En el marco del seminario “Presente y futuro de las humanidades”, organizado por la Escuela de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Observartorio de Humanidades Digitales de la misma universidad y la Academia de Ciencias de la República Dominicana, los asistentes pudimos reflexionar sobre algunos problemas relacionados con el impacto de las nuevas tecnologías sobre el campo de las humanidades.

Si bien es cierto que la revolución digital genera una serie de discontinuidades entre la reflexión humanística actual y la antigua tradición de las humanidades, hay un núcleo central que las une: la criticidad. En este sentido, quienes reflexionan desde el programa de las Humanidades Digitales no deben perder la perspectiva de que las nuevas tecnologías deben ser sometidas a un riguroso análisis con el propósito de hacer frente a todas las implicaciones de la revolución digital que afectan la integridad humana.

El control de los datos personales, la enajenación digital, la manipulación informativa a través de las redes sociales, la posverdad, son solo algunos de las consecuencias de las nuevas tecnologías que atentan contra viejos valores de la tradición humanística occidental como el de la libertad humana.

Hoy, resulta acuciante generar debate en torno a las propuestas teóricas acríticas que solo perciben beneficios del desarrollo tecnológico y las ideologías a sueldo que prometen un nuevo paraíso en la tierra bajo la bandera del transhumanismo. 

Debemos aspirar a lo que algunos autores han denominado el “ciberhumanismo”, una actitud crítica en defensa del humanismo en la era digital, una perspectiva que contribuya a la resistencia contra los mecanismos tecnológicos que instrumentalizan al ser humano convirtiéndolo en un simple usuario o consumidor.