Mariana Teresa Peguero Moreno, nuestra bella y resuelta hija, me remitió un whatsApps urgente desde México, DF para decirme: “Papi, aunque escribiste en tu columna de los miércoles del periódico La Información, que has leído la obra completa de Santiago Posteguillo, te falta el último libro que acaba de editarse en España: “CIRCO MÁXIMO, LA IRA DE TRAJANO”. Tere quería regalarme la obra, pero mi compulsivo interés en ella hizo que me adelantara en conseguirla yo mismo. La narración de esta historia novelada inicia en el año 101 después del nacimiento de Jesús, y cuenta la gestión de Trajano en la guerra y la paz. Asimismo relata varios episodios del Apóstol Juan. Leí hasta la página 525 sin despegarme. Antes de terminar este quinto libro “testifico y doy fe”, que estoy disfrutando una obra maestra.

MARCO ULPIO TRAJANO nació el 18 de septiembre del año 53 DC, en Bética cerca de Sevilla y falleció el 9 de agosto del 117 en Selinus, Turquía. Fue el primer César y Pontificex Máximo de Roma de origen hispano y uno de los mejores emperadores de toda su historia. Un desarrollador visionario de proyectos urbanos exitosos. Conquistador de la Dacia (Rumanía) y de muchas provincias de Europa del Este. En la guerra contra los Dacios y su rey Decébalo, diseñó ingeniosas y sorprendentes estrategias que tienen vigencia hoy. Construyó un “puente en el fin del mundo” sobre el río Danubio, que interconectó el imperio romano con el centro de todas tribus bárbaras más aguerridas de la Dacia, Sarmatia y Moesia.

“Circo Máximo, la ira de Trajano” es un libro maravilloso de estrategia, ética y una justicia terrenal que se fusiona con un tribunal divino. Una novela con mapas de batallas, cartografía original de las acciones y organigrama de la estructura de poder romano en el inicio de la Era cristiana. Además relata el didáctico juicio de la Vestal MENEMIA, bella y joven sacerdotisa, hija de un senador romano y escogida desde los seis años para un período de sacerdocio de 30 años. Etapa en la que se mantuvo casta, veló el fuego divino de Roma y nunca fue tocada eróticamente. Sin embargo, las contradicciones sociales y políticas provocaron que fuera acusada de yacer con el corredor más exitoso del Circo Máximo: Celer.

Se sabe que la imputación de una Vestal envolvía por definición, si era encontrada culpable en un juicio presidido por el Pontificex Máximo, una condena de muerte. Todas las culpables eran enterradas vivas en un acto público mediante una liturgia solemne en el Campus Sceleratus, cerca de la puerta Colina de Roma. Se recluían en una estancia con comida, lámpara y cama y se le dejaba hasta que morían.

La Vestal Menemia fue protegida por Trajano quien la aconseja así: “…Menemia la vida es como un enorme Circo Máximo: siete vueltas, catorce giros y en cada giro nos jugamos la propia vida; en cada decisión que tomamos o que otros toman por nosotros; sólo que la carrera va tan rápido que no tenemos casi nunca tiempo para pensar. Pero la victoria en la vida no es para el que llega primero, Menemia, sino para aquellos que consiguen llegar a la última vuelta, el último giro y sobrevivir”. Esa es ley de vida.

Como siempre Santiago Posteguillo escritor nacido en Valencia, España, no se limita a seguir una línea discursiva. Nos lleva creativamente de una historia a otra. Detalla a profundidad las carreras de cuadrigas, la construcción del puente sobre el Danubio, el mundo de las vestales y muchos otros aspectos tanto de la política y como de las ciencias militares romanas. Asimismo caracteriza las relaciones con las ciudades-estados vecinos, por eso también la novela es una escuela para las relaciones políticas y diplomáticas con amigos y adversarios. Estamos ante una obra espléndida que conjuga con gran maestría la historia con la ficción. El autor como lingüista, narrador creativo y antropólogo acucioso, aprovecha muchos espacios vacíos de la historia real para crear episodios que hacen todavía más divertida la narración.

El episodio del arquitecto Apolodoro de Damasco, con un Salvoconducto Imperial otorgado por el mismísimo emperador Trajano para trasladarse a una zona de guerra, estudiar el río Danubio, disponer tropas y crear un diseño arquitectónico genial de un puente, es muy edificante. Fue uno de los más grandes arquitectos de Roma de clara influencia helénica que Sirvió a Trajano en el diseño y ejecución de obras colosales. Además del puente, están los Mercados del Quirinal en Roma, las Termas de Trajano, y el magnífico Foro que incluye la Basílica Ulpia, el Mercado Trajano, entre las más relevantes. También puertos, arcos triunfales, teatros, coliseos y otras obras públicas. Todo el que aspire dirigir y triunfar en una ciudad, empresa o institución debe leer, subrayar y recitar: “CIRCO MÁXIMO, LA IRA DE TRAJANO”.