La Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES) publicó, en los primeros días de mayo, su informe sobre la ejecución presupuestaria del gobierno central en el período enero – marzo 2013.
Dicho informe indica que “las operaciones del gobierno central en el primer trimestre del presente año reflejaron un resultado deficitario de RD$2,568.6 millones”.
Pocas semanas después de la publicación de DIGEPRES, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) publicó el informe preliminar sobre el comportamiento de la economía dominicana en el período enero – marzo 2013.
El informe del BCRD afirma que “en enero – marzo de 2013, el gobierno central registró un superávit de RD$1,485.4 millones”.
Creo que todos podemos claramente apreciar que hay una significativa diferencia en ambas cifras. Por un lado, DIGEPRES afirma que hubo un déficit pero el BCRD dice que, en el mismo período, hubo un superávit.
Estuve analizando el cuadro completo publicado por BCRD sobre los resultados fiscales y pude apreciar que, si tomamos los ingresos totales del gobierno central (incluyendo donaciones) y le restamos los gastos totales, tendríamos un déficit en el primer trimestre de RD$4,856.3 millones. Sin embargo, a éste resultado, el BCRD le suma un “residual” de unos RD$6,341.6 millones, lo cual nos lleva al superávit ya mencionado.
Es importante resaltar que, según el informe del BCRD, el residual surge “cuando el financiamiento neto difiere de la diferencia observada entre los ingresos y gastos reportados”.
En otras palabras, la relación entre ingresos y gastos reportados indica que hubo un déficit. Sin embargo, el financiamiento neto se redujo, indicando un superávit.
El propósito de compartir esto con ustedes no es alarmarlos. Tampoco deseo criticar la gran labor realizada por instituciones como DIGEPRES y el BCRD.
Basado en conversaciones que he tenido con amigos economistas y comentarios que he escuchado de funcionarios del Gobierno, las diferencias en las cifras fiscales se debe simplemente a que DIGEPRES utiliza una metodología diferente al BCRD para los cálculos.
Ahora bien, considerando que el Gobierno tiene actualmente unos US$3,500 millones emitidos en bonos soberanos y, además, unos US$5,000 emitidos en bonos internos, creo importante que se tomen todas las medidas posibles para conciliar ambas metodologías y, de ésa manera, evitar las confusiones que se pueden generar al publicar los resultados fiscales.
Cada vez más inversionistas y empresarios se interesan por las oportunidades que nuestro país ofrece. Si deseamos aprovechar ésta coyuntura, hagamos un esfuerzo porque las estadísticas sobre la situación de nuestra economía sean lo más confiables y coherentes posible.