La verdad es que en este circo flotante, que es el país, hay que escuchar y ver cosas extraordinarias y también muy ordinarias, insólitas.
Especialmente un sector clase política, atrapada en sus mentiras tras bambalinas y la avaricia rompiendo el saco, legado en ojos de niño pobre que llegó al poder y el Delirium del trono lo atrapa en su peor momento.
Escenario I
Un señor bajo protección, dolido con un político dominicano morado, se tira al ruedo y habla sin tapujos. Se da el lujo de utilizar una coordinación mediática que puso en vilo a la nación entera en un momento determinado.
El político morado, que no es otro que el Dr Leonel Fernández Reyna, tres veces presidente dominicano, deja pasar más de 72 horas antes de responder, y con esa actitud buscar la ducha para que el agua de sus declaraciones enfriara y limpiara el embarre sobre su moral y su personalidad.
En una franca actitud de Delirium, que normalmente es ciega ante la realidad real (la inventada por el Delirium), el político se lanza a una respuesta frívola, sin trascendencia, que más bien denotaba un opaco narcisismo que la situación aún no amerita. El escenario amerita frialdad y reflexión para la acción, no frivolidad. No es momento para pataletas y banderitas de partido, el momento es otro.
Los fanáticos leonelistas en las redes, se lanzaron a la defensa con la venda en los ojos. Por una razón: el fanatismo y la ortodoxia son propios de hipolitistas y leonelistas, en esos extremos logran encontrarse.
Lo que sí es curioso que un ex presidente, conocedor de la comunicación (dicen), no haya logrado entender el momentum Qurinum para darle las respuestas adecuadas y contundentes, aunque fueran mentiras (para el fin no importaba).
Un político de su talante, calificación que el mismo difunde y otros creen y alaban, hubiera reaccionado de un modo más preciso para no darle oportunidad ninguna, a un rumor público y social que ya construye versiones adversas y de dudas sobre la moral del ex presidente Fernández.
En este escenario, todo lo dicho por Quirino, en perfecto castellano y con los remilgos de los viejos valores campesinos sureños, respetando algunas reputaciones y hundiendo otras (ese es el juego), es fruto al final de una reacción contra el desplante y el desprecio sufrido en el trato con emisarios enviados al ex presidente, según confesión pública del ex presidario.
En la situación creada por Quirino, en la medida que el ex presidente Fernández siga dando respuestas de Delirium, cada palabra pública de Quirino ayudará a que el rumor público y social, en sus propias disquisiciones, tome peso y fuerza contra el vago criterio de defensa del Dr Leonel Fernández y los suyos.
Comunicacionalmente el fallo ha sido grande, y en el futuro próximo le pesará. Le pesará muchísimo más de lo que su ego -aposentado en la cúspide de la irrealidad- supone.
Escenario 2
En las redes circula una foto canchanchana entre Hipólito y Quirino. Abrazo de amigazos, más allá de lo que se podría suponer. Son manejos de nuestra clase política para adquirir fuentes de financiación.
¿El abrazo de Hipólito con Quirino fue porque acaban de jugar dominó en un cuartel cercano?
No, algo hablaron, algo barruntaron, porque la foto tiene un lenguaje del cuerpo (Body Language), especial, lúdico.
¿Por qué las fotos aparecen ahora en la red? ¿Se habían usado antes en la famosa campaña sucia de los Bichos-Bonanza como la vieja serie de TV?
Sí, esa foto aparecía junto a otras en el documental de propaganda realizado en la campaña electoral del 2012 (El peligro de olvidar).
Sí, esas fotos ya se conocían. Lo que sucede es que en las redes los fanáticos leonelistas quieren usarlas para contrarrestar ahora el tema Quirino-Leonel.
Como estrategia de defensa es interesante, pero no se dan cuenta que de eso puede hacerse otra lectura: Que tanto Leonel Fernández como Hipólito Mejía, si estuviesen en otro país, a lo mejor habría caído en prisión, y de mala manera.
Explico por qué digo esto: Porque los políticos que no quieran estos escándalos, deben pensar muy bien quién o quiénes los financian. Ello explica también la demora de la ley de partidos que parece una bola de voleibol. Porque en la clase política dominicana los contubernios existen, y en esto no hay color de partidos, todos nadan en la misma cloaca.
Por ejemplo, las declaraciones de Quirino sobre los partidos, no han tenido respuestas dignas. Todos los partidos mencionados por El Don han procedido con evasiva irresponsable.
Por ejemplo, el PRM, llamado de oposición, como se llaman a los abogados de oficio, como partido no ha dicho ni esta boca es mía. Como es su hábito en cosas nacionales importantes, de gran trascendencia.
(Al margen de un discurso tecnócrata del Sr Abinader dirigido a los habitantes de Venus, Marte, Saturno y todos los planetas aledaños. Las mujeres no existen, los núcleos sociales tampoco existen, etc, et).
La respuesta del Partido Reformista como organización, aún se espera, aunque por el momento esté alejado de este escándalo. (Ojo: Quirino dijo, cuando aún estaba preso en el país, que también había dado dinero a los reformistas).
En este escenario es bueno recordar lo siguiente:
Los políticos a quienes se les descubre tratos con narcotraficantes, deben saber muy bien cómo entrar en esos asuntos, pero a la hora de salir para muestra un botón: Quirino reclamando millones a un auto llamado y sofisticado ex presidente cuya capacidad para mentir engañar, traicionar y embaucar, se agota poco a poco.
Debe quedar claro, quienes entregaron a Quirino como gesto de justicia y dueños de todos los cetros en la lucha contra la droga (haciendo énfasis siempre en "ese mal que envenena a nuestra juventud", frase hueca y trillada de propaganda oportunista y conservadora) buscaban un fin político. Esperaban como parte de la entrega de Quirino a Estados Unidos, que el capo a su vez entregara a Hipólito Mejía. Pero de algún modo la historia se les viró, y aquel gesto revestido de tanto discurso moral y pompa de ojos aguados por la televisión dominical, aquel gesto en honor a la "justicia contra drogas" (justo es observarlo): se devuelve como un maldito boomerang de componendas y grandes mentiras.
Porque es evidente, si Quirino hoy emplaza públicamente al ex presidente Leonel Fernández, se podría deducir como posible suposición según los Quirino’s Tapes, que al otro, a Hipólito Mejía, lo ha protegido hasta el momento. Más claro ni el cloro.
La moraleja de este tema con estos dos individuos es que a Leonel le están cobrando dos cosas: El dinero y su arrogancia. Que él mismo saque sus conclusiones.
Escenario III
¿Un Juicio a la Z?
Me gustaría que se atrevieran a proceder judicialmente contra la radioemisora Z-101, que lo hicieran.
Si lo hicieran provocarían movilizaciones en todo el país. Talvez muchos despertarían del Danilos' Dream y las buenas encuestas.
Un juicio a la Z supondría disponer de un brillante abogado. Pero sería como forzar una legislación de comunicación que impida a las radioemisoras entrevistar personas que hayan salido de la cárcel o hayan tenido contrato con fiscalías norteamericanas. Eso implicaría un juicio a la Z como retaliación por haber entrevistado a Quirino Ernesto Paulino Castillo (El Don).
Parecería como si la desesperación en la defensa de Leonel Fernández estuviera pariendo monstruos contra el Estado de derecho.
¿Un juicio a la Z?.
Si en el gobierno hay personas inteligente, que las hay, que lean este mensaje:
Si un juicio a la radioemisora Z 101 tuviera lugar en República Dominicana tendrían que cerrarla para que los tribunales no se llenaran de tanta gente que, como Los funerales de la Mamá Grande o Isabel viendo llover sobre Macondo (obras de G. García Márquez) asistirían en masa. Esas multitudes catalizarían otras cositas que el gobierno pudiera tener pendiente con la ciudadanía.
No se hagan ilusiones con la actual pasividad de las masas, es sólo un reflujo que un día habrá de terminar. La libertad de expresión de este país, que se llama aún República Dominicana, tiene sus mártires, existe una clara tendencia del autoritarismo mediático (vía los nuevos Petancitos, que existen) a poner trabas a los actos y deberes informativos que son simples ejercicios de la información y comunicación masiva en democracia.
Concedo al autor de la idea una gran inteligencia, pero olvidó que actuaba contra su propio cliente. La idea es de un demencial acto, irreflexivo.
En el fondo tenemos una clase política que no aguanta análisis por ningún lado. Todo pinta a desencanto en manto de colores diversos, hasta un día en que la gente llegue al hartazgo y sólo la anarquía sin rumbo la guíe. Así vivimos.(CFE)