“En 2006, fui puesta en una lista secreta después de hacer una película sobre la guerra de Irak. En los años siguientes fui detenida e interrogada en las fronteras de Estados Unidos docenas de veces. Mi siguiente película fue sobre Guantánamo y la guerra contra el terror.” Ese es el intertítulo suscrito por la directora y que da inicio a este documental galardonado con el Oscar 2015.
Es de la autoría de un equipo dirigido por la cineasta y periodista Laura Poitras y conducido por el también periodista Glenn Greenwald. Retrata el acontecimiento noticioso protagonizado por el estadounidense Edward Snowden en su densa y documentada denuncia de abusos del gobierno norteamericano contra la privacidad y el derecho a la libre expresión, en un caso que conmocionó al mundo.
Snowden trabajaba para la NSA (National Security Agency) del gobierno estadounidense. Explica cómo son espiados millones de personas en cualquier parte del globo con la pretensa justificación de levantar información de posibles atentados terroristas en un programa que se inicia a partir del 9/11.
Vemos que quien contacta a estos periodistas es el mismo Snowden. Relata cómo se hicieron las entrevistas y las primeras denuncias publicadas, de cómo busca acogida en gobiernos como exiliado perseguido por el gobierno norteamericano.
Una maravillosa narrativa nos expone con perfecta armonía el desarrollo del encuentro entre Snowden y sus elegidos para realizar su denuncia. Justifica su conducta. Logra asilo en Rusia.
En el transcurso se muestra templado porque dice que siente que puede mantener el control y que sabe lo que puede ocurrirle y que es un riesgo que sabe que está corriendo. Solo que una cosa es “llamar al diablo y otra verlo venir”. Y esos momentos de incertidumbre son los más sensibles que terminan por darle fuerte reputación a Snowden. Verle como cambia de composturas es verdaderamente impactante.
El documental y el modo en cómo se dan las noticias, nos muestran el valor social que representa el periodismo independiente y el cine documental comprometido por el que realizan estos dos periodistas. Obviamente, es de suponer que si Snowden los eligió es porque primero les investigó durante un tiempo valiéndose de su posición en el trabajo de espía que hacía para su gobierno.
Todo se conduce como esas películas de espionaje. La diferencia es que aquí todo es real y nos muestra lo privado que estamos cualquiera de nosotros ante la manipulación de los hilos del poder con individuos que son capaces de todo por regir nuestros destinos.
Un documental que con lo que muestra no le deja imaginación a cualquier filme de ficción científica. Porque ni que fuera inventado superaría al virtual espanto al que hoy está sometido cualquiera que tenga un simple celular o acceso a Internet con una simple cuenta. Es como si usted usara un altoparlante en medio de la multitud para hablar cosas íntimas.
Pues bien. De Snowden se está produciendo un filme con dirección de Oliver Stone con Joseph Gordon Levitt interpretándolo en el cine. La propuesta tanto como este documentario irá a revelar la forma en como un individuo certifica sobre cómo USA aglutina material informativo de cientos de millones de personas infringiendo sus propias leyes, los derechos humanos y el derecho internacional.