Al: Dr. Gerardo Roa Ogando (Cátedra de Lingüística, UASD)
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¿Usted cree que es justo yo andar aquí en Santo Domingo y no tener una botella de agua en mi vehículo para tomar agua? ¿Tú crees que es justo yo dar dos y tres viajes a la semana desde Dajabón a la Capital, y yo no poder pagar un apartamentico aquí para dormir cómoda? Los senadores somos obreros políticos, no defender ese pequeño aumento es no tener corazón. (Sonia Mateo, senadora por la provincia Dajabón).
En el cibermundo han estado surgiendo varias disciplinas tecno científicas que brotan del concepto cibernético, en este caso concreto, la ciberpragmática, proveniente de la cibernética, en la que se articula lo cíber con la pragmática, para dar como resultado dicha disciplina, que estudia la relación entre lenguaje y discurso, los diversos signos (emoticones) y cibergénero, que entran en el contexto del cibermundo, específicamente en el ciberespacio, a través de sus múltiples espacios virtuales, redes sociales y aplicaciones (blog, chat, Facebook, twitter, snapchat, email, , whatsApp , Instagram ).
La lingüística, en el ámbito de la pragmática, no deja a un lado el contexto en el discurso, al igual que en la ciberpragmática, porque apunta al análisis e interpretación del discurso en el ciberespacio, en el que se incluye “la teoría de la relevancia (Sperber y Wilson, 1986,1995), con el complemento de otras teorías y modelos que puedan arrojar luz sobre este fenómeno comunicativo”. (Yus, 2010: 31. Ciberpragmática 2.0)
En el discurso de la ciberpragmática, el meme expresa una unidad mínima de información sobre un determinado tipo de situación o acontecimiento y su estrategia política e ideológica se orienta a la difusión instantánea en espacios virtuales compartidos en el ciberespacio y a la crítica a ciertos tipos de discursos de sujetos o de algún suceso acaecido en un contexto específico. Estos pueden ser virales (copias, recreadas sin modificaciones fundamentales) o pueden ser modificados y recreados por otros sujetos, sin llegar a la propagación viral, pues se pierde el sentido original.
El sujeto cibernético que crea estos memes tiene una creatividad sobre entornos reales y virtuales que le permiten articular frases o ideas en videos, fotografías o gráficos con gran humor e ironía, que hacen que otros sujetos los copien, sin modificarlos (los comentan, los comparten o dicen: me gusta), propagándose así, de manera virulenta al persistir en el tiempo de los espacios virtuales.
La construcción de un meme, no necesariamente lo elabora un sujeto, pueden entrar varios sujetos y se puede trabajar en equipo, dejar o no huella de su creación; en muchos de los casos, siendo el anonimato una característica fundamental, cuando se trata de lo ciberpolítico.
Cuando un meme se torna viral en las redes y en las diversas aplicaciones del ciberespacio, se evidencia que el sujeto o los sujetos que lo crearon, no son inocentes, en cuanto a lo cibercultural, lo político, religioso, filosófico, literario, educativo o de otra índole, como es el caso de los memes que se han construido en relación con la senadora del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por Dajabón, Sonia Mateo. Estos pueden visualizarse en el hashtag: #AguaParaSonia.
Los memes del discurso de Sonia Mateo han sido relevantes, porque este discurso se situó en la ridiculez, al apelar en su discurso al amor por el desapego y el sacrificio de los senadores, que para ella “son obreros políticos”. Pero esta senadora es tan “desinteresada” que invirtió decenas de millones de pesos en su campaña para ser senadora, y reelegida en mayo de 2016 y ahora dice que su “salario no le alcanza para comprar botellitas de agua”, de ahí que estos memes de su discurso se han hecho virales en las redes sociales y en otros espacios virtuales.
Una avalancha de sujetos cibernéticos dominicanos que viven en el país, en Estados Unidos, España y en otros países del cibermundo, han reventado las redes sociales de indignación, de repudio por el discurso de la senadora de Dajabón, Sonia Mateo, justificando el reajuste salarial de los legisladores, porque este no le da para rentar un modesto apartamento en la capital, que al parecer cuando viene a la capital vive en unas de esas cuarterías que pululan en el callejón de los bomberos del mercado de la Duarte, o en el barrio Capotillo, como tampoco le da para comprar una botellita de agua de 10 pesos .
Estos senadores se han incrementado su salario a 320 mil pesos mensuales, gracias al aumento de los 70 mil pesos aplicado de manera retroactiva el pasado 31 de agosto 2016, sin importarles que el artículo 140 de la Constitución de la República les prohíba legislar para su propio beneficio.
Pero este salario no incluye los incentivos, las comisiones por la aprobación de contratos (Tucanos), el barrilito, inmunidad parlamentaria, hoteles nacionales e internacionales de lujo, pasaporte diplomático, gastos de representación, exoneraciones, dieta, plan de ayuda, fondo social, incentivos por ir a comisiones, bonificaciones, manejo de más de 600 mil pesos mensuales para gasto de choferes, seguridad, secretarias, entre otros montos que reciben los senadores por levantar su mano a favor de sus propios intereses, que para ellos esto significa ser patriotas, duartianos, bochistas, hostosianos y peñagomistas.