Independientemente de las explicaciones que ofreceremos, Roberto Rosario, presidente de la Junta Central Electoral (JCE), es el gran favorecido del retiro de las visas norteamericanas, la defensa de la gente ha sido unánime. Si aprovecha este empuje puede aspirar a la Presidencia de la República y gana fácil. Yo voto por él.
Como las autoridades estadounidenses no han sido transparentes en las explicaciones para quitar las visas al presidente de la JCE, nos permitimos hacer las siguientes puntualizaciones:
Uno: Es posible que el gobierno norteamericano nos coloca en el mismo sitial de Ecuador, Bolivia y Venezuela, que sus gobiernos están en la lista negra; es decir, quieren poner fin al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el poder. No es un secreto para nadie que el PLD ha acumulado mucho poder: Va a tener 20 años de gobierno, mientras la oposición está disminuida.
Dos: Estados Unidos no quiere a Rosario en la JCE. Para que quede claro su mensaje, le quitan el visado antes de que sea propuesto nuevamente al cargo. No lo quieren como árbitro electoral, no hay duda. ¿Por qué?
Tres: Rosario chocó frente a frente con el embajador norteamericano James (Wally) Brewster por el tema haitiano. Wally, al igual que sectores de la Sociedad Civil, entendía que la sentencia del Tribunal Constitucional del 23 de septiembre de 2013, es “una aberración”. Despoja de la nacionalidad a miles y miles de haitianos que nacieron en República Dominicana. Rosario defendió la sentencia con ímpetu. En los debates de opinión pública se hablaba de los supuestos planes de la Embajada para fusionar a Haití y RD.
Cuatro: EE.UU., como primera potencia mundial, no tolera ofensas a la dignidad de sus funcionarios, mucho menos si es un país de su patio trasero. Naciones que sus embarazadas violan las leyes entrando ilegalmente a parir a territorio yanquis para que sus hijos sean norteamericanos; y que sus ciudadanos prefieren morir en alta mar para lograr “el sueño americano”. Es posible que en una de las reuniones con el embajador, Roberto lo ofendiera o que en estos encuentros ocurrió un encontronazo que hasta ahora no se tiene conocimiento. Rosario asume posiciones dignas (tiene cojones), pero a veces es arrogante y atropella.
Cinco: Es probable que el problema se relacione con un tema sensible para EE.UU: la agenda de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT). Brewster es uno de sus promotores y ha sido injustamente hostigado por un sector dominicano por exhibirse abiertamente con su esposo.
Si uno de los interactivos de Acento conoce de algún caso que lo comente aquí, jamás he visto que a un funcionario le quiten la visa diplomática, además de la personal. No conozco un caso en que, como ahora, los funcionarios consulares acudan a la oficina del afectado para poner el sello de “cancelado” a/ o las visas. ¿Cuál es el interés de hacer eso?
Lo he apoyado y apoyaré siempre. Sin embargo, creo que es él mismo el que debe propiciar su salida por la puerta grande. Los cargos no son eternos y Roberto lo sabe. Ya agotó su etapa y lo ha hecho bien. No tiene sentido permanecer en la JCE como un ente de perturbación, cuestionado por la oposición política.