e institucionales para bien de sus afiliados y del país.

Nuestro Colegio ha tenido mejores momentos que el actual, pero jamás ha alcanzado el ideal de una institución con la fortaleza necesaria y el respeto debido por la comunidad jurídica y las autoridades gubernamentales. El proceso hacia ese fin fue interrumpido.

Los abogados de mayor nivel intelectual y formación académica y hasta los que se creen tener estos atributos o han creado la imagen de que los tienen, desprecian o subestiman al Colegio y lo ven como una entidad sin capacidad para involucrarse en temas mayores. Lamentablemente a veces tienen razón. El CARD ha devenido en una fuente de empleos lucrativos para algunos activistas gremiales profesionales y esto no debe ser así. Esta institución debe propender hacia sus objetivos primigenios o desaparecerá.

Ojalá que nadie me malentienda, pero estoy convencido de que el Colegio de Abogados debe caminar hacia el elitismo moral, académico, intelectual. Hay que lograr que las opiniones del Colegio en materia jurídica sean tomadas en cuenta en el País para la toma de decisiones como ocurre en otros países. La Unión Iberoamericana de Abogados(UIBA), por ejemplo, es una agrupación internacional de abogados de tanto prestigio que en algún momento ha fungido como asesora de la ONU en temas legales.

Los líderes políticos nacionales, sobre todo aquellos que son abogados de profesión, han sido cómplices de esta lamentable situación, pues se han involucrado en esta institución de manera indebida levantando la mano a quien no debían y postulando a personas inadecuadas. Lo ideal es que dejen este colectivo caminar con sus propios pies.