Pocos días nos quedan del año 2019 declarado por el gobierno Dominicano como el “Año de la Innovación y la Competitividad”, con la finalidad de impulsar iniciativas que contribuyan en mejorar los niveles de eficiencia y productividad en diversos renglones de la economía nacional.
Uno de los logros obtenidos en el presente año se encuentra en el avance de cuatro posiciones en el Índice Global de Competitividad (IGC) 2019 que realiza el Foro Económico Mundial, pasando al lugar 78 de 141 países y ocupando el lugar número 10 de las 22 economías latinoamericanas y del Caribe. Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos desplegados durante el presente año aún quedan tareas pendientes para impulsar el desarrollo sostenible en el país, con el objetivo de contribuir en la generación de empleos de calidad y aumentar la capacidad productiva de todo el territorio, para mejorar el bienestar de la población sin importar el lugar en donde resida.
Para estos fines se requiere impulsar un nuevo modelo de asentamientos humanos en el país que fomente la creación de ciudades competitivas que permita liberar la presión que existe en la actualidad sobre los grandes centros urbanos y concentrar esfuerzos en dos líneas de acción: i) la consolidación de las ciudades intermedias y ii) la articulación de una red de ciudades que complemente la oferta y satisfaga la demanda de toda la población.
En primer lugar, esta consolidación se sustenta en las recomendaciones emanadas a partir de la Conferencia de Hábitat III celebrada en Quito donde las ciudades intermedias, adquieren un mayor protagonismo como emplazamientos idóneos para impulsar la innovación en la movilidad urbana, garantizar una red mínima de servicios públicos, impulsar el ordenamiento estratégico del suelo, fomentar el acceso a la tecnología y fortalecer las MyPimes para la generación de empleos de calidad con el fin de que sus habitantes no tengan que emigrar. Ciudades como Los Alcarrizos, La Vega, San Pedro de Macorís, Higüey, San Francisco de Jacagua, Puerto Plata, La Romana y Moca pueden señalarse como emplazamientos claves en el país para impulsar esta línea de acción y unirse a iniciativas globales como el Programa de IBM “Smarter Cities Challenge” donde se vinculan los componentes ambientales, económicos y sociales en atencion a las necesidades de cada territorio para beneficio de la generación actual sin afectar las generaciones futuras.
En segundo lugar, la red permitirá vincular ciudades, asentamientos, pequeños poblados, municipios y distritos municipales para que las fortalezas de cada uno se articulen en una visión compartida que potencia el desarrollo conjunto del territorio y con ello elevar el nivel de vida de toda la ciudadanía. Este nuevo sistema de ciudades fomentará un nuevo modelo de desarrollo endógeno para que la República Dominicana impulse la competencia entre las demarcaciones a lo interno de la nación y a su vez mejore el nivel de la oferta nacional para competir en los mercados internacionales.