El pasado martes, 13 de marzo, la Escuela de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), organizó un coloquio sobre el libro del Dr. Julián Valdés, profesor de la referida escuela, titulado La relación naturaleza-cultura como clave hermenéutica de la antropología estructural de Claude Lévi-Strauss.
El texto, producto de la investigación que llevó al profesor Valdés a obtener su título de Doctor por la Universidad Gregoriana, es un estudio sobre uno de los problemas más importantes en la empresa explicativa del padre de la Antropología Estructural, la cuestión de la tensión entre naturaleza-cultura.
El problema de la relación entre naturaleza y cultura ha sido objeto de un rico debate en la historia de las ciencias humanas. A pesar de que somos el producto de la interacción de ambas, han existido enfoques que han subrayado el carácter cultural de nuestra especie, mientras otros han subrayado el carácter biológico de la misma. Dependiendo del enfoque, se subraya la existencia de patrones comunes propios de una condición humana que traspasa los límites de las culturas, o se niega la existencia de una naturaleza humana en favor de una perspectiva que acentúa las diferencias histórico-culturales.
La obra de Lévi-Strauss es un esfuerzo por replantear el problema, intentando encontrar los patrones universales o las estructuras subyacentes a los relatos, ritos y comportamientos culturales. Es también un esfuerzo por comprender ese otro orden que constituye la cultura.
Como señala el Dr. Valdés es un intento por re-fundar la antropología filosófica sobre una base científica, abandonando la vieja pretensión de reflexionar sobre la naturaleza humana al margen de la investigación empírica.
Pero, no debemos confundirnos, y a pesar de las ambiguedades que Strauss muestra hacia la filosofía, su enfoque no es reduccionista, la interpretación filosófica no se diluye en una acumulación y descripción de datos empíricos. El Dr. Valdés, concluye que en la concepción ontólogica subyacente a la Antropología Estructural renace el viejo problema de la filosofía griega antigua sobre la unidad y multiplicidad del ser y que Strauss asume los supuestos ontológicos de la filosofía heracliteana. Una perspectiva fundamentada en la contradicción entre opuestos, pero que a diferencia de otras filosofía que también se nutrieron de Heráclito como las filosofías de Hegel y Marx, conduce a una teleología de la nada.
Y sin embargo, esta teleología entra en contradicción con el sentido de trascendencia intrínsico al ser humano y que no solo inspira la obra de Strauss, sino también, toda empresa creadora.