En nuestra sociedad hay muchos silencios desde donde se tejen muertes, violencia, violaciones y abusos que quedan en un velo de invisibilidad convirtiéndose en supuestamente “anormales” o “problemas aislados”.

Eso ocurre con el aborto. Una práctica permanente y frecuente pero no cuenta con registros estadísticos y administrativos que reflejen su real peso cuantitativo y su presencia en los distintos estratos sociales.

El incesto y las violaciones sexuales de las que son victimas muchas niñas, adolescentes y mujeres provocan embarazos que terminan en abortos inseguros Estos abortos pueden ser provocados con uso de sustancias o con la visita a clínicas clandestinas donde le cobran ciertas sumas de dinero, pero no investigan quien es el agresor o el responsable del mismo. No hay denuncias, no hay registros, todo esto pasa “desapercibido”.

La “ilegalidad” del aborto ha  enriquecido a muchas personas que desde la clandestinidad lo ejercen y cobran sumas importantes de dinero. Muchas veces las mujeres, las niñas y adolescentes se practican el aborto en forma oculta con condiciones de alto riesgo de muerte o de lesiones graves para su salud.

La ruptura con estos círculos de muerte y clandestinidad está en manos de nuestros legisladores. La despenalización del aborto por las tres causales es una demanda de la mayoría de la población que los eligió y de quienes son sus representantes. Esta creciente aceptación de la despenalización del aborto en las tres causales se presenta en distintas encuestas realizadas por Gallup (2015) y la reciente encuesta de UN.TOLD Research (mayo 2018).

 “El 79% de la población dominicana está de acuerdo con que se modifique el código penal bajo al menos una circunstancia. 79% de acuerdo que un embarazo puede ser interrumpido si la vida o salud de la mujer corren peligro. 76% de acuerdo con interrumpir el embarazo si no habrá vida fuera del útero y 67% de acuerdo con a la interrupción del embarazo en casos de violación o incesto.” (Sánchez y Vasilof -UN.TOLD Research 2018)

Es una encuesta basada en una muestra representativa de la población mayor de 18 años en el ámbito nacional con diferentes grupos de edad, sexo, afiliación religiosa y política.

La legalización del aborto en las tres causales no significa una promoción del aborto ni difusión del mismo. Con ello se busca disminuir las muertes de mujeres, niñas y adolescentes que se encuentran en situaciones de riesgos y son victimas de incesto y violaciones, garantizándole con ello un servicio de salud integral y disminuir el silencio, complicidad e invisibilidad frente a esta problemática que afecta en forma desgarradora a las más vulnerables.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY