El termino revolución implica un cambio rápido y profundo en todo el ámbito  social y económico y es precisamente lo que estamos viviendo en la actualidad; un cambio rápido, amplio y profundo en todo lo que hacemos, en todo lo que hemos aprendido para ser un ente productivo y aceptado una determinada sociedad.  Nuestro modo  de vida está cambiando, pero un cambio tan rápido y creciente en sí mismo, que rebasa nuestra capacidad de respuesta inmediata. Estamos en los inicios de la revolución 4.0 el nuevo modelo a seguir. 

Todas las revoluciones empezando por la primera revolución industrial,  aproximadamente en los años 1760-1840, que desencadenó el proceso de la producción mecánica con la introducción del ferrocarril y la invención del motor de vapor (Fiorit, 99), replantearon los modelos productivos y la forma de trabajo; la segunda revolución a mediados del siglo XIX, el descubrimiento de la electricidad impacto en la industria y se crea la producción en masas. Los grandes inventos en  los sistemas de comunicación: como la radio por Guillermo Marconi, el teléfono  por Graham Bell; en el transporte, el primer avión por los hermanos Wright y el primer automóvil invención de Henry Ford, todo esto trae profundos cambios en las formas productivas y organizacionales de la industrias.  

La tercera revolución industrial es la llamada revolución digital que marca su inicio hacia los años 1960 con la invención de los grandes ordenadores tipos mainframe y para los años 1990 con el surgimiento de internet, se van dando los pasos para el nacimiento de una 4ta. Revolución industrial que según Schwab (2016: 20) comienza a principios de este siglo  y se basa en lo digital, que se caracteriza por un internet más ubicuo y móvil, por sensores más pequeños y potentes que son cada vez más baratos,  por la inteligencia artificial y el aprendizaje de las máquinas. 

La revolución 4.0, que comienza a dar sus efectos sociales, reafirma la existencia de un cibermundo, la unión entre un mundo físico y un mundo virtual, ese mundo virtual que se desarrolla como consecuencia de las tecnologías del Internet de las Cosas (IoT), sistemas ciberfìsicos, la realidad aumentada, robótica colaborativa, Big Data, cloud computing, ciberseguridad, entre otros, que a su vez han generado modelos de negocios como la fábrica inteligente.

Entendiendo el término de fábrica inteligente desde la concesión de los  autores Kagermann, Wahlster y Helbig, (2013) citados por Castresana (2016, p.17), que dicen que estas constituyen un hogar, un ecosistema donde conviven la digitalización de extremo a extremo, los procesos y productos inteligentes y las tecnologías habilitadoras. 

Esto implica que las fábricas del futuro, en la industria 4.0 funcionarán de forma autónoma, con mayor flexibilidad, interconectadas en forma colaborativa para el procesamiento de la información y la toma de decisiones, todo montado en un sistema de interfaces inteligentes, sensores y nodos de red que establezcan una conectividad a todos los niveles, todos interactuando en un cibermundo conectado a un mundo real.

Esto significa un reenfoque nuevamente en las áreas productivas, en las industrias, en las economías del mundo, en la forma de consumo y de demanda y en la creación de nuevos productos. Las sociedades se están repesando, los sistemas y modelos redefiniendose en torno a los nuevos acontecimientos que se vienen generando como consecuencia de los adelantos tecnológicos del mundo de hoy.  En estos tiempos vivimos el mundo real y virtual, un mundo híbrido entre la realidad y los adelantos de la tecnología que han generado un cibermundo. La vida del siglo XXI transcurre entre el espacio físico y el ciberespacio, estamos interactuando en mundo virtual, cibermundo y en el mundo real (Merejo 2015, p.14).

En este plano y para poder desarrollar las competencias y capacidades que deben desarrollar los profesionales de las distintas áreas de saber, se requiere de nuevas teorías que redefinan las actividades  del diario vivir,  en un espacio real (mundo)  interactuamos con los entornos económicos, políticos, la cultura, los negocios; consumimos servicios médicos, servicios de seguridad, de transporte, de educación, de alojamientos, de comunicación, de mercadeo  y en el ciberespacio (cibermundo) interactuamos con los entornos de cibereconómia, ciberpolítica, la cibercultura, los cibernegocios; consumimos servicios de cibermedicina, ciberseguridad, cibertransporte, cibereducación, cibersalud, cibercomunicacion. (Melo, 2017.)

La  consolidación de las estructuras del ecosistema del cibermundo son las estructuras y ecosistemas desarrollados que hoy hacen posible y definen la  revolución 4.0, los avances en la informática, electrónica, nanotecnología y el internet de las cosas son elementos diferenciadores de esta revolución con las anteriores y al mismo tiempo consolidan el espacio virtual como un mundo paralelo sin el cual es impensable la vida y el mundo de los negocios de hoy.

Con todos estos cambios tecnológicos disruptivos en gran alcance, profundidad y amplitud, incidentes en la sociedad en general, están marcando las pautas que marcan un futuro en la virtualidad más participativo e hiperconectado, que requieren de grandes transformaciones y modificaciones profundas en las economías globales,  en los modelos productivos, en las formas de hacer negocios, en la forma en que consumimos y buscamos información y en los modelos educativos.

 

En el ámbito de los negocios la Revolución 4.0 trae una serie de cambios en la forma de producir, adquirir, consumir e intercambiar,  productos; en las diferentes formas de diversión, de la búsqueda de información y en casi todo el quehacer cotidiano.  Esto implica también nuevas formas de aprender a responder a esas necesidades desde un enfoque empresarial y de negocios.  

Los nuevos hábitos de consumo implican más y mejor acceso de conectividad a través de los diferentes dispositivos móviles y del consumo de datos que han cambiado  las expectativas de los clientes, y al mismo tiempo permiten desarrollar productos mejorados, esto también ha permitido el desarrollo de nuevas formas de colaboración entre empresas lo que ha generado nuevos modelos de hacer negocios, como el caso Netflix, Amazon, Uber, Airbnb, Spotify, Booking, OLX, entre otros.

Las industrias y empresas que hoy están consideradas como las mejores del  mundo, son precisamente aquellas que implican un conocimiento especializado en el manejo de estas tecnologías de punta, como lo explica García (2017) en la publicación de su informe para la compañía Price Waterhouse Coopers 

El conocimiento del manejo de las tecnologías de puntas, específicamente en la utilización  de software, aplicaciones y plataformas  permea todas las disciplinas del saber, ya que este elemento ha pasado de ser un elemento de apoyo estructural en los negocios a ser un conocimiento transdiciplinar y multidisciplinar en las diferentes disciplinas académicas. 

(…) comprender el comercio electrónico en su totalidad es una difícil tarea para estudiantes y maestros (…). No hay una sola disciplina académica preparada  para abarcar todo el comercio electrónico (…). El fenómeno del comercio electrónico es tan amplio que se requiere una perspectiva multidisciplinaria (…) (Laudon, Guercio, 2010, pp. 43-45)

En la disciplina del mercadeo y  otras disciplinas de las áreas de los negocios  tales como economía, finanzas, contabilidad, administración, entre otras, requieren de un replanteamiento de las competencias que trabajan en su currículo, para responder a los retos que nos trae la industria 4.0

El Cibermarketing tiene sus raíces en un nuevo paradigma: “el Cibermundo”, que como sistema descansa en el ciberespacio.  Este mundo cibernético que ha generado nuevos conceptos, que se articulan en la construcción de espacios virtuales, en donde se dan los negocios electrónicos, que forman parte de los nuevos modelos de negocios que se plantean en la revolución 4.0 y que hasta el momento  han estado complementando las estrategias de negocios en el mundo real. 

Nota (1). Resumen de mi conferencia en la Academia de Ciencias de la República Checa, Praga, en el encuentro de “La red “ International Research Network  on Cultural Diversity and New Media”(CultMedia, septiembre,  2018